Papel de Arbol

martes, 9 de mayo de 2023

LUCHA CONTRA LA CORRUPCION DESDE LA TORRE DE ESPERANZA

 


Jorge E. Zavaleta Alegre

Desde La Torre de Esperanza, una organización internacional que une Latinoamérica, el economista peruano Marco Castillo Torres, con experiencia e intensa actividad,  se pregunta “sobre la indiferencia de Nuestro País  y  de Nosotros los Peruanos”.

El tema es largo,  múltiple, complejo y es una historia que se remonta al origen del hombre. El gran diluvio, último libro de la Literatura Cristiana  que recorre el Génesis al Apocalipsis, mantendrá su vigencia secular si la humanidad sigue indiferente….

Castillo Torres (Huaraz, capital de Ancash) tiene muy presente el 31 de Mayo de 1970, porque perdieron la vida miles de miles de personas, cuyo inventario es tan doloroso y una obligación a sumar esfuerzos y convicciones para  evitar consecuencias  que se percibe en la perdida de altura  del Huacharan, Huandoy, Alpamayo. El agua de las lagunas que recorren ríos y canales de regadío para miles de toneladas de alimentos que se consumen en el Norte Desarrollado.



Castillo Torres analiza  que están equivocados  aquellos que sostienen que los cambios sociales solo pueden darse con movilizaciones y violencia,  pues está absolutamente comprobado que tal curso  de acción en Latinoamérica ha generado mayor  desigualdad. Lo que es peor, enriqueciendo vilmente  a quienes se adueñaron del poder, prologando su mandato incluso con elecciones fraguadas y fraguando nuevas constituciones…..

Revisamos informes de organizaciones financieras  que revelan que todos los años se paga más de 1 billón de dólares de los EE.UU. en sobornos en todo el mundo, enriqueciendo a los corruptos y robándole el futuro a las próximas generaciones

La corrupción es un fenómeno de ámbito mundial que causa pobreza, obstaculiza el desarrollo y hacer huir a la inversión. También debilita los sistemas judiciales y políticos que tendrían que estar al servicio del bien público.

A medida que se menoscaba el imperio de le ley y se hace caso omiso de la voz del pueblo, disminuya la confianza de los ciudadanos en los funcionarios gubernamentales y las instituciones oficiales.

"Las sociedades corruptas no pueden apoyar a sus ciudadanos", dice Stuart Gilman, jefe de la Dependencia de Lucha contra la Corrupción de la ONUDI. "Privan a sus hijos no solo de la comida, sino también de la educación y la atención sanitaria. Son pesadilla continua."

Algunos ejemplos de gran dimensión son los funcionarios públicos que sustraen miles de millones de dólares de las arcas de sus países y las empresas multinacionales que pagan jugosos sobornos para obtener contratos públicos lucrativos.

Aunque la pequeña corrupción no llega a ocupar los titulares de los periódicos, cabría afirmar que cuesta más que la corrupción en gran escala. "Se comete en céntimos y centavos, en libras y en euros, en billetes de baja denominación, pero ocurre una y otra vez decenas de miles de veces" dice el Sr. Gilman.

Muchos pagan sobornos en efectivo o en especie para poder recibir una educación o un tratamiento médico adecuado, para acelerar trámites administrativos o para evitar pagar una multa. Pero lo que consideran tan sólo una forma de arreglar las cosas es en realidad un delito. A su vez, la corrupción facilita la trata de personas, la delincuencia organizada y el terrorismo.

La Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción brinda un marco jurídico mundial para hacerlo.  Este instrumento que entró en vigor el 14 de diciembre de 2005, ha sido ratificado por 37 países y firmado por 137. "La Convención se sirve de las mejores prácticas en todo el mundo y hace que los países que la han ratificado empiecen a aplicar esas normas".

La lucha contra la corrupción, supone  prevención, investigación, recuperación de activos y el enjuiciamiento de los infractores.

También están obligados a tomar medidas en los sectores privado y público y a fomentar la labor de la sociedad civil en esa esfera. La sociedad civil y el sector privado deben unirse a los gobiernos y adoptar una firme aptitud ante la corrupción.

No cabe duda de que las organizaciones no gubernamentales (ONG) pueden dejar su marca al sensibilizar al público, ejercer presiones para que se implanten reformas eficaces y exponer las fechorías de dirigentes financieros y políticos.

Las denuncias de particulares y organizaciones de todo el mundo que actúan con gran valor han provocado la dimisión, el enjuiciamiento o la condena de los implicados.

El sector privado también tiene que tomar medidas para frenar la corrupción en sus filas. Efectivamente, algunas empresas nacionales y multinacionales han puesto en marcha iniciativas para potenciar la transparencia y la integridad empresariales.

El Pacto Mundial de las Naciones Unidas, por ejemplo, reúne a más de 2.000 empresas privadas, organismos de las Naciones Unidas y organizaciones de la sociedad laboral y civil para defender los derechos humanos, los derechos laborales, la protección del medio ambiente y los principios contrarios a la corrupción.

También toda persona interesada puede ayudar a luchar contra este problema mundial negándose a intervenir en actividades delictivas que pueden tener consecuencias devastadoras para la sociedad y el país en los que viven, concluye el PNUD y numerosas publicaciones que la Biblioteca del Congreso de Washington DC y la Unesco, tienen la capacidad de ser una fuente abierta  para toda persona.


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