Papel de Arbol

martes, 7 de junio de 2022

LATINOAMERICA HOY ( 2000/2030)

 

https://www.iadb.org/es/sectores/iniciativas-agua

Jorge  Zavaleta  Alegre, Corresponsal  en Washington 

TIME.-"La verdadera riqueza de una nación está en su gente. El objetivo básico del desarrollo es crear un ambiente propicio para que los seres humanos disfruten de una vida prolongada, saludable y creativa. Esta puede  parecer una verdad obvia, aunque con frecuencia se olvida debido a la preocupación inmediata de acumular bienes de consumo y riqueza"

América Latina y el Caribe se encuentra en una etapa crítica de su trayectoria histórica. La región parecía bien posicionada para  alcanzar grandes logros.

Hoy diversos estudios y poblaciones enteras pecriben que  la región se encuentra en un período de transición más profundo que cualquier otro en décadas, quizá tan importante como las transiciones a la democracia durante los años ochenta, que configuraron el camino seguido hasta el presente.  

Ahora empieza una nueva etapa influenciada por las pandemias y las consecuencias de la guerra entre la poderosa Rusia (que ocultaba una franja empresarial  privada, con todos los logros y vicios de los vicios  de evasion  de impuestos y negociados con gobiernos de turno. Por ejemplo la petrolera Repsol de Espana, acusada  de corrupcion con diferentes gobiernos latinoamericanos,  tema que, sin duda, induce a una exposicion mas amplia y documentada.

Se observa que ha llegado  al final el auge de las materias primas y la presencia  de problemas estructurales subyacentes que ahora tocan a las puertas de numerosos países. Los principales son los problemas fiscales e institucionales, así como otros asuntos sociales y económicos. 

Actualmente, los escándalos de corrupción son moneda común, aunque esto quizás se deba más a un fortalecimiento del aparato judicial ante  el aumento de la corrupción. 

Pero mientras estos escándalos en el pasado habrían tenido como resultado golpes de Estado, hoy las instituciones democráticas actuales, y lasjudiciales en particular, están lidiando con ellos.

Los líderes elegidos democráticamente están sujetos a la rendición de cuentas, ya sea en Brasil, en Guatemala o Peru. En las últimas décadas, los países de América Latina, como Chile, Colombia, Costa Rica, han fortalecido sus sistemas democráticos y el respeto de las instituciones, han gestionado eficientemente la macroeconomía e implementado políticas sociales incluyentes con el fin de reducir la pobreza y la desigualdad. 

Actualmente, la región se encuentra en un período de transición más profundo que cualquier otro en décadas, como en quizá tan importante como lo años ochenta. Los líderes de la región, como casi en cualquier otra parte del mundo, se enfrentan a problemas urgentes que requieren una atención inmediata. 

Como marcha América Latina y el Caribe rumbo el año 2030. Las instituciones de integracion se plantean preguntas acerca de las condiciones globales y regionales, analizan  tendencias  que configurarán el futuro y ofrece diversos escenarios.

La Universidad de Denver, por ejemplo, proporciona la plataforma de modelos cuantitativos para proyectar cómo pueden evolucionar ciertas dimensiones del futuro. Se han realizado encuestas,  consultas  con líderes públicos, privados y de la sociedad civil de la región.

Las principales mesas redondas han tenido sedes como Lima, Perú, Río de Janeiro, Brasil, San Salvador y Washington D.C.  Se consultó a expertos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y de instituciones especializadas. La Metodología sugerida ofrece la prospectiva para fundamentar tanto la planificación estratégica como las políticas públicas.  

El Desarrollo Humano de Naciones  que comenzó a afirmarse y extenderse  en el decenio 1950-1960. El concepto de desarrollo se encontraba directamente vinculado con problemáticas relacionadas a cuestiones básicamente económicas. 

La comunidad internacional avanzó de una concepción del desarrollo centrada en el "crecimiento económico" a una visión más amplia que comprende otros factores: el mejoramiento de la "calidad de vida", la salud, la educación, la capacitación, la vivienda, el respeto de los derechos humanos y la cultura, entre otros.

La fuerte crisis económica que azotó los años ochenta y las políticas que se adoptaron para revertirla, planteo una situación de gravedad en relación al progreso social, para las naciones y  sectores más afectados por la mencionada crisis economica. 

En los países latinoamericanos las políticas de desarrollo se modificaron notablemente. Casi todos debieron adoptar medidas tendientes a estabilizar la economía interna y enfrentar la deuda externa, sustituyendo el modelo de desarrollo orientado al mercado interno por otro orientado al exterior. 

Todo esto se logró mediante políticas basadas en un modelo según el cual debe darse prioridad a las  fuerzas del mercado como asignador de recursos y el Estado debe abstenerse o limitar al mínimo su participación en la gestión y conducción de la economía. 

Este modelo debía conducir a una expansión económica que se traduciría en un aumento del bienestar social. "Lamentablemente, el tránsito a esa etapa no se logró en el tiempo y forma esperados, agrandándose día a día el denominado "déficit social".



