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Estados Unidos anuncia su intención de reincorporarse a la UNESCO en julio
La Directora General de la UNESCO, Audrey Azoulay, convocó hoy a mediodía una reunión con los representantes de los 193 Estados Miembros de la UNESCO para informarles de que los Estados Unidos de América han comunicado oficialmente su decisión de reincorporarse a la Organización a partir de julio de 2023 sobre la base de un plan de financiación concreto.
©UNESCO
Se trata de un fuerte voto de confianza en la UNESCO y en el multilateralismo. Confianza no sólo en la centralidad del mandato de la Organización –cultura, educación, ciencia e información–, sino también en la manera en que este mandato se traduce hoy en día.
Audrey Azoulay, Directora General de la UNESCO
©UNESCO
En una carta dirigida a la Directora General, el Departamento de Estado de Estados Unidos elogiaba la manera en que la Unesco ha afrontado los nuevos retos en los últimos años, modernizando su gestión y reduciendo las tensiones políticas.
Elegida al frente de la Unesco en noviembre de 2017, Audrey Azoulay ha liderado mediaciones para aliviar tensiones políticas y encontrar consensos en los temas más sensibles, como Oriente Medio.
Además, se han llevado a cabo nuevas iniciativas que han permitido a la UNESCO comprender plenamente los desafíos contemporáneos -como la ética de la inteligencia artificial o la protección de los océanos-, mientras que nuevas campañas emblemáticas de terreno –como la reconstrucción de la Ciudad Vieja de Mosul en Iraq– han permitido a la Organización volver a conectar con sus ambiciones históricas.
Por último, las reformas administrativas aplicadas desde 2018 han hecho a la UNESCO más eficaz.
El anunciado regreso de Estados Unidos es posible gracias al acuerdo alcanzado en el Congreso en diciembre de 2022 por el que se autorizan las contribuciones financieras a la UNESCO. De hecho, Estados Unidos había suspendido su contribución en 2011 debido a su legislación nacional, y luego notificó su decisión de retirarse legalmente de la Organización el 12 de octubre de 2017.
El plan propuesto debe someterse ahora a la aprobación de la Conferencia General de los Estados Miembros de la UNESCO; algunos de ellos han pedido que se celebre una sesión extraordinaria a corto plazo para decidir.
Las bibliotecas geopolíticas del siglo XXI
Enormes y suntuosas construcciones arquitectónicas albergan archivos culturales de las actuales potencias económicas mundiales, incluidas aquellas que no permiten la libertad de expresión
Jorge Carrion.
Miles de personas circulan por el hall, el auditorio, los museos y la biblioteca
En el complejo cultural de la mayor petrolera del mundo, Saudi Aramco, a las afueras de Dharhan, se celebra la fase final del programa iRead –coordinado
por Noura Alzamil y Sami Albatati–, en la que se decide quiénes son los mejores jóvenes lectores de este año del mundo árabe.
Han participado más de 50.000. Han llegado delegaciones desde Egipto, Turquía o Qatar. El evento, que combina las mesas redondas, los recitales y
En la actual Bienal de Venecia de Arquitectura, el estudio OMA, dirigido por Rem Koolhas, ha presentado los próximos hitos culturales de Qatar, el país vecino: museos y escuelas, todos ellos diseñados por firmas de prestigio global. Pero ya hace tiempo que el pequeño estado arábigo es una potencia cultural en la región, con iconos de repercusión más allá de sus fronteras. La Biblioteca Nacional, del mismo arquitecto, abrió sus puertas en 2018. Y la sede principal del conglomerado de medios Al Jazeera se encuentra en su capital, Doha.
Museos y la biblioteca de Ithra, donde se lleva a cabo la fase final del programa iRead (Foto: Grosbygroup)
Museos y la biblioteca de Ithra, donde se lleva a cabo la fase final del programa iRead (Foto: Grosbygroup)
A través de la cultura y la comunicación, gracias a presupuestos muy superiores a los de nuestros países por los yacimientos de petróleo, esas monarquías absolutistas parecen vivir un momento muy parecido al que recorrió Europa durante el siglo XVIII: el despotismo ilustrado. Después de las primaveras árabes de principios de la década pasada, empezaron a desarrollar proyectos de museos y bibliotecas, tal vez con la conciencia de que el desarrollo económico puede neutralizar el descontento social, y con la certeza de que el crecimiento de la economía es imposible sin la educación.
