TIME, HOY Y EL PASADO
Jorge Zavaleta Alegre
El 1 de octubre de 1950, era un niño que aprendía a leer y escribir. Mi
madre, seguía muy de cerca la poesía y cuentos cortos que escribía mi padre en
su vieja Remington, y hojeaba las novedades de Time y TimeMachine que llegaban,
vía Buenos Aires, a los pueblos de los Andes, como Caraz, al pie
del Huandoy, Huascaran y Alpamayo, que disputaban altura con los Alpes Europeos.
El sistema de suscriptores era
muy pequeño, no obstante que Time ya tenía más de un siglo. Betty Hutton fue
una artista de la década de los 40, que nuestros padres admiraron. *FOTO/
La siguiente crónica es motivada por un amigable comunicación del Editor de TIME, la cual me permito reproducir.
Meet Edward Felsenthal, |
https://mail.yahoo.com/d/folders/1/messages/211772?.intl=es&.lang=es-ES&.partner=none&.src=fp
Siempre tuve la sensación de que quería dedicarme al periodismo, pero no
sabía muy bien cómo. Así que decidí ir a la facultad de derecho y explorar el
periodismo en mi tiempo libre. Conseguí un trabajo de medio tiempo como
investigador en WGBH, la filial de PBS en Boston. Eso llevó a una pasantía de
verano que cubría leyes en The Wall Street Journal y luego a otra pasantía de
verano en The Journal. Después de graduarme, fui a un bufete de abogados
durante un verano. Al final, tuve una oferta de The Journal y una oferta del
bufete de abogados, fui con el corazón y me fui de allí.
¿Cuáles son tus recuerdos de TIME
mientras crecías?
Mi familia siempre fue una familia TIME. De hecho, tengo una carta de los
editores de TIME para mi abuelo que cuelga sobre mi escritorio. Como refugiado
de la Alemania nazi en la década de 1930, fue presentado a Estados Unidos, como
tantos otros de su época, a través de las páginas de la revista. ¡De vez en
cuando, devolvía el favor presentando a los editores de TIME algunas de sus
propias ideas! Una vez les escribió un poema señalando que se habían equivocado
al usar la palabra quién en lugar de quién en una portada reciente. ¡Le
escribieron una larga carta que básicamente decía que tenía razón!
Empecé a coleccionar números de la revista cuando tenía 8 años, comenzando
con la portada "The Healing Begins" sobre Gerald Ford reemplazando a
Nixon y luego agregando portadas como la de la patinadora olímpica Dorothy
Hamill y "John Paul Superstar" sobre la visita del Papa en 1979 a
America.
¿Cuál es tu momento TIME favorito?
¡Difícil elegir! Entre mis recuerdos favoritos está nuestra primera Cumbre
TIME 100. Hemos tenido una lista y una gala de TIME 100 durante años, pero
nunca antes habíamos reunido a todos estos líderes para un día de sustancia y
conversación. TIME pretende ser una comunidad, una en la que reunimos a las
personas más influyentes del mundo y las conectamos con nuestros lectores. Ver
esa misión cobrar vida en un espacio compartido por primera vez fue realmente
poderoso.
¿De qué cobertura de TIME a lo largo de los años se siente más orgulloso y
por qué?
Hay mucho de qué enorgullecerse. Entre muchos aspectos destacados de la
última década: Me encantó Firsts, nuestro proyecto multimedia que celebra a las
mujeres que han roto el techo de cristal. Me encanta que podamos trabajar con
algunas de las personas más creativas del mundo, como el artista público
francés JR. Me sorprendió lo que hizo nuestro equipo para cubrir la pandemia
mundial que estamos viviendo hoy, desde los mercados húmedos de Wuhan hasta los
pasillos del Hospital Wyckoff en Queens.
¿Cuál es tu portada favorita de TIME?
Sí, no hay nada más emocionante en mi trabajo que la oportunidad de elegir
lo que sucede en la propiedad inmobiliaria más valiosa del periodismo, la
portada de TIME. Dudo en elegir un favorito. Pero diré que la portada que
cuelga en mi casa en casa es un autorretrato que el artista Marc Chagall pintó
para la portada en 1965.
HORA | Autorretrato de Marc Chagall | 30 de julio de 1965
¿Qué estás leyendo y viendo en este momento?
Actualmente estoy leyendo Caste, la exploración profundamente reportada y
profundamente preocupante de Isabel Wilkerson sobre las estructuras sociales
que subyacen a la desigualdad estadounidense. Admito que la mayor parte de mi
televisión en estos días la elige un niño de cuatro años (el más pequeño).
