Papel de Arbol

miércoles, 6 de febrero de 2019

INVESTIGAR DESDE LA CIENCIA, OjoPúblico

Desde Papel de Arbol
Jorge Zavaleta  Alegre

El periodismo es la pasión por encontrar la verdad  y solo la verdad, porque es el principio y el fin de la vida, parte esencial de la sociedad, del grupo con el cual se  comparte inquietudes, esperanzas  o frustraciones. Cree el aldeano  vanidoso,- decía Martí - a quienes en lugar de construir el bien común,
piensan que el fin de la vida es quitar la novia al vecino,  ambicionar los bienes  ajenos. No  hay mejor cetro que un buen periódico... y este  será siempre como los correos  antiguos el cómo  llegar siempre al destinatario, saltar al  caballo antes que nadie con la  buena nueva o la noticia esperada por la comunidad, por el ser más querido.

Hablando de noticias, para saludarnos por el año 2019, mi hijo nos escribió: Holas,
Les adjunto un libro sobre Borges, realizado a partir de unas conferencias en Ginebra, y editado por la U de Torino. El motivo es que, si revisan el libro, y llegan al último artículo de la profesora Belinda Palacios, encontrarán una referencia a un artículo mío en una revista académica de Chile y que puede ser refrendado en la Bibliografía.

Cada vez encuentro más referencias a mis trabajos en tesis y libros de Ecuador, Brasil, Argentina, Hungría, España, Inglatera, etc.No significa que sea famoso ni célebre sino que hay que entender que el académico es desinteresado y generoso.

En un reciente debate con la July, ella me decía que escribo y me publican pero por eso no me pagan. El dinero es una ilusión, hoy lo tienes, mañana no. Si no, no hubiera ocurrido la Gran Depresión y la cisis del 2008. Soy un hombre altamente espiritual y con valores éticos que aprendí de los libros y que me inculcó mi Mami. No me llama el dinero, no me perturba. Conseguir un trabajo, mi eterno y urgido reto, aumentará en algo el peso de mis bolsillo, pero seguiré viajando en bus y viviendo en la horrible ciudad que ya en enjundioso estudio diseccionó Sebastián Salazar Bondy.
Tuve dinero alguna vez, lo gastaba en libros, discos, en ir al cine y tal vez en alguna mujer que creía me llenaba. MeE fui a PIttsurgh y viví una suerte de paraíso. Todo eso pertenece al pasado y la nostalgia se impone como cuando ahora leo Rayuela, un libro clave, y pongo jazz, como para estar a tono con el argumento. ¿Volveré a tener dinero? Al menos tengo dos manos. Pero cosas como la que envío, satisfacen mucho. Una conferencia sobre Borges en Ginebra, la ciudad donde falleció y un artículo mío citado en ese encuentro.

Como en el título de la novela del chileno Alberto Fuguet, Por favor, rebobinar, creo que hay que hacer eso. Rebobinar.MI Mami siempre quiso que estudiara literatura, las satisfacciones materiales son pocas. Hay que entender que las Humanidades poco tienen que ver en el dinero, sino hubiera estudiado negocios, medicina, derecho.

Por un mundo mejor, como veíamos anoche a Vargas Llosa con mi Papi, yo creo que sí vale la pena leer a Joyce y a Proust. Mis lecturas desde adolescente de Hemingway, Faulkner, Huxley, Moravia, Quiroga, Henry Miller, Lawrence, Durrell, Dostoievsky, Céline, Nabokob, Musil y tantos más configuraron una personalidad en mí que a veces ustedes perciben como evasiva y lejana. La literatura es un hechizo perpetuo y el cine, que siempre analizo como un entomólogo, es otro placer, como el rock, el pop, el jazz,,,

¡Feliz Año!

Jorge

OjoPúblico. Es un medio digital de periodismo de investigación y nuevas narrativas que apunta a ofrecer un cóctel cada vez más raro: historias relevantes, noticias verdaderas, textos bien escritos y herramientas informativas innovadoras sobre temas urgentes de la agenda pública nacional. Es un equipo de reporteros experimentados que asume el reto de los lectores: ser incómodos con el poder, vigilantes de la democracia, poner nuestra mirada al servicio del interés ciudadano en vez de promover intereses ajenos. 
OJOPUBLICO. Editorial
En este lugar están prohibidas las tonterías disfrazadas de periodismo, la chismografía sin fundamento y las cortinas de humo. Todo eso ya sobra en el quiosco de la esquina. Aquí se practica la máxima que guía a los grandes emprendimientos de la prensa libre: publicamos las historias que nos gustaría ver y leer para estar informados de verdad. Estamos comprometidos con la vigilancia y el control del poder estatal y corporativo, del crimen organizado transnacional, de la corrupción en todas sus formas y de otras amenazas contra el interés público, el medio ambiente y los derechos humanos.

