Diario16 de Madrid/ Corresponsalia en Washington DC.
https://diario16.com/la-biblioteca-en-tiempos-de-pandemia/
Jorge Zavaleta Alegre.
TIME. La biblioteca pública, paso obligado del conocimiento, constituye un
requisito básico de la educación permanente, las decisiones autónomas y el
progreso cultural de la persona y los grupos sociales. Hoy, el mundo vive un
mundo diferente. No es el mismo que existía antes de la pandemia. Las instituciones públicas buscan estar más
cerca de su población.
El Manifiesto de la UNESCO sobre la biblioteca pública (* Noviembre 1994)
señala que la libertad, la prosperidad y
el desarrollo de la sociedad y de la persona son valores humanos fundamentales
que podrán alcanzarse si ciudadanos bien informados pueden ejercer sus derechos
democráticos y desempeñar un papel activo en el seno de la sociedad.
Hoy, el mundo vive un mundo diferente. No es el mismo que existía antes de la
pandemia. Una referencia: Visitamos la Biblioteca
de Emmitsburg, una ciudad de 3.500 habitantes del Estado Maryland, EEUU, abre
sus puertas para que todos los pobladores puedan
saber su estado de salud.
La convocatoria fue tan bien recibida que muchos llegaron, inclusive de ciudades vecinas donde residen
latinoamericanos, asiáticos, europeos y del África. El equipo de atención, especialmente
mujeres, que hablan más de un idioma, se encargan de atender al público en esta
pequeña urbe que forma parte de los Montes Apalaches, de la cultura Caccotin
mountain park, además es sede de la
primera universidad en EEUU de habla hispana (1883). Es una zona para el turismo
de investigación de la Historia Antigua y Presente.
La pandemia del coronavirus no es un problema únicamente sanitario, ni de
salud-enfermedad-muerte, sino de esencia de
estructuras, de sistemas y formaciones sociales, de familia, grupo, individuo
y comunidad, de políticas y su gestión a escala local. El coronavirus y sus
impactos en las sociedades condicionan una nueva manera de abordar las
realidades y permiten hacer un análisis comprensivo, es decir, de cómo actúan
los agentes que lo portan y lo trasladan.
Este es el principio social de las epidemias y las pandemias: su capacidad
masiva de alcance. Las prácticas culturales desarrolladas al interior de las
familias en tiempos de confinamiento y descontinuadas desde otros espacios de
socialización, como la escuela, han intensificado su expresión simbólica al ser
compartidas por varias generaciones que cohabitan el espacio doméstico.
La violencia de género, la cultura
patriarcal, la feminización doméstica, la creatividad culinaria, los juegos,
los cuentos y dicharachos, las canciones de cuna e infantiles, los consumos
culturales de productos banales, la desidia, se entremezclan, se fusionan ante
las fronteras impuestas por el aislamiento social. El orden lo impone y lo
legitima la familia, sus estructuras y relaciones. Las instituciones del Estado
pierden un poco sus influencias en los procesos de socialización.
Estas disquisiciones se encuentran en un libro de 400 pags, publicado por
la Universidad cubana de Oriente que convocó
a un seminario previo a debatir sobre los efectos de la pandemia de
covid-19 en nuestras sociedades con la
asistencia de las más importantes universidades de Latinoamérica.
El texto es una compilación de pensamiento y praxis que reúne la producción
de especialistas en sociología, economía, filosofía, ecología, historia,
filología, pedagogía, comunicación social, historia del arte. La construcción
del mejor camino para afrontar la pandemia requiere del esfuerzo colectivo y de
una multiplicidad de miradas, comentan las editoras Alicia de la C. Martínez
Tena y Dayma Echevarría León.
Desde la Junta de Salud del Condado de Frederick, del cual forma parte
Emmitsburg, se informa que desde el primer día del 2022, todas las personas
mayores de 5 años deben usar una máscara en todos los lugares públicos
cerrados.
La regulación permanecerá en vigor hasta que los casos positivos de
Covid-19 en el condado de Frederick caigan por debajo de 20 por 100,000
habitantes o esta regulación sea reemplazada, enmendada o revisada por la Junta
de Regulación de Salud adicional.
Rastreando el camino hacia la vacunación en América Latina/ América y el
Caribe, una región particularmente afectada por Covid en diciembre, logro que el 56 por
ciento de las personas de la región estaban completamente vacunadas. América
del Sur es la región del mundo con la tasa de vacunación más alta.
La Organización Mundial de la Salud indica que la inmunidad colectiva
contra el COVID-19 se logra cuando el 60 al 70 por ciento de la población es
inmune, sin embargo, algunos expertos médicos sugieren que la cifra puede que
sea más alta. En suma crece el interés y capacidad de los estados reforzar los
esfuerzos para hacer frente a una pandemia que ha unido a las poblaciones de todas las nacionalidades.
Las personas totalmente vacunadas pueden reanudar muchas de las actividades
que solían hacer antes de la pandemia. Sin embargo, las personas deberían usar
mascarilla en espacios públicos cerrados si están en un área con transmisión
sustancial o alta.
Las vacunas contra el COVID-19 son seguras y efectivas. Millones de
personas en los Estados Unidos se vacunaron contra el COVID-19. Las vacunas
contra el COVID-19 han sido sometidas y continuarán siendo sometidas al
monitoreo de seguridad más intensivo en la historia de los EE. UU.
Después de vacunarse contra el COVID-19, los adultos y niños pueden tener
algunos efectos secundarios. Son signos normales de que el organismo está
generando protección.
La inmunidad de la población dificulta la propagación de una enfermedad de persona a persona. Incluso protege a las personas que no se pueden vacunar, como recién nacidos o personas que son alérgicas a la vacuna. El porcentaje de personas que necesita tener protección para poder lograr la inmunidad de la población varía según la enfermedad.
Las vacunas contra el COVID-19 son efectivas
para proteger a las personas contra el COVID-19 y ayudan a evitar que los
adultos y los niños se enfermen gravemente. Las vacunas contra el COVID-19 pueden
reducir el riesgo de propagación del virus que causa el COVID-19. Hacer que
todas las personas de 5 años de edad o más se vacunen puede ayudar a toda la
familia, incluidos los hermanos que no son elegibles para vacunarse y los
miembros de la familia que pueden correr el riesgo de enfermarse gravemente si
se infectan. Los estudios demuestran que las vacunas contra el COVID-19 son
efectivas especialmente para evitar que niños y adultos se enfermen gravemente
en caso de infectarse por COVID-19. Conozca más acerca de los beneficios de la vacunación.
La inmunidad de la población dificulta la propagación de una enfermedad de persona a persona. Incluso protege a las personas que no se pueden vacunar, como recién nacidos o personas que son alérgicas a la vacuna. El porcentaje de personas que necesita tener protección para poder lograr la inmunidad de la población varía según la enfermedad.
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