¿Cuál es tu parte favorita de trabajar en TIME?
La gente y la colaboración que interviene en gran parte de nuestro trabajo.
¿Cuál es la persona más interesante que has conocido a través de tu trabajo
en TIME?
Admito que conoces a algunas personas interesantes cuando eres el editor de
TIME. Eso incluye jefes de estado y de gobierno, talentos asombrosos en
entretenimiento e íconos de negocios. Pero algunos de mis encuentros más
memorables son con las personas que leen, miran y experimentan nuestro trabajo.
Alguien me detuvo en Seúl porque estaban emocionados de que hubiéramos
presentado al grupo musical BTS en la portada. La gente me dice todo el tiempo
que TIME era una ventana al mundo cuando eran niños. Cómo una historia de TIME
los ayudó a verse a sí mismos o a alguien en su vida de manera diferente por
primera vez. Todos somos muy afortunados de jugar un papel inteligente en esa
historia.
¿Cuál es la parte más importante de la misión de TIME?
Confianza. Es el valor más importante para nuestra empresa y sin el cual
nada más es posible.
¿Con qué no puedes trabajar?
Coca-Cola light.
¿Qué debemos esperar de TIME en 2030?
Tenemos un centenario que celebrar antes de esa fecha en 2023. TIME ofrece
tantos productos nuevos que ni siquiera sabíamos que podrían existir cuando
comencé aquí en 2013. Ganamos premios Emmy por nuestro video periodismo.
Predigo que ganaremos un Oscar antes de que llegue 2030. Ofrecemos experiencias
multiplataforma para lectores de 4 a 100 años. Estoy seguro de que para cuando
finalice esta década, TIME es una empresa próspera, que mejora el mundo y crea
experiencias que aún no hemos imaginado.
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Jorge Zavaleta
Alegre, Periodista peruano, residente en EEUU desde 2017.
LECCIONES QUE SEGUIR
TIME ANOS 50 y DEL FUTURO
.Jorge Zavaleta Alegre PapeldeArbol.
Lienzo July Balarezo, Taller Mestres Lima Barcelona
PdA . - PapeldeArbol.- El uso del papel
a lo largo de la historia y en muchas civilizaciones ha estado relacionado con rituales
espirituales y religiosos.
Un ejemplo en América, es la civilización maya que comenzó a utilizarlo.
Creo su propio papel, conocido como
papel amate.
El papel amate se elabora a partir de la corteza de una higuera silvestre.
La corteza se remoja durante días, transformándose en un material blando y moldeable. Después se golpea sobre una
superficie lisa hasta obtener unas fibras que, al ser colocadas correctamente,
se convierten en una fina y elástica plancha.
Las tiras de papel podían superar incluso los cinco metros de largo. Los
mayas doblaban estas tiras en fuelles creando así una especie de libros que
nombraron códices.
¿LOS CÓDICES?
Eran manuscritos pictográficos en los que los mayas plasmaron toda su
sabiduría. La temática de los códices mayas estaba siempre relacionada con el
mundo superior: con la religión, la astronomía, los ciclos agrícolas, la
historia o las profecías.
Los tlacuilos. Eran personas que sabían leer y escribir, además de ser
grandes pintores. Ellos dominaban a la perfección los temas sobre los que
escribían y curiosamente nunca firmaban sus trabajos, ya que eran para la
colectividad. Por ello, no se conoce el nombre de ningún tlacuilo.
En el siglo XVI, tras la conquista, los españoles intentaron erradicar la
fabricación de este tipo de papel. Todos los intentos fracasaron, pero sumidos
en la burda idea de que los códices eran libros de brujería y rituales fueron
condenados por el catolicismo para quemarlos y eliminarlos.
Hoy día son únicamente tres los códices mayas que perduran. Uno se
encuentra en Madrid (España) en el museo de América, otro en Dresde (Alemania)
en la Librería Real y el último en París (Francia) en la Biblioteca Nacional.
En la actualidad, el papel amate se utiliza para realizar preciosas labores
artesanales. Con el tiempo se ha llegado a convertir en uno de los grandes impulsores
del turismo en el país.
El Papel Amate es esa joya artesanal parecida a un pergamino rebosante de
coloridos motivos como el sol, la luna, el calendario azteca, aves, flores, y
escenas y personajes de la vida comunitaria, en la cual se puede contemplar la
belleza de la corteza interna del árbol que le diera existencia.
Aunque el Papel Amate se puede adquirir en casi todos los mercados
artesanales de México, aquellos que conocen la ciudad de Oaxaca donde esa artesanía es indisociable de su folclor y
muy apreciada del turismo.
