La Revista Prensa Ancashina, celebra este año 2014, treinticuatro años, con el lema: la vanguardia de la moralización.
Con este motivo su Consejo Directivo convoca a sus lectores para saludar a las mujeres y hombres que marcaron el compromiso de trabajar, en serio, por su terruño.
Este ideal se plasma en un Libro con la biografía de más de 100 personas vinculadas a Prensa Ancashina, que edición tras edición, nos enseña que la belleza natural de los Andes solo tiene valor si prima la solidaridad y el bienestar de sus habitantes, que sigue siendo una tarea pendiente
Evocando nuestra juventud al pie de los nevados, que ya no son perpetuos, nuestro saludo para
artìfices de este milagro de la comunicación que se anticipó a la globalización, caminando y soñanado con la hermandad de las comarcas desde un país complejo que mantiene aún muros mentales e infranqueables..
Por
Jorge Zavaleta Alegre.-
Publicado en Prensa Ancashina Nº 150 Año XXXIII MARZO ABRIL 2013Poeta, escritor, matemático,
periodista, educador de juventudes, con sus 96 años cumplidos, Isaías
Elías Zavaleta Figueroa es un activo ministro cuasi fundador de las
Asambleas de Dios del Perú, avivamiento espiritual que en el siglo XX
se extiende entre los cristianos del mundo que se dieron a la tarea de
predicar el evangelio, desde la visión del Nuevo Testamento o
renacimiento Pentecostal.
Isaías se acerca a un siglo de vida, reeditando su novela
El final de una vida (180
pp), novela publicada en 1974, en la Editorial Parón, pequeña empresa
que creó en su tierra natal y le siguió acompañando en Trujillo,
calle Bolognesi 656, del Centro Histórico de esta ciudad del norte
peruano.
El autor, en el prólogo de su obra, considera que hay
tantísimas manifestaciones del hombre que quedan ahogadas a diario en el
fondo del ser, por falta de un lenguaje oral o escrito que dé curso a
las ideas engendradas por la mente.
Y esas manifestaciones que a
cada persona le toca sentir en grado variable a su actividad, están
aquellas que impresionan a nuestro ser, y son específicamente las
experiencias externas que timbran las cuerdas de nuestra sensibilidad,
haciendo surgir en nosotros amor u odio, alegría o sentimiento, gozo o
desilusión, adhesión o protesta contra todo aquello que es injusto del
hombre contra el hombre.
EL FINAL DE UNA VIDA, precisamente,
describe al personaje central como a los demás que conforman el elenco
de esta obra, los que simbolizan la trama real del mundo actual en
que vivimos hoy, con su odio, desengaño, vanidad, lucro, farsa, vicio,
venganza, deslealtad, conductas que luchan contra el amor y el perdón,
únicos patrimonios que el hombre debe defender a todo costo.
Por
eso, Zavaleta Figueroa sostiene que si peca demasiado es por no saber
presentar a mis hijas virtuales (las ideas) carentes de ropaje
literario y exentos de colorido artístico en sus formas; en cambio sí,
las dejo salir tal como han sido concebidas en parvadas, cual avecillas
que se deleitan en la libertad de sus alas, porque sé que dejándolas
libres con la sinceridad que se las envía, llegarán al oído de los
ricos y de los pobres, de los que engañan y de los desengañados, de los
que gustan disfrutar del poder a expensas del hombre ajeno y de los que
sufren el abuso de aquellos.
El autor nació el 16 de Febrero de 1917 en Caraz, en el Callejón de
Huaylas, Ancash, un valle de clima templado, a 400 kms. al Noreste de
Lima, protegido por dos cadenas de montañas - Blanca y Negra-, lagunas,
lagunillas, manantiales, aguas termales y riachuelos que alimentan el
Santa, uno de los pocos ríos de cauce regular, que desemboca al
Pacifico, y que durante las cuatro estaciones del año mantiene una
variada agricultura, incluyendo diversidad de flores, frutas, alimentos
de panllevar. La elaboración de los refrescos y los helados con el
hielo de las faldas del Huandoy y el Huascarán, se truncó con el
terremoto del 70.
Isaías Zavaleta, durante su juventud estuvo muy
cerca de los adolescentes dando las primeras lecciones de la política
al servicio de la vida, de la comarca que los cobija. Creyó en el
gobierno local, como la institución que ensambla los sueños y las
esperanzas de las antiguas comunidades, tan vigentes para construir el
desarrollo sustentable, teoría tan de moda en el presente siglo, y que
rescata el valor del conocimiento trans disciplinario, división o
fraccionamiento que nunca debió separarse en la formación del niño.
En
Caraz, junto con el poeta Hernán Osorio Herrera, hizo periodismo y
veladas literarias en Radio Claridad, una sonora muy apreciada por la
ciudadanía, un modelo de comunicación sustentada en la ética, las
buenas costumbres y la solidaridad puesta a prueba.