`La comprensión lectora, una de las obsesiones de las políticas educativas de nuestra época, se puede estimular con espacios librocéntricos. Pero esa inyección de capital en la política cultural y educativa mira también hacia el exterior, en una estrategia de poder blando con varios ecos en la geopolítica simbólica internacional. Por eso no es extraño que países tan distintos como Corea del Sur o China también estén apostando por las bibliotecas y los museos de última generación.
Es algo que, extrañamente, comparten en el siglo XXI los regímenes autoritarios con las democracias más avanzadas: la fe en la importancia de unas arquitecturas que son al mismo tiempo archivos culturales, narrativas que dan identidad ciudadana, posibles atracciones turísticas, ámbitos del encuentro social, espacios tanto para la lectura y el estudio en silencio como para la oralidad y las artes escénicas, instituciones transdisciplinares, intergeneracionales y acogedoras.
“Hemos de afianzar la fe en la cultura, asumir la misión y ser emprendedores y prometedores, para esforzarnos conjuntamente por la creación de una nueva cultura perteneciente a nuestra era y por la construcción de una civilización china moderna”, declaró Xi Jinping, secretario general del Comité Central del Partido Comunista de China el pasado 1 de junio.
La Biblioteca Tianjin Binhai, en China, fue encargada al estudio de arquitectura holandés MVRDV (Foto: Grosbygroup)
Lo que no dijo es que esa construcción está siendo llevada parcialmente a cabo por firmas occidentales, que siempre trabajan con un socio local. Así, los holandeses MVRDV firman el proyecto de la nueva y espectacular biblioteca de Wuhan, en colaboración con el estudio UAD de Hangzhou. En los últimos cinco años se han inaugurado centenares de librerías y bibliotecas en el gigante asiático. Y más de 5.000 museos. Pero ese nuevo edificio en Wuhan es particularmente significativo, pues tratará de eclipsar otro espacio de la ciudad: el mercado donde muy probablemente se originó la pandemia de covid-19.
MVRDV también llevó a cabo la Biblioteca Tianjin Binhai, con su famoso auditorio esférico, sus estanterías en cascada y sus casi 35.000 metros cuadrados. Como la futura biblioteca de Wuhan o la de Ithra, aúna cultura, educación, tecnología, ciencia y fotogenia.
Los museos y la biblioteca de Ithra son impresionantes edificios que buscan generar calidad en la experiencia cultural (Foto: Grosbygroup)
Los museos y la biblioteca de Ithra son impresionantes edificios que buscan generar calidad en la experiencia cultural (Foto: Grosbygroup)
Hasta la fecha, la gran mayoría de las que han ganado el premio de la Federación Internacional de Bibliotecarios y Bibliotecas a la mejor biblioteca pública son nórdicas. Sólo una estadounidense y otra australiana han conseguido el galardón. Pero entre las finalistas de este año no hay ninguna americana ni del norte de Europa: son la Janez Vajkard Valvasor de Eslovenia, la Gabriel García Márquez de Barcelona, la City of Parramatta, Australia, y la Shanghai Library East de China (del estudio danés Schmidt Hammer Lassen).
Entre las bibliotecas finalistas de este año no hay ninguna americana ni del norte de Europa (Foto: Grosbygroup)
Entre las bibliotecas finalistas de este año no hay ninguna americana ni del norte de Europa (Foto: Grosbygroup)
Incluso en países sin libertad de expresión, las bibliotecas y los museos poseen potencial democrático, porque son esencialmente críticas. Las grandes empresas y los gobiernos con recursos económicos los construyen en clave aspiracional: por su prestigio transversal, por su valor positivo, por el nuevo juego del branding de ciudades y países en el contexto de la globalización, por su capacidad de generar calidad en la lectura. Y creen que pueden controlar la información, el discurso, el corpus. Pero en el centro de un espacio cultural bien nutrido hay una zona que no puede ser controlada, una zona en la que alguien se encuentra con un texto o con un dato. Entonces, se da la comunicación directa entre un cerebro y una idea. Y nunca sabes cuáles van a ser las consecuencias.