Actualmente, la producción de papel amate como artesanía y fomento al
turismo se da en la comunidad otomí de San Pablito, localidad del municipio de
Pahuatlán -uno de los Pueblos Mágicos de México- ubicado en la Sierra Norte del
Estado de Puebla.
Esta tradición surgió a principios de los años 60 gracias a la colaboración
entre dos pueblos indígenas: los otomís de la Sierra Norte de Puebla, a cargo
de la elaboración del papel, y los nahuas de las orillas del Río Balsas en el
estado de Guerrero, quienes idearon adornarlo con diseños que originalmente
pintaban sobre piezas de cerámica.
Durante la colonia, los españoles prohibieron el uso y elaboración del
Papel Amate, asumiendo que formaba
parte de un ritual religioso para los indígenas. A pesar de esta prohibición,
los otomíes de la comunidad de San Pablito
continuaron elaborándolo para usarlo en rituales agrícolas y de
curación.
Originalmente la elaboración del amate provenía de los árboles de la
familia de los Ficus, actualmente y debido a su lento crecimiento y a la
dificultad de su distribución, los artesanos otomíes han tenido que buscar otra
especie que sirva como alternativa al Ficus y han encontrado en los árboles de
Jonote “Trema Micrantha” una buena fuente de cortezas, ya que son abundantes en
la Sierra de Puebla por su utilización como sombra para plantaciones de café de
la región.
La recolección de la corteza de los
árboles de Jonote – a los 8 años aprox.- se ha convertido en una actividad
económica relevante para la población agrícola de la Sierra del Norte, por lo
cual la producción de las plantaciones de café sin estos árboles de sombra
presume un peligro tanto para los recolectores de la corteza como para los
productores de café́ bajo sombra.
La historia del papel está intrínsecamente relacionada con la historia de
la cultura y de la ciencia. La invención del papel ha permitido sustituir el
papiro y el pergamino por un material más sencillo de hacer y, gracias el
perfeccionamiento de las técnicas de producción, más económico.
La Era Digital ha estimulado el valor
del papel. La «Enciclopedia dei ragazzi» (Enciclopedia de los jóvenes)
de Treccani dice: «Un material indispensable para difundir ideas en la vida
cotidiana. A lo largo de los siglos, el papel ha contribuido enormemente al
progreso, a la participación de los ciudadanos en la vida democrática y al
aumento del nivel medio de cultura y educación».
La historia del papel ha acompañado la evolución de la humanidad a lo largo
de los siglos: desde la trasmisión de nuevos conocimientos científicos y
filosóficos hasta la difusión de la educación y la conquista de una conciencia
política e histórica que dio lugar al nacimiento de los Estados modernos.
Las fuentes históricas atribuyen la invención del papel a Ts’ai Lun, un
dignatario de la corte imperial china que en el año 105 d. C. empezó a producir
hojas de papel utilizando retales de tela usada, corteza de árbol y redes de
pesca. Los chinos custodiaron celosamente el secreto de su producción durante
muchos siglos, hasta que, en el siglo VI d. C., llegó a Japón llevado por el monje budista Dam Jing. Los japoneses
aprendieron enseguida las técnicas de fabricación del papel y empezaron a usar
una pasta derivada de la corteza de morera para producir este valioso material.
El fragmento de papel más antiguo encontrado hasta la fecha, perteneciente
a un mapa geográfico, fue encontrado en 1986 en Fàngmǎtān, al noreste de China.
El mundo árabe descubrió los secretos de la fabricación del papel en el año
751 d. C., gracias también a la alta disponibilidad de cáñamo y lino —dos
materias primas de óptima calidad ideales para realizar este material—, la
producción se difundió a otras ciudades de Asia, en particular a Bagdad y
Damasco
En ese mismo período, también Egipto y África septentrional comenzaron a
producir las primeras hojas de papel, utilizando las mismas técnicas de
producción que el mundo árabe.
El papel llegó a Europa a partir del siglo XI, con las invasiones árabes en
Sicilia y en España. Sin embargo, enseguida se consideró un material de peor
calidad que el pergamino, hasta el punto de que, en un decreto de 1221,
Federico II prohibió su uso para documentos públicos. En efecto, el uso del
almidón de arroz atraía el apetito de los insectos y hacía que las hojas de
papel durasen menos.