Estimado Jorge,
Esta semana en Ojo Público publicamos un artículo sobre los cambios en la lista de paraísos fiscales identificados por el Perú, modificaciones se dan luego de 18 años y excluyen a Luxemburgo protagonista del escándalo financiero #LuxLeaks. 

Además el último informe de Oxfam Internacional revela que la riqueza de 26 personas equivale a los ingresos de 3.800 millones de pobres en el mundo y tres nuevos factcheckings desde nuestro programa #VerdaderoOFalso en alianza con RPP Noticias.

Perú identifica nuevos países y territorios offshore luego de 18 años. El Gobierno peruano actualizó la relación de paraísos fiscales que mantenía desde el 2001 y excluyó a Luxemburgo. Ahora, empresas que realicen negocios en estas jurisdicciones deberán documentar ante la Sunat las operaciones que concreten bajo la modalidad de precios de transferencia. 

La fortuna de 26 personas equivale a los ingresos de 3.800 millones de pobres en el mundo. El informe de la organización Oxfam presentada en el Foro Económico de Davos alerta sobre el aumento de la desigualdad en el mundo y advierte que la riqueza desmedida se sostiene también en los trabajos no remunerados a las mujeres. 

El informe de la organización Oxfam presentada en el Foro Económico de Davos alerta sobre el aumento de la desigualdad en el mundo y advierte que la riqueza desmedida se sostiene también en los trabajos no remunerados que se les asigna a las mujeres.

Elizabeth Salazar Vega, miembro  de OjoPúblico, explica:

SIN PAGO. El estudio de Oxafan advierte que la riqueza extrema se logra a costa del trabajo precario y sin pago que, en su mayoría, asumen las mujeres:

Entre el 2017 y el 2018 a fortuna de una élite de personas alrededor de todo el mundo se incrementó en 900.000 millones de dólares, mientras que la riqueza de la población más pobre se redujo en un 11%. Estos son algunos cálculos del último informe de desigualdad que la ONG Oxfam Internacional presentó en el Foro Económico de Davos, luego de analizar el Global Wealth Databook del banco suizo de inversión Credit Suisse y la lista de millonarios Forbes.

Según el estudio, actualmente 26 personas acumulan la misma cantidad de dinero que lo que poseen 3.800 millones pobres extremos en todo el mundo. La cifra revela el aumento de la brecha de inequidad, pues el año anterior el número de privilegiados era 43. En tanto, en América Latina y el Caribe la fortuna de los milmillonarios aumentó en un 10%, pues facturaron unos 36.000 millones de dólares adicionales.

El economista Marcel Ramírez, Gerente General de TaxAction Consulting y docente de la Escuela de Gestión Pública de la Universidad del Pacífico, sostiene que en el Perú la inequidad de la riqueza empieza en la distribución de la carga tributaria, pues más del 50% de lo que el Estado recauda proviene de impuestos al consumo, que afecta a todos; y un porcentaje menor grava directamente el patrimonio o la riqueza, que impacta en los más ricos.

“Esto, sumado a la elusión y evasión fiscal, nos muestra que quienes tienen mayores ingresos soportan una menor carga tributaria. En los Panama Papers vimos que las rentas se trasladaban a otros países, según la conveniencia, para eludir el pago de impuestos. El informe de Oxfam busca alertar estas inequidades y cómo los que acumulan más ingresos lo hacen aprovechando la mano de obra sub remunerada”, agregó.

En su informe Oxfam advierte que esta riqueza desmedida se logra a costa del trabajo riesgoso y mal pagado que se asigna a terceros; una pirámide de inequidad donde las mujeres son las que ocupan el mayor porcentaje de empleos precarios y no remunerados y que, según la organización, podrían calcularse en unos 10 billones de dólares no solventados.

Trabajo no remunerado

Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la “Economía del Cuidado” consiste en actividades socialmente adjudicadas a la mujer por su género, ante la ausencia de servicios estatales que puedan cubrir esta fuerza laboral, y que disminuyen el tiempo y rendimiento que ella podría dedicar a un trabajo formal.