• El enriquecimiento del concepto de desarrollo que se había logrado durante las tres décadas previas a la crisis, no tuvo correlato en el plano de la realidad. Pues se retoma la idea de que el "fin" del proceso de desarrollo no es el crecimiento económico y el mejoramiento de índices e indicadores económicos, sino sus "medios". 

El único fin del desarrollo, y su agente, es el hombre, "…y este hombre no es la abstracción unidimensional del ‘homo economicus’; es el ser concreto de la persona en la pluralidad indefinida de sus necesidades, de sus posibilidades y de sus aspiraciones".

Hoy se corrobora     que el desarrollo que permite "ampliar las oportunidades del individuo" debe necesariamente aompanado de  los conceptos como "desarrollo sostenible", "desarrollo humano" y "desarrollo institucional".

En el siglo XXI comienza a plantearse la necesidad de dar un nuevo paso en la evolución del concepto de desarrollo: la cultura y la voluntad de integración de las naciones, no sólo con objetivos de progreso económico, son elementos claves para lograr resultados exitosos en materia de progreso social y de desarrollo humano.

Diversas fuentes  confirman que en la región latinoamericana y caribeña,  la cuestión cultural y la integración regional no han sido incorporadas adecuadamente a la agenda del desarrollo.

Más allá de la existencia de tibios marcos teóricos o de las propuestas de intelectuales y estudiosos del tema, ambos aspectos se encuentran marginados en el terreno de lo concreto.

Ni el mercado, ni el Estado, ni los medios de comunicación emiten mensaje alguno. Los compromisos de integración de la región han considerado a la cuestión cultural como un asunto marginal.  Es necesario asumir la necesidad de conformar una "agenda social" de la integración, que destaque la prioridad que merece el tema cultural.

Hasta ahora, los resultados cuentan una historia de éxito con perspectivas prometedoras: Por ejemplo, AquaRating continúa mejorando la gestión de las empresas de servicios de agua y saneamiento en todo el mundo, a la vez que genera mecanismos abiertos de conocimiento.

El Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas en un informe publicó precisa que  América Latina y el Caribe van por el camino correcto: “La población mundial que utiliza servicios de saneamiento administrados de manera segura aumentó del 28% en 2000 al 43% en 2015, y al 45% en 2017”, dice el informe. 

“Los mayores aumentos se produjeron en América Latina y el Caribe, África subsahariana y Asia oriental y sudoriental”. 

Entre otros resultados alentadores, la ONU también afirma que, en todo el mundo, “la proporción de la población que utiliza servicios de agua potable gestionados de forma segura aumentó del 61% al 71% entre 2000 y 2015, y se mantuvo sin cambios en 2017”.

En este escenario del futuro, tenemos que fue hace diez años (alrededor del año 2020), cuando muchos todavía creían que los países de América Latina y el Caribe (ALC) no cumplirían su compromiso con el ODS 6. America Latina tuvo éxito y ahora, en 2030, se puede confirmar que los países de ALC en efecto “aseguran la disponibilidad y la gestión sostenible del agua y el saneamiento para todos”, remarcan varios estudios concurentes del BID, CEPAL y articulos de eonomistas y sociologos del Peru, Chile. Costa Rica, Mexico y ahora ultimo Republica  Dominicana.

A continuacion investigaciones del BID, senalan cuatro conclusiones claves acerca de cómo América Latina y el Caribe dieron pasos acertados:

No hubo una receta mágica, sino más bien una conjunción de esfuerzos, la movilización positiva de todos los interesados ​​y el desarrollo de una serie de estrategias.



EL AGUA ES VIDA.

Como referencia mas objetiva se meniona que  todo el ciclo del agua se vio directamente afectado por el cambio climático, se comprendió la urgencia de implementar una fuerte utilización de los recursos; pero más que nada, todos los interesados ​​entendieron y desempeñaron sus respectivos papeles; ciudadanos, agricultores, industriales, el sector público e incluso los funcionarios y políticos elegidos.

La conciencia condujo al fortalecimiento. El conocimiento de las amenazas a los sistemas de agua condujo a un compromiso ciudadano fuerte con una demanda de solución y reducción de las pérdidas de agua, esto llevó la discusión a un nivel técnico con un apoyo político multipartidista, que fue más allá de las posiciones dogmáticas tradicionales. 

Sin necesidad de privatizar, el agua integro una fuerte participación del sector privado y el desarrollo de modelos de asociaciones público-privadas que ofrecen servicios y una buena relación calidad-precio, con una mejor gobernanza, regulación, transparencia y control.

La disponibilidad de financiación condujo al éxito.  Vino con una capa adicional de supervisión; los pensionistas invertirían en bonos de sus empresas de servicios públicos locales, beneficiándose de la infraestructura y recibiendo dividendos, pero este financiamiento tenía algunas condiciones (positivas), ya que las empresas de servicios públicos tenían que fortalecer su gobierno.

El agua y el saneamiento desempeñan un papel central en los derechos humanos, la reducción de la pobreza, la eliminación de la desigualdad, la paz, la justicia y el medio ambiente.


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Asociado con El Mercurio  Digital de Espana   Panoramical de Bruselas    Milan    D16

Editores en EEUU  Jorge Zavaleta Alegre y Julia  Zavaleta Camerieri