Por Jorge Zavaleta Alegre
«¿Cuántos, en la vida, huyen de otros
porque no se ven a sí mismos?». Lazarillo de Tormes.
No hay un caso en la historia de América
Latina que una empresa
transnacional deje un país porque algún gobierno haya exigido mayor tasas impositivas. No existe una
muestra, una sola.
Es la figura inversa la que se impone
a lo largo de siglos, décadas. Cada
gobernante y sus equipos buscan mayor cercanía a las cúpulas del capital externo, porque Fujimori, hoy condenado a 25 años de prisión
por quebrantar los DDHH, en entrevista para Cambio16 (semanario de mayor prestigio
en España y Colombia, teniendo como presidente del directorio a Gabriel García
Márquez), después de una visita al Cotahuasi, el cañón o precipicio más
profundo de los Andes, afirmó:
“Quiero hacer del Perú el país más
seguro de la tierra, inclusive más que los
EU, para la inversión extranjera”.
Y en efecto cumplió
este sofisma. Vendió, regaló y/o
logró increíbles prebendas, de las cuales no se sabe dónde se encuentra la
diferencia entre los 6 mil millones que dejó en la caja fiscal
y los 14 mil millones que suma
del “remate” o desaparición de las
empresas públicas.
Claro, tiempos de globalización, cayó
el Muro. La globalización, el libre mercado, no ha beneficiado a las grandes
mayorías. El gobierno de Ollanta Humana
y de su primera dama Nadine Heredia, es
parte de esa corrosiva cadena, de asalto a la caja fiscal, cuyo gobierno
terminó el 28 de julio de 2016,
entregando el Oleoducto Sur Peruano a la firma Odebrecht por 14 mil millones de
dólares, cuando meses atrás negó la propuesta de Kúntur-Odebrecht, por 3,500 millones de dólares, operación que
ha sido analizada, criticada principalmente por
el economista Manuel Romero, fundador del diario Gestión, en 1990.
Las multinacionales, son agentes de una economía
cada vez más concentrada. A partir de 1990 la economía se organiza en torno a
las exportaciones de materias primas: minería, productos agroindustriales, y algunas
manufacturas como los textiles y confecciones. El Estado ha vendido gran parte
de sus empresas y concesionado puertos y aeropuertos, en ningún caso ha optado
por el accionariado difundido, inclusive
en las pensiones, la infraestructura con playas de estacionamiento, prisiones, cementerios y cremaciones, según
explica un gráfico: Participación en el PBI de los diferentes tipos de capital
(1950 - 2000). Elaboración: Humberto Campodónico. Fuente: FitzGerald, cuadro
19, p. 50 (2000)
INGENUIDAD O CAMBIO DE ESTILO
En este contexto, con voz
pausada y frases ingenuas, el presidente Pedro Pablo
Kuczynski manifiesta que “conseguir trabajo en el Perú es difícil pero uno de “esos
objetivos es cambiar “, ayudar a aquellos que no tienen empleo y que ese
trabajo sea debidamente remunerado, con los beneficios laborales que establece
la ley.
PPK grafica su política nacional
anunciando la Feria del trabajo, promovida por el Ministro del sector, en el distrito de Comas”,
en las estribaciones desérticas del
norte de Lima.
A principios del siglo XXI, el efecto
Pisco, frente al efecto Banano del Ecuador,
Tequila de México y Tango de Argentina, logró los mejores resultados en reducción de pobreza
e inflación, aparecía como el líder del
crecimiento en América Latina. Lo cierto es que no hubo ningún “milagro peruano”, como lo definen los
directos beneficiarios del modelo y socios del
fujimorismo y sucesores.
El Perú sigue siendo profundamente desigual. Equipos
liderados solo por respetados profesionales de la PUCP y San Marcos confirman las cifras de distribución del
ingreso. En el Perú operan 144
universidades o fábricas de dinero, que pagan a los profesores 20 soles por
hora de clase, según confesión de algunos docentes.
La realidad es más grave aún. Entre EEUU y Europa, más de 3,500
profesionales han obtenido grados de maestrías
y doctorados, pero las puertas se cierran al conocimiento en este país de 33 millones de habitantes con
los más bajos índices de comprensión de lectura y un galopante "aumento de la anemia
y desnutrición", según el consultor internacional, Marco Castillo
Torres.
Un estudio de la PUCP resume el
drama: ¿Cuáles son las razones que explican ese alto grado de desigualdad?
¿Nuestra herencia colonial ha tenido un papel en esta materia? ¿Cuál ha sido la
relación entre la política peruana y las diferencias en el ingreso desde
mediados del siglo XX hasta la actualidad? ¿Cómo y por qué se han ido
modificando estas desigualdades durante las últimas seis década en el Perú?
El libro responde a esas ¿?, de manera
interdisciplinaria -desde la historia, la ciencia política y la economía. La
mayor parte de la PEA es sub- empleada, es decir un alto porcentaje de trabajadores
reciben ingresos muy bajos. La encuesta del Banco Mundial del 2014 provocó un
gran error abusando de su capacidad de convocatoria o manipulación: “Una
persona que percibe más de 2.5 dólar/día pasa a la condición de “clase media”.
OTRO APORTE
Richard Webb (1975), utilizando una
cobertura cercana al 92% del ingreso nacional registrado en cuentas nacionales,
encuentra que en 1961, 39 por ciento del ingreso personal y 43 por ciento del
ingreso nacional se concentraba en manos del 5 por ciento más rico de la población,
mientras que el 1 por ciento más rico concentraba 25.4 por ciento y 30.5 por
ciento respectivamente.
México, Brasil y Bolivia tenían
coeficientes de Gini entre 0.52 y 0.53, mientras que los de Argentina y Chile
superaban ligeramente el 40 por ciento.
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¿Cómo entender los resultados del
Perú? Una opción poco creíble es que la educación y salud públicas tengan altos
niveles de calidad. Una más creíble es que el ritmo de crecimiento de la
primera década de este siglo, muy alto en comparación con cualquier estándar,
generó el surgimiento de nuevas empresas, pequeñas y medianas (lo que algunos
llaman “nueva clase media emergente”).
Las cifras del Perú mostrarían que un
crecimiento alto y sostenible, por encima de cierto umbral que parece ser 6.5%,
mejora la distribución de ingresos, aún en presencia de políticas sociales de
muy bajo impacto. Si esto es cierto, imagínese lector, cómo serían los
resultados sociales si el Estado funcionase con eficiencia. Con esta frase, contundente e irrefutable, los discursos por el Gran Kambio, son simple vanidades
del poder.
FUENTES CONSULTADAS
Diario Gestión. Manuel Romero,
Ricardo Parodi.
La desigualdad de la distribución de
ingresos en el Perú. Orígenes históricos y dinámica política y económica.
Carlos Contreras, José Incio, Sinesio López y Cristina Mazzeo y Waldo Mendoza.
Fondo Editorial - Pontificia Universidad Católica del Perú. 2015.
Fuente: Empleo en Perú
(Zonaeconomica.com - vhicaserna - Enero Del 2010) - http://www.zonaeconomica.com/peru/estrategia/empleo
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