La reciente
publicación de EL FINAL DE UNA VIDA, tiene ingredientes sui géneris, que
demuestran el valor permanente de la tecnología. Siguiendo la lección
de Vallejo – “aquello que se inventa no se puede desinventar”, la
edición que hoy tenemos en nuestras manos - 16 de febrero 2013-
conserva las características originarias.
Los nuevos
instrumentos de la industria digital y de internet han permitido
confirmar que las ideas no tienen fronteras, y se convierten de locales
en globales.
EL FINAL DE UNA VIDA ha sido reeditada tomando la
primera matriz, escrita en una antigua maquina Remington o Royal, en
aquellas teclas metálicas y sonoras, trasladadas en “esténcils” y
reproducidas en mimeógrafo, máquinas aún valiosas en nuestras aldeas de
oro.
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Lienzo de July Balarezo |
Esta edición tampoco es fruto de la casualidad. Han
concurrido: July Balarezo, con su alegórico lienzo que ilustra la
carátula. July y Jorge Zavaleta Balarezo, desde Frederick y Jonesburgo,
con su recuerdo diario de los abuelos Elena y Eva, Juan e Isaías, que
colmaron sus sueños y alimentaron sus primeros pasos.
Principales obras
ANTES
Y DESPUES DEL TERREMOTO, III Tomos. Es un conjunto de relatos del
Callejón de Huaylas, antes y después del terremoto del 31 de Mayo de
1970, la más grande tragedia del siglo XX en el planeta, que produjo la
muerte de 70 mil personas.
Sus crónicas han formado parte de
importantes investigaciones de sismólogos internacionales y nacionales y
han contribuido a la creciente toma de conciencia sobre la necesidad
de la prevención para disminuir el impacto de los desastres naturalesm
que siempre afecta a los más vulnerables.
Parte de estas publicaciones forman parte de una colección de libros sobre sismología publicados en Moscú, 1980.
FRAGMENTOS.
IV Volúmenes. Publicados en los años 1971, 72 y 73. Constituyen una
serie de comentarios y análisis sobre la organización y desorganización
de las entidades públicas encargadas de la reconstrucción de los
pueblos destruidos por el sismo del 70.
LA MADRE Y EL HIJO
ACUSADO, 1963. Un drama corto que revela las dudas e incertidumbres de
los grupos sociales para criar a sus hijos dentro o alejados de los
esquemas de la sociedad tradicional de los años sesenta, década de los
grandes acontecimientos que vivió el mundo. Imprenta Atun Huaylas, Jirón
Luzuriaga 114, Caraz.
VALORES QUE NO SE PIERDEN, 1962. Relatos
de actualidad para niños, jóvenes y adultos. Impreso en los Talleres
Gráficos “Atalaya”, Caraz, de Abel Angeles.
¿QUIENES SON
CULPABLES? Drama Protesta, en II Actos. Escrita en Caraz, Mayo de 1970.
Impreso en Editorial Parón, Trujillo, 1974.
Estas y otras de
sus publicaciones han sido presentadas por el autor, a través de un
largo peregrinaje por los pueblos de Ancash y el Perú, fuentes
inagotables para su creación poética y sus prédicas dominicales en
concurridos auditorios. “A medida que los años pasan/ Si tú amigo que
siempre me lees/ Estas experiencias que yo te cuento,/ déjalas que en tu
corazón se graven.
Don Isaías Elías reciba el saludo de sus
seres más queridos: De Rosa Amelia, Lolo, Lolito y Bruno. De Elida
Beatriz y Adolfo, su esposo. De Coco y Montse desde Barcelona. De July
y Jorge. De Elena Alegre, Arturo Miguel y Adolfito, desde el Cielo.
“Tu
respuesta, siempre ejemplar, la hemos conocido. Por ejemplo, en tu
poema "Practica el Bien”: "No dejes dejes de honrar a tus padres,/
Porque largura de años tendrás como premio/ Y te irá bien en todo lo que
hagas,/ Porque es un mandamiento con promesa”.
Nota. En Caraz,
aún queda en pie la casa del escritor. Isaías, conocedor de la
resistencia de materiales y de la energía solar, construyó una cálida
vivienda que soportó el infausto terremoto del 70 y que sirvió de breve
refugio para los vecinos. Queda también aquel intenso perfume de las
enredaderas de Madre Selva, de claveles y jazmines que sembró y
cuidó Elena, su compañera eterna. Elena, la mayor de nueve hermanos,
fue hija de Porfiria y Víctor Alegre, un juez probo, reconocido por los
pobladores de Huaylas, especialmente por los campesinos, por la justa
distribución de las aguas, sorteando la presión de gamonales.
El Final de una Vida.
http://cultural.argenpress.info/2013/02/isaias-una-vida-de-ideas-renovadoras.html