Jorge Zavaleta Alegre
Cancún, México será, en mayo próximo, la sede de 45 Asamblea General de ALIDE,
organización con sede en Lima que agrupa a noventa entidades de la banca de
desarrollo de Latinoamérica.
En esta asamblea el tema
central a discutirse será la “productividad
y desarrollo empresarial: conectividad, innovación y emprendimiento,
internacionalización y financiamiento”.
Diversos estudios de la
misma asociación y de universidades de prestigio aprecian aquellas políticas que mejoran la
productividad de las empresas, porque constituyen un puente clave en la competitividad, tarea a la cual concurren las instituciones financieras de desarrollo,
en tanto deberían fortalecer su acción
con el crédito y fomentando la integración
nacional e interregional.
El temario incluye una revisión del financiamiento para el
desarrollo de ecosistemas de innovación y emprendimiento a partir de casos de
éxito y fomento de las cadenas de valor.
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Soledad Barrera, ecuatoriana, Presidenta de ALIDE |
Actualmente, Alide, es
liderada por María Soledad Barrera, presidenta del Directorio de la Corporación
Financiera Nacional (CFN), de Ecuador, quien informa que Ricardo Palma Valderrama,
representante especial de Alide ante organismos internacionales y países extra
regionales, se encargará de la
responsabilidad ejecutiva de la asociación, como secretario general a.i. hasta la cita de México, en mayo de 2015.
Esta designación, consecuencia del inesperado fallecimiento del secretario
general, Rommel Acevedo (el último 26 de enero), constituye una meditada
decisión, en tanto que el banquero peruano Ricardo Palma Valderrama, es un profesional con experiencia que el Estado le encargó en dos oportunidades la
responsabilidad de que el Perú sea sede de las asambleas anuales del BID, en
el año 2004 y el próximo octubre del
Banco Mundial y Fondo Monetario
Internacional – BM/FMI.
Aunque este aspecto
debería ser motivo de un análisis específico, según informes públicos, esas convocatorias
internacionales, dejan un beneficio intangible al país anfitrión como capital
financiera, un impacto en la economía en general, ingresos en turismo de
negocios, con un perfil socioeconómico alto, interés por la inversión,
proyectos, remesas y negocios. Por cierto, un requisito previo para ese reconocimiento
es el compromiso de sus gobernantes e
instituciones a defender la necesaria e indispensable estabilidad política,
económica y social.
América Latina y el Caribe (ALC), tampoco es un paraíso
terrenal, en tanto existen importantes
rezagos y profundas brechas sociales por
cerrar. En términos de la Banca de Desarrollo, persisten bajos niveles de inclusión y también
experiencias para promover la
participación de más segmentos poblacionales en el sector financiero.
Esta realidad plantea que las instituciones de ALIDE aumenten la oferta de servicios, hagan
más visible su trabajo y no dejar el monopolio de la información y la
oferta a la banca privada. Los ejemplos sobran: en muchas oportunidades, por
ejemplo en el Perú del fujimorismo, líneas
de crédito que captaba la Banca de Desarrollo, con tasas preferenciales, eran devueltas,
porque los bancos privados captaban clientes con subterfugios
y pagos temporales de intereses
similares a las que ofrecían las multilaterales. Esos ejecutivos, hoy encaramados silenciosamente en las entidades
supervisoras, tratan de cortar el vuelo
a la banca de desarrollo.
La Banca de Desarrollo necesita más dinamismo en materia de
ahorro, crédito, seguros, etc., acceso conveniente a estos productos y
servicios, sea a través de cajeros corresponsales, ventanillas compartidas,
banca móvil, etc., tarea que también demanda un cambio de mentalidad de la
población, mayor educación financiera, la construcción de credibilidad,
confianza en el sistema, la creación de
la infraestructura de comunicaciones adecuada, para que el usuario haga valer
sus derechos y responsabilidades.
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Banquero Ricardo Palma V.,sec.gral a.i. Alide |
Una exigencia urgente
es cómo superar la poca integración financiera entre nuestros países, y la integración financiera hacia adentro,
porque de lo contrario los beneficios quedan circunscritos a sectores o territorios que ya están vinculados
al sistema financiero.
Los expertos plantean “actualización
y modernización de las plataformas tecnológicas y de la comunicación para estar
en capacidad de ser inclusivos y democráticamente financieros. La gestión adecuada del cambio tecnológico es la
clave que permitirá a las instituciones
financieras disponer de diferencial competitivo y sobrevivir en el largo plazo”.
El Grupo Consultivo del G20, dio a conocer que “promover la
innovación tecnológica e institucional es un medio para ampliar el acceso y la
utilización del sistema financiero, incluso haciendo frente a las deficiencias
de infraestructura”.
A manera de síntesis, la inclusión social y financiera de la
banca de desarrollo es rentable para la
sociedad y conlleva ganancias de bienestar. El acceso a los mecanismos de ahorro
y crédito puede liberar la asignación eficiente de recursos al planificar la
materialización de proyectos de inversión socialmente rentables. Puede reducir
los costos de transacción en la economía, al impulsar un uso más extensivo de
los sistemas de pagos y aumentar las posibilidades de los agentes económicos de
obtener una adecuada cobertura de riesgos.
Los bancos de desarrollo de la región tampoco han estado
inmovilizados en este cuarto de siglo. Vienen haciendo innovaciones de una
variedad de instrumentos, programas e iniciativas, como ocurre en Chile, Argentina, Ecuador.
Los economistas latinoamericanos más lúcidos plantean que las
cuantiosas reservas que disponen ahora
varios países bien podrían servir, en parte, para invertir en promoción de
medianas y pequeñas empresas que ayuden a superar el desempleo y la explosiva migración interna
y hacia el exterior.
Manuel Romero Carro, decano del Colegio de Economista del
Perú, presidente de la Corporación Financiera de Desarrollo-COFIDE y fundador en
1990 de Gestión critica ahora desde
Cambio financiero C16 de España,
que el actual gobierno se está
destinando fondos a mega
proyectos de dudosa rentabilidad y con sobrecostos como es el Gasoducto Sur
Peruano, vías transversales del Pacífico
con Brasil y otros, en tanto los sectores demandan créditos en montos pequeños. Los
bancos de desarrollo incursionaron desde hace buen tiempo en el mercado de las micro
finanzas con singular éxito, siendo sus programas generalmente los de mayor
crecimiento y de los más grandes de la ALC.
En la actualidad son pocos los países en la región, que han formulado
una estrategia nacional para la educación financiera. Solo Brasil ha logrado
completar una estrategia nacional bajo la Red Internacional de Educación
Financiera, le siguen en este proceso de
implementación, México, Colombia y Perú.