La historia del papel le debe muchísimo a los italianos de Fabriano, un
pequeño pueblo de la región de Las Marcas, que en el siglo XII empezó a
fabricar papel utilizando lino y cáñamo. A través del estudio de nuevos equipos
y técnicas de producción, estos papeleros introdujeron importantes
innovaciones:
Mecanizaron la moledura de las hilachas mediante el uso de martillos
hidráulicos, reduciendo así los tiempos de producción de la masa. Introdujeron
el encolado de las hojas con gelatina animal, un aditivo desagradable para los
insectos;
La introducción de la filigrana permitió marcar el papel con decoraciones
hechas con hilos metálicos visibles como transparencias, útiles para introducir
marcas de fábrica, firmas, escudos eclesiásticos y símbolos de distinto tipo y
significado.
A partir del siglo XIV, la producción de papel empezó a difundirse también
a otros países europeos y, a finales del siglo XV, con la invención de la
impresión con tipos móviles, experimentó un crecimiento notable. El
descubrimiento de América y la posterior colonización europea llevó la
producción de papel también al Nuevo Mundo.
La producción industrial de papel comenzó en el siglo XIX con el desarrollo
de periódicos de gran tirada y las primeras novelas superventas, que requerían
grandes cantidades de celulosa a precios económicos. Ya en 1797, Louis Nicolas
Robert creó la primera máquina continua, capaz de producir una hoja con una
longitud de 60 cm.
Con el desarrollo de nuevas técnicas para la elaboración de fibras
vegetales obtenidas de los árboles, el precio del papel se redujo drásticamente
y, en pocos años, este material se convirtió en un producto de gran consumo.
Solo en Inglaterra, la producción de papel pasó de 96 000 toneladas en 1861 a
648 000 toneladas en 1900.
Una vez más, la historia del papel se entrelaza con la de la humanidad: con
la difusión del papel económico, los libros y los periódicos se convierten en
objetos al alcance de todos, favoreciendo la alfabetización de las clases
medias. Habrá que esperar hasta finales del siglo para que el papel se destine
también a otros usos, como la producción de papel higiénico, embalajes y,
posteriormente, juguetes y elementos de decoración.
El impacto medioambiental del papel y opciones ecológicas. La producción de
papel requiere el uso de considerables recursos naturales: para realizar una
tonelada de este material, hacen faltan de 2 a 2,5 toneladas de madera y 30-40
metros cúbicos de agua.
Además, hay que usar energía eléctrica y gas metano para alimentar las
máquinas industriales utilizadas en las distintas fases de producción y, según
el tipo de papel, aditivos químicos contaminantes. Por esta razón, es
importante elegir, cuando sea posible, un papel ecológico o reciclado que
permita reducir el impacto ambiental derivado de la producción de este
material.
El papel ecológico se produce con celulosa obtenida de madera proveniente
de bosques con el certificado FSC (Forest Stewardship Council), en los que se
respetan estrictas normas medioambientales, sociales y económicas.
En cambio, el papel reciclado está hecho con materiales de papel
recuperados. Sin embargo, el cloro utilizado para blanquearlo y otros aditivos
químicos pueden hacerlo menos ecológico de lo que se suele pensar. Para tener
la certeza de elegir un material realmente ecológico, es aconsejable optar por
un papel con certificación Ecolabel, la marca de calidad ecológica europea que
premia los mejores productos desde el punto de vista medioambiental.
Las alternativas al papel tradicional es el papel Crush, propuesto por la
histórica fábrica de papel italiana Favini y producido con descartes de frutas
y verduras. Estas hojas permiten reducir un 20 % las emisiones de CO2
relacionadas con la producción industrial y ahorrar hasta un 15 % de celulosa.
Y se prestan a muchísimos usos: desde pegatinas para el sector alimentario.
Otro sustituto válido es el cáñamo, un material muy resistente ya utilizado
por los pueblos de la Antigüedad, primero por los chinos y después por los
árabes, para producir papel. El cultivo de esta planta no requiere pesticidas y
proporciona una cantidad de fibras por hectárea que es de 3 a 4 veces superior
a la producida por los bosques tradicionales. El límite principal está
relacionado con los costes de elaboración de la pulpa de cáñamo, más altos que
los de la extracción de la celulosa.
FOTO,-Lienzo July Balarezo Taller Mestres Lima Barcelona 2014/.Archivo MD
2022
Agradezco a la Biblioteca del Congreso de Washington DC y Casa Mejic por
las facilidades que permiten conocer la historia del papel de los aztecas,
mayas y más tarde llevado a Sudamérica por los españoles. "¡Estamos
seguros de que las innovaciones tecnológicas relacionadas con el uso de este
material aún nos reservan muchas sorpresas! La historia del papel no ha
terminado, y su encanto y utilidad todavía nos acompañarán en los tiempos venideros",
Sarah Cantavalle.
Adjunto cuatro fotos/ Atte JZA/
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