Jorge Zavaleta Alegre. Madrid-Lima
El milagro económico de China irrumpió
en 1949. Una de sus primeras decisiones de su gobierno fue alentar el retorno de
sus connacionales y al mismo tiempo invertir en la educación de sus
jóvenes en las universidades más prestigiadas del planeta.
A pesar del poderoso entorno económico, se puede afirmar que
el grupo de los BRICS, ha moderado el ritmo de crecimiento de los países en
desarrollo, y éstos todavía continúan alimentando el motor de la economía
mundial. Así, se prevé que China e India seguirán manteniendo un crecimiento
económico fuerte.
Esa política camina ahora entre Rusia y América Latina. Sin duda, un siglo
después, está en marcha un Nuevo Multilateralismo en el
cual concurren las diferentes
reparticiones de la ONU, la sociedad
civil, los bancos y financieras de desarrollo, los medios de comunicación, entre otras instituciones, tratando de dar
respuestas a los problemas estructurales de la pobreza, precisando, por cierto,
responsabilidades diferenciadas entre el Norte y el Sur.
Una muestra es la dinámica del Banco para el Desarrollo y
Asuntos Económicos Exteriores de Rusia, Vnesheconombank, presidido por
Vladimir Dmitriev, con la reciente convocatoria, en Moscú, de una misión de quince
miembros de la Asociación Latinoamericana de Instituciones Financieras para el
Desarrollo – ALIDE, organismo con
sede en Lima y con 80 miembros activos y fuera de la Región a Alemania, Canadá, China, España,
Francia, Portugal, Suecia y Rusia.
El primer balance de
esa cita, indica el haber conseguido la creación de contactos estratégicos y alianzas, porque el mundo de hoy lo
demanda. Lo confirman las declaraciones
de representantes del Ministerio
de Asuntos Exteriores de la Federación Rusa, de la Cámara Baja Rusa-DUMA,
Cámara de de Comercio e Industria de Rusia, y de la actual presidenta de ALIDE y de la Corporación Financiera Nacional (CFN),
de Ecuador, María
Soledad Barrera, de nacionalidad ecuatoriana, de los banqueros, empresarios y autoridades de gobierno de la Región:
‘Conexión y Negocios' para que los empresarios rusos puedan hacer negocios con
organizaciones y empresas latinoamericanas.
Datos del comercio exterior mundial muestran que las
importaciones de la Federación de Rusia bordearon los USD 317,000 millones en
2013, monto conformado principalmente por maquinarias,
productos farmacéuticos, materias plásticas, carne y derivados,
comestibles, caucho, etc.
En julio del 2014, líderes de los cinco países que conforman los
BRICS acordaron estructurar un banco de
desarrollo - New Development Bank- con
un capital de US$ 50,000 millones que otorga a China (Shanghái su sede) y a India, la primera
presidencia rotativa. Brasil, Rusia y Sudáfrica también recibieron responsabilidades.
Formalizaron la creación de una reserva de US$ 100,000 millones, para
recurrir en caso de crisis de la balanza
de pagos.
Ambas iniciativas, que requieren aprobación legislativa,
aspiran a brindar una alternativa al financiamiento del FMI y el BM, donde los
países BRICS vienen buscando una mayor participación. Las medidas coinciden con
una desaceleración del crecimiento económico en los cinco países desde 10.7% en
2007 hasta 5.4% este año.
Los BRICS están ganando peso político y demostrando su rol en
el ámbito internacional. Hay una creciente gravitación de los mercados
emergentes más grandes en la economía global. Sudáfrica se incorporó dando a
los BRICS una representación geográfica más amplia.
En este contexto la banca de desarrollo encuentra necesario reforzar la labor de promoción y
financiación de proyectos e inversiones y la identificación de fuentes
apropiadas de financiamiento a las necesidades de los inversionistas de la
región. Facilitar a los bancos de desarrollo, empresarios e inversionistas de
los países de la región que cuenten con proyectos de inversión susceptibles de
recibir alguna modalidad de coparticipación externa.
La Banca rusa, de
propiedad pública, creada en el 2007 tiene representaciones en Reino Unido,
Alemania, Italia, Francia, Estados Unidos, China, India, República de Sur
África, Suiza. En Rusia existen
cuatrocientos bancos regionales, entre públicos, privados, municipales y locales, ofreciendo diversos
servicios financieros.
Vnesheconombank es responsable de proporcionar
apoyo a la inversión, seguros y consulta de proyectos en Rusia y en el exterior,
destinados al desarrollo de la infraestructura, innovación en zonas económicas
especiales, protección del medio ambiente, apoyo a las exportaciones de
productos rusos, obras, servicios y apoyo a las pequeñas y medianas empresas. Interés
futuro: cofinanciación de proyectos en los sectores de la construcción de
maquinaria, energía, educación y protección del entorno, así como de la pequeña
y mediana empresa.
Si bien en los últimos años el sector financiero de América Latina y el Caribe ha crecido, es
aún insuficiente si se le compara con las economías emergentes de otras partes
del mundo. Más allá de la relación entre PIB per cápita promedio y acceso,
existen otros factores, como la desigualdad en la distribución del ingreso,
aspectos institucionales y macroeconómicos, que también son claves en la
determinación del nivel de acceso a los servicios financieros.
El proceso de globalización no es un fenómeno reciente, se ha
acelerado durante los últimos 50 años con beneficios que sin duda aún no cubren
las expectativas de las grandes mayorías.
El crecimiento económico mundial ha
sido más rápido en este período con un efecto en los estándares de vida. En la actualidad
las expectativas de vida en los países en desarrollo promedian 65 años, lo que
se compara con menos de 40 años en 1950. De 1980 a la fecha el número de pobres
en el mundo definidos como aquellos que viven con menos de un dólar al día, ha
caído en alrededor de 200 millones.
No obstante, la globalización ha estado acompañada de una
serie de riesgos, y derivados en buena medida de la importancia adquirida por
los movimientos de capital en el proceso de globalización. De manera simultánea la mayor relevancia de
las corrientes internacionales de capital ha dado lugar a riesgos, por la alta
sensibilidad de dichos flujos, su importancia relativa en la balanza de pagos y
la tendencia de los agentes económicos a reaccionar al retiro ante
circunstancias cambiantes.