Valle de Yanahuara, al pie del Misti, en la ciudad sudamericana de Arequipa, con la minería la agricultura dejó de florecer. (Foto, Páramo 2015)
Este Siglo XXI, es un mundo con un estado de cambio y con crecientes desequilibrios que permiten hablar no sólo de un  tercer mundo, sino de un cuarto y hasta un quinto, porque dentro de cada país hay heridas incurables que ya no duelen, o que duelen a muy pocos.
A finales de los 90 (1987) Manuel Calvo Hernando, fundador de la Asociación de Periodismo Científico, en España,  caminó por  Latinoamérica para  promover la importancia de una nueva era en las Ciencias de Información. Los frutos más notables se siguen cosechando  sobre todo  en Uruguay, Argentina, Colombia (Fundación García Márquez), Cuba Escuela de Cine de la Habana), México, Costa Rica….Perú.
La Fundación Universitaria San Pablo  Ceu,  promovió en Valencia uno de los primeros conversatorios: “Periodistas para el III Milenio”.  En ese encuentro participaron Ángel Benito, profesor  de la Complutense, con Información y nuevas tecnologías. Herminio Boira, profesor de Botánica de la Politécnica, Valencia y Manuel Calvo Hernando.

Laberinto Siglo XX convoca al periodismo científico para salir de esta bruma. Oleo July Balarezo, 2016. Taller Mestres Lima-Barcelona.

Estamos en la era de la Ciencia, y por tanto, el reflejo de la actualidad científica y tecnológica en los medios informativos  es, o debería ser la Gran Noticia, la explicación diaria del Universo, el instrumento de participación de la gente en esta singular aventura de la especie humana que es el  conocimiento científico y su aplicación técnica.
En los decenios finales del siglo XX y en los umbrales del tercer milenio, la actualidad periodística, educativa, y también el pensamiento, el mundo, el  hombre y sus contradicciones, los problemas que nos ocupan, nos preocupan y a veces nos  aterran, los hechos naturales que  nos conmueven.
Entramos en una época sin precedentes en el  conocimiento y en la comunicación, y esta era coincide, paradójicamente, con un estado de cambio y con crecientes desequilibrios que permiten hablar no sólo de un  tercer mundo, sino de un cuarto y hasta un quinto.
Es un momento  histórico, en el que por un lado, una parte de la humanidad ha alcanzado o está alcanzando cotas de bienestar  hasta ahora reservadas a los poderosos de la Tierra, y por otro, se acentúa  las desigualdades entre los países y aún entre los distintos sectores económicos de una misma nación, en aspectos tan vitales como la educación (cultura), la economía y la seguridad…el  acceso al bienestar.


El periodismo científico puede considerarse como una especialización profesional de nuestro  tiempo, con objetivos básicos: La creación de una conciencia pública sobre el valor de la investigación al servicio  del conocimiento   y del desarrollo y la urgencia de que las sociedades que aún no lo están, ingresen  en una fase científica.
Los periodistas para el III Milenio, según me permito  recordar  la  conversación con  Manuel Calvo Hernando, en su domicilio, donde todas, absolutamente todas sus habitaciones estaban llenas de libros, y  una de sus  lecciones de esa Asociación de Periodismo Científico, fue remarcar: “El mundo está  cambiando ante nuestros propios ojos y una de las características es, precisamente, la modificación, a veces explosiva,  de costumbres, saberes, normas, lenguaje, técnicas, modos de comportamiento y, en general, de todo   ese entramado que constituye la vida cotidiana y que se convierte por razón de su novedad y de su trascendencia, en materia informativa.


El uso de la información para  reconciliar al hombre con la ciencia y la técnica y  hacerlas accesibles a la mayor parte de la población. Y para terminar en la Biblioteca Digital  de Washington DC-Unesco leo:
 “Después de la literatura…
… no hay actividad o profesión más apasionante que el periodismo. Ninguna que haga vivir tanto la vida como una permanente aventura, que exponga a quien lo practica a tantas experiencias sobre la condición humana y sus infinitas manifestaciones y ramificaciones, y que eduque mejor y de manera tan vívida sobre las grandezas y miserias de la historia que se va haciendo en nuestro entorno y la levadura que anima la vida de las naciones y los individuos». Palabras de Mario Vargas Llosa. angelapmf@gmail.com.
Más allá de su liberalismo  extremo  del Nobel MVLL, su disciplina y constancia en mantener sus ideas, es una lección para el libre pensamiento y alentar respuestas en busca de la felicidad para todos. JZA.