Papel de Arbol

sábado, 13 de noviembre de 2021

LAS ELITES Y LAS MASAS EN EL BICENTARIO DEL PERU SEGUN EL ZORRO DE ABAJO.

  

Jorge Zavaleta Alegre TIME.=

José Pedro Castillo Terrones (Puña, 19 de octubre de 1969) es un docente, rondero, dirigente sindical y político peruano. Es el Presidente de la República del Perú desde el 28 de julio de 2021, informa  Wilkipedia la fuente 'popular' más grande del planeta, 'eliminando los adjetivos peyorativos'.

Fue rondero durante su juventud y llegó a ser dirigente nacional del magisterio peruano. Como docente de primaria y presidente del Comité de Lucha de las bases regionales del Sindicato Único de Trabajadores de la Educación del Perú (SUTEP), se hizo conocido a nivel nacional por ser el principal dirigente en la huelga magisterial de 2017.

En política, fue miembro del comité regional de Cajamarca de Perú Posible, partido por el cual postuló a la alcaldía de Anguía (sin conseguir el cargo) en 2002 en el partido del expresidente Toledo (El Cholo)

En 2021 postuló a la presidencia de la República por el partido político Perú Libre, logrando el primer lugar en la primera vuelta con el 18.92% de votos y superando en el balotaje a la lideresa de Fuerza Popular, Keiko Fujimori  con el 50.13% de votos. Keiko F. es acusada por la fiscalía de la nación: "haber recibido aportes ilegales en sus campañas presidenciales anteriores de parte de diversas fuentes, entre ellas la constructora brasileña Odebrecht".

En el Peru su clase media vive una confusión social porque el nuevo gobierno tiene como  representante elegido por el voto popular de un ciudadano, que ha sido descalificado por sus raíz indígena y que aún vive en el campo, un pueblo lejano  de la ciudad de la ciudad de Cajamarca, sostiene este análisis del profesor unversitario Sinesio López, Doctor en Sociología, en su Blog:

El Zorro de Abajo

Blog de Sinesio López Jiménez



“Desde 1990 en adelante, los que disputan el poder son los caudillos de centro, de derecha y de izquierda. Los partidos históricos han desaparecido y los partidos con dueño no representan a nadie”.

Ante la incapacidad de domesticar al presidente Castillo, las élites económicas y el gran partido de los medios concentrados, liderados por El Comercio, se han propuesto desbarrancarlo. Eso no les había pasado con Fujimori, Toledo, García, Humala. Todos ellos fueron fácilmente doblegados por los poderes fácticos para ponerlos a su servicio traicionando a sus electores.

1; Los dueños del Perú están preocupados ahora porque un extraño a sus filas, el más extraño de todos, llegó inesperadamente al poder oficial y no se deja domesticar ni con halagos ni con amenazas. Al caudillo chúcaro que se resiste a la domesticación, las élites y los elitistas le gritan ¡populista!

2. Desde 1990 en adelante, los que disputan el poder son los caudillos de centro, de derecha y de izquierda. Los partidos históricos han desaparecido y los partidos con dueño no representan a nadie. Solo sirven de vientre de alquiler para que los caudillos puedan disputar el poder. Ya no tenemos élites políticas. Ellas han sido reemplazadas informalmente por el partido de los medios concentrados. Hemos vuelto a la era de los caudillos como en el siglo XIX. Tampoco tenemos movimientos sociales ni asociaciones vigorosas. Han sido reemplazados por los movimientos ciudadanos, algunos de ellos aluvionales. El Perú vive también una profunda crisis de representación social.

3. El poder siempre ha sido manejado por las élites políticas, por las élites militares y por las élites económicas con masas indiferentes que solo se activaban y entraban al escenario en períodos de aguda crisis económica y social. El XIX es el siglo de las élites militares, gran parte del siglo XX (1895-1968) es el reino de las élites económicas (con blindaje militar desde 1914 hasta 1956) y de las élites políticas (partidos de notables y partidos de masas). Las masas se hacen presentes con estallidos sociales, revoluciones, movimientos sociales, sociedad civil y partidos políticos en gran parte del siglo XX.

4. En la primera etapa del siglo XIX (1821-1844), producida la independencia, las élites económicas y políticas (monárquicas y republicanas, conservadoras y liberales) fueron incapaces de tomar las riendas del Estado heredado de la colonia. Llenaron el vacío los caudillos militares que disputaban el poder a punta de guerras civiles y elecciones. Estas servían para legitimar al caudillo triunfante en la guerra civil. Las élites políticas, conservadoras y liberales se convirtieron en válidos (El historiador Basadre dixit) de los caudillos militares. Algunos sectores populares, indígenas y urbanos participaron en las guerras civiles y revoluciones exigiendo la eliminación del tributo indígena y de los diezmos o negociando cualquier otra demanda. La multitud urbana de Lima, en 1833, derrotó al ejército de Gamarra en defensa del general Orbegoso, quien había sido legalmente elegido.

Elisa Loncón mujer mapuche, grupo indígena de Chile, es la presidenta de la Convención Constitucional de Chile, órgano que será fundamental para crear la nueva ley que sustituirá la actual que fue impuesta por Augusto Pinochet.

Élites y masas en el bicentenario. “Las élites liberales fracasaron en su proyecto de formación y construcción del Estado moderno (1845-1895)”.

