VIGILANCIA CIUDADANA
Marco Castillo, economista, consultor internacional, eficiente ex gerente de COFIDE, el banco de desarrrollo peruano, recuerda su paso por las aulas de la Universidad Mayor de San Marcos y aborda el tema presupuestal del Gobierno Regional.
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Recuerdo la primera clase en San Marcos del profesor de presupuestos y contabilidad. Decía que “su curso era algo complicado, muchos números, porcentajes, índices, decimales y más; sin embargo, explican bastante bien los resultados y te da una idea clara de la calidad de gestión de la institución que se analiza”.
Basados en datos al 23 de noviembre del presente año, cualquier ciudadano puede encontrarlo en el portal de consulta amigable del MEF, se observa que el presupuesto 2016 de nuestra Región (no incluye presupuesto de municipalidades); es de casi 1,400 millones de soles. De ese monto solo el 15%, fue considerado para ejecución de proyectos; y, el 85% restante para sueldos, salarios, pensiones, gastos de bienes y servicios básicamente (es decir gasto corriente).
Las carencias son inaceptables respecto a infraestructura. Para educación, salud, saneamiento, transporte, desarrollo urbano, frontera agrícola, cultura y deporte, solo 15%, para inversión. Ese monto resulta insignificante por donde se le mire. ¿No hemos podido sustentar apropiadamente la necesidad de mayores recursos?
Ese porcentaje de 15% significa 201 millones de soles; lo peor es que solo se ha ejecutado el 17% de ese monto, es decir 34 millones de los cuales al menos 9 millones sirvieron para pago de consultorías asociadas a proyectos, casi una cuarta parte de lo ejecutado!
El nuevo Gobernador podrá decir que tales resultados no corresponden a su gestión. ¿Acaso no lo es? En las sesiones de Consejo nunca se vieron estos temas? Ningún consejero lo pidió? ¿O es que las luchas subalternas por apropiarse de espacios de poder fue lo importante?
¿Cuantos proyectos fueron aprobados con cargo a esos 201 millones? Repuesta: 104 proyectos. Difícil de creer, pero es verdad estimado lector: el porcentaje de avance de ejecución a fines de noviembre para 81 de tales proyectos es de CERO por ciento.
Dentro de esta situación se encuentran proyectos de irrigaciones, represas, saneamiento, agua potable y desagüe, servicios educativos, electrificación rural, postas médicas, asfaltado y veredas, así como la mejora de la vía Yungay-Llanganuco entre otras obras de inversión. Preocupa e indigna esta triste realidad.
En el Congreso de la República se viene discutiendo el anteproyecto de presupuesto 2017. La pésima noticia es que el 75% se quedará en las entidades del gobierno central y el 25% se distribuirá entre los 25 gobierno regionales y los 2033 gobiernos locales del país.
Pareciera que la lógica del "ajustón" hacia arriba tiene como telón de fondo la desconfianza del gobierno central por los escándalos de corrupción que muchos gobiernos regionales han proporcionado. A no dudarlo el nuestro se encuentra entre los no deseados primeros lugares.
Este escenario debe servir para que el Presupuesto de nuestro gobierno regional privilegie infraestructura de soporte logístico a la actividad productiva, porque el presupuesto centralizado al parecer tendrá una mayor intervención en infraestructura de salud y educación.
En todo caso suponemos que el nuevo Gobernador Regional habrá tenido la suficiente aptitud y designado cuadros gerenciales solventes moral y técnicamente. Un consejo frecuente en las escuelas de negocios a los presidentes y gerentes es que se rodeen de personas calificadas pues así aprenderán más y tendrán gestiones exitosas. Solo los mediocres se rodean de personal poco calificado, incondicional o genuflexo.