Jorge Zavaleta Alegre.
Cambio16-Madrid.
En Trujillo, la tierra
donde nació el joven filósofo y jurista
Adolfo Omar Céspedes Zavaleta, se conmemoró, la noche del 7 de abril, el primer año de su
súbita muerte, dejando una sólida obra sobre el Perú, alentando la moderna
tesis del prioritario desarrollo local como el camino para fomentar ciudades
sostenibles, con justicia y equidad social.
Es una alentadora revisión al liberalismo
extremo, cuyos errores se ponen en
evidencia en la vieja Europa y EEUU.
La comunidad
trujillana, convocada por sus padres
Elida y Adolfo, congregó en la Iglesia Medalla Milagrosa a centenas de
personas, identificadas con los aportes de
este filósofo, que antes de cumplir 36 años ya había producido varios libros sobre la necesaria descentralización
económica y política, propuestas que han
sido recogidas por los poderes del
Estado y organizaciones especializadas.
En la reciente
conmemoración, sus padres Adolfo y Elida, presentaron un documental, en el cual
se aprecia el esfuerzo intelectual de Adolfo Omar participando en foros especializados en Europa
y América, empezando por la Universidad de Pittsburgh, en Pensylvania,
donde se graduó con honores.
Entre la juventud y la
muerte. En 1996, Adolfo publicó un artículo con ocasión del deceso de su amigo en el Colegio Claretiano de Trujillo, Eduardo Arce Sánchez.
Un año después, desde Barcelona, la poeta y periodista Montserrat Costas y el acucioso empresario Jorge Céspedes, recuerdan a Adolfo como la vida de una gaviota que logra trascender lo cotidiano; y nos ofrecen una ejemplar Pag. Web, dedicada al filósofo peruano, en la cual aparecen sugerentes reflexiones:
Un año después, desde Barcelona, la poeta y periodista Montserrat Costas y el acucioso empresario Jorge Céspedes, recuerdan a Adolfo como la vida de una gaviota que logra trascender lo cotidiano; y nos ofrecen una ejemplar Pag. Web, dedicada al filósofo peruano, en la cual aparecen sugerentes reflexiones:
“A veces nos
encontramos con la muerte sin siquiera darnos cuenta. La muerte llega sin
avisar y en cualquier momento, pues de barro estamos hechos, somos imperfectos
y contingentes. Es bueno estar preparado para aquel doloroso momento y tener la
plena confianza que nuestra existencia haya sido lo mejor que hayamos podido
dar de nosotros mismos, que hayamos trascendido de nuestra imperfección hacia
algo superior” (La Industria, diario decano del Norte del Perú, en el cual
Cesar Vallejo y Ciro Alegría fueron colaboradores permanentes)
Desde el Instituto de Desarrollo y
Descentralización – IDD), fundado en Lima a principios del presente siglo, con
aportes de otros intelectuales especializados, atendiendo
la tesis del Pensamiento Complejo, aliado
a la revolución del siglo XXI, Adolfo
Céspedes publicó varios libros y ensayos
de valor académico que son fuente de consulta en las principales Universidades peruanas.
Para él la
descentralización es como "un proceso de conformación y creación de regiones,
según lo dispuesto en la Constitución Política del Perú, que se consolidará
legal y materialmente cuando a través de acuerdos macro-regionales se integren
o fusionen dos o más circunscripciones
departamentales colindantes (las cuales deben orientarse a la constitución de
regiones sostenidas, en base al sistema de cuencas y corredores económicos naturales),
requiriéndose para ello que la propuesta de unificación sea aprobada mediante
referéndum de las poblaciones comprometidas".
Criticó al centralismo agobiante que “ha caracterizado nuestra sociedad por décadas, concentrando los capitales y bienes económicos de manera desproporcionada en la capital peruana, estaría, al menos teóricamente, dando marcha atrás para el bien de la comunidad en su conjunto.”
La descentralización,
en un sentido amplio lo conceptuaríamos, dice el autor, como “una forma de
aumentar la participación democrática de la población en la solución de sus problemas
más cercanos, y como un mecanismo útil para racionalizar la gestión pública en
aras del desarrollo integral y sostenible de las comunidades locales…”.
Fotos: Familiares y amigos de Adolfo Omar, en la Iglesia Medalla Milagrosa. Exposición y agradecimiento del Adolfo Céspedes Thorndike. Visita al Parque del Recuerdo, en la ruta a Huanchaco. La familia más cercana en el balneario de los antiguos Mochicas - Chimus de La Libertad: Huanchaco, el mar de los recuerdos. Desde Virginia, Margarita Céspedes Thorndike, de Barcelona, Montserrat Costas y Jorge Luis; de Frederick, Yuly y Jorge, desde Arkansas.
Entre la serie de plegarias y emotivos discursos, podemos recordar, las palabras de Isaías Zavaleta Figueroa, centenario abuelo, escritor y poeta, quien compartió muchas veces largas conversaciones con su nieto Adolfo Omar, visitando la Libertad y el mar.
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