David Flores Vásquez, director de la Lira Huaylina, grupo fundado en 1945 por los más destacados músicos de la ciudad de Huaylas, Ancash - Perú. Una de las canciones más difundidas el vals "TodosVuelven", del escritor peruano César Miró,
David Flores Vásquez*.
“Para un público de cinco. Escribo
ahora lo mismo que siempre, sin pensar si tengo más fama, si hay más público
esperando. Uno escribe para cinco amigos que sabe quiénes son y que son sus
primeros críticos. Si después de eso hay un gran público al cual le gustan los
libros que uno escribe, es una cuestión de suerte”: “García Márquez: el gallo no es más que el
gallo”. Pluma, abril de 1985. (Revista Cambio de Colombia, presidente GGM. Asociado con Cambio16 América y Grupo Cambio16 - Diario16 de Madrid.
https://centrogabo.org/gabo/contemos-gabo/la-amistad-en-14-reflexiones-de-gabriel-garcia-marquez
Nuestro amigo Jorge Zavaleta Alegre dedica el interesante artículo “Todos Vuelven” de su
columna Papel de Arbol a Luis Espinoza Alcedo y los hermanos Flores Vásquez,
fundadores de la Lira Huaylina. Sintiéndome aludido, aun cuando no soy
fundador, me permito tomar la posta para decir algo sobre el tema, pidiendo
desde ya, mil disculpas por mi atrevimiento.
Tengo la casi seguridad que cuando César Miró escribió “Todos
Vuelven” y le puso música, no imaginó jamás la trascendencia de lo que estaba sembrando.
No pensó seguramente en ese
instante que su mensaje poético y musical
involucraba a innumerables personas, a aquellas que
dejan su tierra natal para aventurarse
por un mundo casi siempre desconocido y,
por tanto, a veces hostil; que dejan su tierra
a la cual recordarán siempre, en las
buenas y en las malas. Por tanto, no se equivocó cuando finalmente
dijo en una de sus líneas que “todos vuelven por la ruta del recuerdo………”
¿Alguien podría decir que no lo hace?.
Puedo afirmar que este vals y “El Provinciano” de Laureano Martínez Smart, se complementan plenamente en el alma de cada
migrante peruano; mejor aún, de cada uno de nosotros, los provincianos.
Como es obvio, cada migrante tiene sus propios motivos, sus propias razones o
necesidades para dejar sus lares nativos y
su familia. En ésta que queda la madre, que siempre ocupa un lugar preferencial, por nuestra propia naturaleza humana y es por
eso la persona de nuestro especial recuerdo.
Paseo del Cóndor, antigua fiesta ya extinguida para cuidar la vida del Ave que protege la vida en los Andes.
En el caso del Perú, extenso país con sistema heredado desde la colonia, y
posiblemente también en otros países de
América Latina por las mismas razones,
siempre ha surgido la necesidad o el afán de “salir” de la santa tierra con
motivo de estudios o trabajo a ciudades
más grandes o distantes cuya fama llegaba
a los más recónditos lugares. Vale solo recordar que en el Perú, hubo un tiempo en que, por ejemplo, existían
universidades sólo en Lima, Trujillo, Arequipa, Ayacucho y Cusco. Por tanto, el
que aspiraba a ser un profesional y no
vivía en ninguna de estas ciudades, necesariamente
tenía que viajar y, además, dejar a los
suyos.
Es obvio que con motivo de un viaje, con cambio de residencia, no siempre éste
es o será necesariamente favorable. Se, por ejemplo, el caso de
alguien que, al no lograr su objetivo, por honor, se resistía al retorno a la santa tierra para no volver en calidad de fracasado.
Pero es que existe y ha existido siempre en todo ser humano el afán de salir, de progresar o lograr algo más; conocer
otras latitudes, asumir retos aún sin la
certeza de que el viajar con ese motivo será siempre positivo o favorable. A
pesar de todo en esas circunstancias se
ven obligados a dejar lo suyo al que,
con seguridad, a la larga, siempre se
vuelve, necesariamente, por lo menos con
el recuerdo.
A quienes nos gusta la música y por tanto, de paso la poesía, es explicable
que este tipo de canciones nos impacte un poco más. Debo entonces manifestar
que en un conjunto musical provinciano, hablemos en este caso de la “Lira
Huaylina”, es casi imposible que no
tenga en su repertorio “Todos Vuelven” y “El Provinciano”.
Vale rememorar que quienes por una razón u otra hemos dejado el solar
nativo, con el corazón lacerado, vivimos siempre con la nostalgia de la tierra
ausente, sobre todo en situaciones
especiales que pueden ser de éxito o de fracaso
o de obligada comparación con las situaciones que nos toca vivir.
Por eso ha sido siempre usual y diremos mejor con precisión, una
costumbre, que en la víspera del día de
la partida, había que despedirse con sentidas serenatas frente a puertas o balcones
especiales, en compañía de amigos que
entendían bien nuestra nostalgia y
nuestra pena. Se dejaba así un mensaje de añoranza y el “hasta cuando Dios quiera”. Los suspiros tras
la ventana o el balcón eran, obviamente,
el complemento ansiado y esperado y, casi siempre, la promesa de una espera ¡Oh maravilla!, sin
plazo de vencimiento…….
Es obvio que César Miró tuvo sus propias motivaciones para producir tan
sentidos versos y envolverlos en música inolvidable. No fue provinciano como
yo, pero quizá lo sintió, a su manera,
cuando en otras latitudes intentó ser actor y no lo logró en el nivel que
esperaba. Su país, el Perú, era la
tierra a la que volvió primero en el recuerdo. Después sus versos y su música
materializaron sus sentimientos y quedó para todos nosotros “Todos vuelven”, para no irse jamás.
La “Lira Huaylina”, ha interpretado
muchas veces el vals “Todos Vuelven” y es emocionante comprobar que, en determinado momento, las
personas que escuchan, acompañado espontáneamente al conjunto, cantan
en coro la parte que dice:
“El
aire que trae en sus manos,
La flor del pasado, su aroma de ayer………”
en clara demostración de que “Todos Vuelven” se ha convertido en himno
popular.
Hay pues, amigos, muchas canciones en el mundo que espontáneamente han sido
adoptadas por la gente como verdaderos himnos de infinita nostalgia. Creo que
“Todos Vuelven” de César Miró en el Perú es una de ellas razón por lo que con
su perdón, desde donde se
encuentre, he trazado estas líneas.
Me quedo pensando con él en ese “árbol solitario del silencio”. Un árbol
que existe en todo lugar y en toda circunstancia y que para ubicarlo, solo hace
falta intuirlo…….pues con el sueño que
nos regala, podemos volver a la santa tierra, desde cualquier lugar.
*David Flores Vásquez.* Músico y Jurista especializado enTurismo, es Director de la Lira Huaylina, uno de los grupos musicales más destacados del Callejón de Huaylas- Ancash-Perú. David y Luis, hermanos, son actualmente la memoria viva de este laureado grupo y de todos los que mantienen vivo el recuerdo de la tierra natal y gozan del aprecio de las diferentes generaciones que gustan y valoran la música.
https://www.elmercuriodigital.net/2014/11/la-lira-huaylina.html
Papel de Arbol fue creado en 1992 en Lima por July Balarezo, Historiadora y miembro del Taller de Pintura Teresa Mestres Miraflores-España.
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Edición y Administración Jorge Zavaleta Balarezo PhD en literatura y cine latinoamericano por la Universidad de Pittsburgh.}
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