5. Lo nuevo de la segunda mitad del siglo XIX (1845-1895) es el ingreso de las élites económicas y políticas liberales, exportadoras del guano y el salitre, a la lucha por el poder con los caudillos militares apelando a las revoluciones y a las elecciones. Ellos se proponían reducir el numeroso cuerpo de oficiales y el excesivo gasto militar (casi la mitad del gasto público entre 1821 y 1844) y forjar un Estado liberal reorganizando el Estado colonial heredado cuyas instituciones solo había cambiado de nombre. Los políticos liberales se organizaron en clubes políticos y electorales y formaron el Partido Civil (1871) de alcance nacional que triunfó en las elecciones de 1872 con Manuel Pardo, quien inauguró el primer gobierno civil en medio de la resistencia de los militares.

6. Amplios sectores sociales, indígenas y urbanos, participaron en las revoluciones sociales y políticas logrando un triunfo parcial en 1854-1855 al conquistar en plena revolución la eliminación del tributo indígena y la libertad de los esclavos y un triunfo total al derrotar al ejército de Cáceres en la revolución de 1894-1895. La revolución liberal de 1854-55 fue liderada por los políticos liberales (Elías, Pedro y José Gálvez, Ureta) y por Castilla, un militar conservador moderado. La revolución de 1894-95 fue liderada por la Coalición Nacional, una alianza de civilistas y demócratas, y por Nicolás de Piérola.

7. El Perú del siglo XIX fue un país a la deriva. Diez guerras internacionales y once guerras civiles generaron un clima de permanente inestabilidad e incertidumbre. Las más rescatables de esas guerras fueron la independencia, la revolución liberal de 1854 y 1855 y la revolución de 1894-1895. Las victorias políticas más importantes fueron la instauración de la República (1821), la libertad de los esclavos y la eliminación del tributo indígena (1854-1855). La República recogió la herencia de la Constitución de Cádiz de 1812 y fue, en verdad, una comunidad imaginada que se apoyaba en la nación y en la ciudadanía que eran también más imaginarias que reales. Eran imaginarias porque operaban en una estructura económica, social, cultural, estatal heredada de la colonia que mantenía plena vigencia. En la primera etapa republicana, el Perú fue un país anárquico, inestable e ingobernable: “De 1821 a 1845 hubo diez congresos, siete constituciones, cincuenta y tres gobiernos…” (Aljovín, 2000).

Élites y masas en el bicentenario.

8. Las élites liberales fracasaron en su proyecto de formación y construcción del Estado moderno (1845-1895). No pudieron vencer al gamonalismo ni organizar coaliciones sociopolíticas estables (Kurtz, 2013) y no se apoyaron en funcionarios autónomos sino en los gamonales para construir el Estado en el interior del territorio, (Soifer, 2015). Pardo pensaba que la fuerza del mercado podía disolver las relaciones de servidumbre. Tampoco pudieron construir la nación ni institucionalizar el ejército. Fue un siglo de fracasos. Las élites (conservadoras, liberales y militares) tuvieron éxito en enriquecerse gracias a la corrupción inflando deudas del Estado o inventándolas (Quiroz, 2019).

ALGUNAS PALABRAS MAS.

La ONU - CEPAL, Instituto de Estudios Peruanos IEP  y decenas de instituciones han publicado sobre el racismo y los  efectos negativos que provoca en la integración. 

En esta ocasión DIARIO16 invita a la lectura de la investigación de Martín Hopenhay y Alvaro Bello, opinion que no ha sido sometida a revisión editorial, son de exclusiva responsabilidad de los autores, advierte la burocracia,

En América Latina y el Caribe hay entre 33 y 40 millones de Indígenas divididos en unos 400 grupos étnicos, cada uno de los cuales tiene su idioma, su organización social, su cosmovisión, su sistema económico y modelo de producción adaptado a su ecosistema.

Cinco países agrupan casi el 90% de la población indígena regional: Perú (27%), México (26%), Guatemala (15%), Bolivia (12%) y Ecuador (8%).

La población negra y mestiza afrolatina y afrocaribeña en la región alcanza unas 150 millones de personas, lo que significa alrededor de un 30% de la población total de la región.

Con relación a su ubicación geográfica, se ubican especialmente en Brasil (50%), Colombia (20%) y Venezuela (10%).

Tras siglos de exclusión y dominación, a principios del nuevo Milenio los pueblos indígenas, afrolatinos y afrocaribeños presentan los peores indicadores económicos y sociales y tienen escaso reconocimiento cultural y acceso a instancias decisorias.  Además, la discriminación étnica y racial también está en la base de los sentimientos xenofóbicos en los países de la región.

Tal discriminación se transfiere al otro-extranjero, sobre todo si no es blanco y migra desde países caracterizados por una mayor densidad de población indígena, afrolatina o afrocaribeña.

La xenofobia se exacerba si aumenta la masa de desplazados entre fronteras, sea por razones económicas o expulsadas por conflictos bélicos; y sobre todo si las migraciones internacionales presionan sobre mercados laborales ya restringidos en los países receptores.....

https://www1.undp.org/content/undp/es/home/blog/2021/avances-reales-contra-el-racismo-en-el-pnud.html

Naciones mestizas. El resto de las naciones latinoamericanas -Brasil, Colombia, Cuba, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Panamá, Perú y Venezuela- sí prohíben expresamente en sus constituciones la discriminación por motivos de raza. Y, en muchos casos, esas cláusulas fueron introducidas precisamente como un esfuerzo consciente para luchar contra el racismo, precisamente lo que ahora otros quieren lograr eliminando la palabra.BBC.

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Creado en 1992 – 2015 por July Balarezo y Jorge Zavaleta Balarezo. Taller de Pintura Mestres Lima-Barcelona y Universidad de Pitsburgh PA

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