El informe de Oxfam señala que en Latinoamérica las mujeres dedican en promedio 38 horas semanales al cuidado de adultos mayores, parientes enfermos, niños y limpieza del hogar de manera gratuita, mientras que los hombres solo invierten 16 horas.

En Perú las cifras son muy semejantes. El 2017 el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) realizó un estudio de brechas de género donde confirma que una de las afectaciones a la independencia y desarrollo económico de la mujer es el trabajo no remunerado.

De acuerdo con sus datos, mientras los hombres dedican 15 horas a la semana a actividades domésticas sin sueldo, las mujeres destinan 39 horas; situación que se acentúa en el área rural y en la selva. La mayor brecha en esta carga laboral se da entre las mujeres de 18 a 49 años de edad, pues trabajan 13 horas más que sus pares.
esalazar@ojo-publico.com

La Amazonía

Hoy, que la Amazonia se encuentra amenazada con discursos políticos que pretenden cuestionar las evidencias científicas del cambio climático, Ojo-Publico.com y otros 26 medios de América Latina suscribimos esta columna editorial renovando nuestro compromiso para profundizar en sus impactos y desafíos.

La Amazonía se encuentra en peligro. Algunos discursos políticos pretenden desconocer los impactos del cambio climático.

Donde sea que miremos hoy en el mundo hay señales del desastre ambiental. En la atmósfera: hemos depositado millones de toneladas de CO2 que están generando un calentamiento de la temperatura promedio global y que podría superar el umbral de los 2 grados a fines de este siglo. En los océanos, ese exceso de dióxido de carbono, está incrementando la acidez de las aguas  y destruyendo los arrecifes de coral, poniendo en riesgo su existencia. En estos mismos mares, flota para nuestra vergüenza una isla de plástico tres veces el tamaño de Francia, y también de ellos la industria pesquera extrae todos los días toneladas de especies marinas.

El impacto del hombre y la extracción de recursos continúa en tierra. A los  bosques los estamos destruyendo a un ritmo que al hacerlo liberamos aún más CO2 a la atmósfera del planeta, alteramos los patrones de lluvia, reducimos la biodiversidad, acorralamos a pueblos indígenas que habitan esos territorios hace siglos, y al mismo tiempo, borramos para siempre especies de plantas y animales que ni la ciencia ha tenido tiempo de observar y conocer. En la Amazonía, las mafias criminales envenenan con toneladas de mercurio los ríos para extraer el oro que termina alimentando las refinerías de Europa, Asia y Estados Unidos.

Nuestra especie está destruyendo árboles y animales antes de que siquiera podamos descubrirlos y maravillarnos ante ellos. Los insectos, el principio de la cadena alimenticia de muchos seres vivos, están esfumándose con consecuencias aterradoras.

Según la Agencia Internacional de Energía, desde 1990 el uso de combustibles fósiles ha aumentado. Aunque la producción de petróleo  creció a un ritmo más lento entre 1990 y 2017, la producción de carbón se duplicó en lo mismo periodo sobre todo en China. Incluso las inversiones en energía limpia se han realizado con una racionalidad puramente económica y bajo un manto de corrupción. Un estudio publicado el 2017 en la revista científica Plos One , pronostica que la construcción de solo seis represas podrían cambiar el ciclo de vida de la cuenca amazónica. Estamos provocando un apocalipsis del que más temprano que tarde seremos víctimas.

"Nuestra especie está destruyendo árboles y animales antes de que siquiera podamos descubrirlos y maravillarnos ante ellos"

El naturalista británico David Attenborough (Inglaterra, 1926) sintetiza este panorama de forma clara: ha dicho y repetido de la forma más clara posible: "En este momento nos enfrentamos a un desastre hecho por el hombre a escala global, nuestra mayor amenaza en miles de años es el cambio climático. Si no actuamos, el colapso de nuestras civilizaciones y la extinción de gran parte del mundo natural está en el horizonte”.

El último informe del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC) publicado hace unos meses nos advierte que el desastre es inminente si es que hoy no hacemos algo. El documento elaborado por el grupo de científicos más importante del mundo tiene mensajes para todos, gobernantes y hasta el último ciudadano de a pie: cada pequeño aumento de la temperatura importa, cada año importa, cada decisión que tomemos tendrá consecuencias en el futuro cercano. Tenemos  menos de 10 años para detener la intensidad actual con la que emitimos gases en la atmósfera. Ya no valen mucho más los diagnósticos. Hasta de cifras e informes hemos está saturado el Planeta. Es tiempo de actuar desde la evidencia.

