Jorge Zavaleta Alegre
Un distrito, una comunidad,
el municipio, el gobierno local, necesitan encontrar en su Biblioteca las
respuestas para resolver e impulsar iniciativas que van a plasmar sus sueños. Adiós
a los depósitos de libros, empolvados, sin uso y sin lectores.
Este concepto de
Biblioteca Pública, respaldado por infinidad de usuarios e instituciones
especializadas, convierte a la institución en una aliada del desarrollo articulado:
local-provincial-regional-nacional-global, que con la tecnología contemporánea es posible. Es una realidad.
En los libros debemos encontrar las soluciones a los
problemas inmediatos de las comunidades, para trasmitir los valores tradicionales, combatir la drogadicción, promover campañas de salud,
tecnología agrícola, industrial. Las
Bibliotecas Públicas son aliadas del desarrollo social.
En síntesis, según Ramón Mujica Pinilla, director de la BNP
desde hace cinco años, “….cada biblioteca pública debe ser el espejo de las
necesidades de desarrollo de su propia comunidad”.
Después de tantas batallas legalistas y las presiones de libreros para hacer negocios con el Estado en
la compra de centenas de miles de textos impresos para los centros
educativos, presuntamente, de los últimos rincones de un país de agreste
geografía.
La política se
construye con gestos. En el Día de la Mujer, la Biblioteca Nacional del Perú – BNP, ha
pedido de sus trabajadores expresó su satisfacción de poner en marcha el Sistema Nacional de Bibliotecas, expresando su homenaje a Carmen Checa de Silva, pionera de
la bibliotecología que a lo largo de su trabajo consiguió plasmar el
funcionamiento de MIL BIBLIOTECAS, entre
los más alejados distritos de Piura, en la frontera ecuatoriana, en los
municipios más poblados de Lima y otras localidades del país.
En ese acto, la BNP entregó la Medalla de Honor “Clorinda
Matto de Turner” a tres destacadas intelectuales en reconocimiento a
sus aportes a la educación, las artes y la cultura: la abogada y periodista
Alfonsina Barrionuevo, la arqueóloga, antropóloga y educadora, Ruth Shady Solís
y la educadora, abogada y antropóloga Aída Vadillo Gutiérrez.
Recordemos que Clorinda Matto de Turner, autora de la novela Aves
sin Nido, representa la
literatura en defensa del indígena,
tarea que la llevó a su expulsión del país por el clero. Escritora (Cuzco
1852 - Buenos Aires 1909), ejerció el periodismo y publicó con el seudónimo Carlota Dimont y otros, en El Heraldo, El Ferrocarril, El Rodadero, El
Eco de los Andes y El Mercurio.
Fundó la revista El Recreo. En Arequipa, dirigió el diario La
Bolsa. En Lima se integró al Círculo Literario y el Ateneo de Lima. La Unión
Iberoamericana de Madrid la nombró socia honoraria. Dirigió el semanario El Perú Ilustrado, en el cual destacó la
obra Magdala, del escritor brasileño Henrique Coelho
Netto (23-VIII-1890), considerado sacrílego, hecho que provocó que el arzobispo
de Lima Manuel Antonio Bandini prohibiera, bajo pena de pecado mortal, la lectura, venta y difusión de El Perú Ilustrado.
Clorinda Matto había
denunciado la corrupción del clero y el maltrato a la
población indígena, basado en el asesinato de una campesina por un fraile
enceguecido por los celos. Tras ser excomulgada, Clorinda presentó su
renuncia para que se levantase la censura eclesiástica contra el semanario de su propiedad.
Perseguida por su militancia en el Partido de Avelino
Cáceres, líder en la guerra con Chile, fue expatriada y fijó su residencia en Buenos
Aires, donde defendió a "Las
obreras del pensamiento en la América del Sur".
En su largo trajinar murió
de congestión pulmonar. Años más tarde, el
Congreso peruano dispuso la repatriación de los restos de la escritora. Clorinda
Matto, propulsora del indigenismo moderno en América, siguió los pasos del
boliviano Alcides Arguedas, autor de Raza de bronce.
CARMEN CHECA DE SILVA
Su hijo Enrique Silva Checa, autor de dibujos, cerámicas y
esculturas, presenta una exposición sobre su madre, promotora de la lectura, investigadora y propulsora
de la Ley que crea, en junio 2014, el
Sistema Nacional de Bibliotecas.
Conseguir esta norma legal es la suma previa de la labor de
Carmen Checa, quien creó los programas Bibliobús, el Fondo San Martín,
Estaciones Bibliotecarias. Formó parte del
primer grupo de bibliotecarias que organizó el historiador y director de
la BNP Jorge Basadre. El balance se resume en 1000 Bibliotecas, liderando el equipo intregrado
por Olivia Ojeda de Pardón, Amalia Cavero. Martha Chiriboga, y Carlos Cueto.
En su memoria, Carmen Checa registra el pensamiento de Víctor Raúl Haya de
la Torre, fundador del Apra en México 1917: “El único camino: educar para
integrar, poder romper la discriminación y el subdesarrollo”.
Creó el Centro de Documentación de Literatura Infantil. Recibió las Palmas Magisteriales. Es Honoris
Causa de la Universidad de Piura. Autora
de varios libros de su especialidad y
cuentos.
Defendió la idea
central que un alfabetizado no es igual
a leer. El término es para cumplir el
trabajo y el desarrollo de bibliotecas.
Respecto al Fondo San Martín - creado por Ley 10747 cuando
Fernando Cueto Fernandini, dirigía la BNP durante el gobierno de Velasco
Alvarado - era financiado con un
impuesto a las ventas al por menor de las joyas y objetos de oro y plata de
lujo de uso personal.
En el año 20015, una reciente Ley reconoce como Política Pública la creación
del Sistema Nacional de Bibliotecas,
punto de partida de un camino sin tropiezos, aunque las Políticas
Públicas, denominación que se va multiplicando en el léxico de la tecnocracia,
pierde su esencia cuando se trata de una labor multidisciplinaria e
intersectorial.
Que el pesimismo no prosiga. La tecnología posibilita
democratizar las fuentes de lectura. Una Biblioteca Municipal, es la casa de la cultura de todos, un centro cívico de
la comunidad, donde se puede reconstruir lo mejor de nuestro pasado histórico,
como lo remarca Ruth Shady, desde Caral,
la Ciudad Sagrada, la más antigua de Nuestra América.
jorgez@telefonica.net.pe