Pero cada ser humano sobre el planeta tiene también una responsabilidad. Mientras un joven holandés ideó un método para recolectar el plástico del océano, decenas de ambientalistas y líderes indígenas dan su vida todos los años por la protección de bosques y otros recursos naturales a lo largo y ancho del mundo. Algunos empresarios renuevan la esperanza subvirtiendo la forma tradicional de hacer negocios para integrar la naturaleza en sus cuentas y balances. En laboratorios se reinventan las formas de producir energía, desde la fusión nuclear que imita la potencia del sol, hasta paneles solares de última generación, motores de hidrógeno. También vemos renacer costumbres sencillas y pérdidas como el uso de fibras naturales para reemplazar materiales no biodegradables.

"Llegó la hora de actuar, y el periodismo debe ser capaz de hacer viajar a esa velocidad las acciones que se necesitan"

El periodismo no es un oficio aislado a esta responsabilidad. Los periodistas de todo el continente tenemos un compromiso profundo para entender desde la ciencia que el planeta entero debe transitar hacia un modelo de crecimiento y desarrollo diferente. Un cambio que sin duda estará atravesado por conflictos, pero también de nuevas esperanzas y oportunidades. Detrás de las migraciones masivas que todos los días aparecen en nuestras páginas y pantallas, detrás de las protestas de los Chalecos amarillos en París y el rimbombante negacionismo de algunos líderes globales parece estar el mismo fenómeno: una sociedad global acomodándose ante el más grande desafío que ha encarado desde que los primeros hombres aparecieron en África hace 300.000 años.

El compromiso del periodismo con este momento es histórico. Es necesario interpelarnos y preguntarnos si realmente estamos haciendo lo suficiente. Como nunca antes en la historia, contamos con las mejores herramientas para comunicar información a una escala global y a velocidades tan rápidas como la de un haz de luz. Llegó la hora de actuar, y el periodismo debe ser capaz de hacer viajar a esa velocidad las soluciones y acciones que se necesitan para detener la catástrofe de la que ya estamos advertidos. El tiempo se acaba.

Medios que suscriben

Ojo-Publico.com (Perú), InfoAmazonia (Brasil), Mongabay Latam, El Espectador (Colombia), Semana Sostenible, Cuestión Pública (Colombia), Distintas Latitudes, Lado B (México), El Surtidor (Paraguay), El Deber (Bolivia), Correo del Caroní (Venezuela), GK (Ecuador), La Mula (Perú), El Desconcierto (Chile), Onda Local (Nicaragua), Actualidad Ambiental (Perú), Wayka (Perú), Red de periodistas de a pie (México), Zona Docs (México), Trinchera (México), Raíchali (México), Claves 21 (Argentina), Runrunes, El Pitazo.com, TalCualDigital (Venezuela), Red Ambiental de Información (Bolivia) y Connectas.

Autor:
OjoPúblico
@ojo_publico
ojopublicoperu@gmail.com

Solidario y amigo de Ojo Público, me permito saludar al  equipo  de editores y lectores con una reciente crónica  publicada por  Diario16 de Madrid,  Corresponsal en América Latina.

La mayoría de hospitales públicos y clínicas especializadas de Latinoamérica son organizaciones criminales en tanto se han convertido en organizaciones en las cuales la vida no vale absolutamente nada. El crimen y el robo organizado dominan en estos tiempos. Sin embargo, sus mejores ciudadanos y pueblos pequeños siguen apostando por el bienestar de todos.Testimonios de varios distritos y poblados del Perú, revelan que los hospitales públicos como el de Bravo Chico, en El Agustino, el Emilio Valdizán, en la Carretera Central o la clínica de Barranco que usufructúa el nombre del notable psiquiatra Baltazar Caravedo, pueden ser sin lugar a dudas retratos de una dolorosa realidad, donde la búsqueda del bien común es una quimera.Si existiera un Ministerio de Salud, tales nosocomios y otros podrían ser cerrados. Esta decisión   evitaría que la mayoría de los 10 millones de habitantes de la capital peruana y los miles de migrantes andinos no sufran una muerte anunciada....
sigue



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