Brasil 2020 contra el viento
Expertos y la creciente ciudadanía del Brasil acusan al Gobierno de Jair Bolsonaro de llevar contra viento y marea una lucha frontal contra instituciones de larga dada especializadas en la defensa ambiental, empezando su rechazo a la tala en el bosque amazónico, que se ha intensificado conforme avanza la acción depredadora de la naturaleza.
El principal centro que condena la administración de Bolsonaro es el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE), al cual se le atribuye de “antipatriótico”.
El INPE ha revelado que existe un aumento pronunciado en la tala de la selva amazónica, que en julio del 2019 llegó al 278 por ciento, un dato que revela la destrucción cada vez más intensa del principal bosque del planeta.
Bolsonaro sigue respondiendo con su política ambiental anunciada en su campaña electoral, de impedir que el Estado sea controlado por instituciones ambientalistas y deje de condenar el trabajo de los productores.
El clima represivo está llegando a la actividad cultural y al discurso de grandes escritores que han defendido la vida de los pueblos amazónicos. Viajamos a Niteroi y estas son algunas referencias:
El lienzo de Julia Balarezo, viajando por América y largas tertulias con sus compañeras del Taller Teresa Mestres, tiene un claro contenido del anarquismo femenino, como un mejor espacio para construir la vida.
Teresa Mestres, que llegó muy niña a la Habana, dejando la España de la guerra civil que acabó con el franquismo, dejó profunda huella social en su pintura. Ella contrajo matrimonio en Lima con el propietario de una de las dos empresas cerveceras del Perú, después que su padre dejó el Caribe, Argentina y Brasil, en su condición de ingeniero agrícola. Teresa, prefirió el divorcio porque no se acostumbró al nuevo tipo de vida.
Su llegada a Cuba, en 1959 coincidió con la expropiación azucarera por la revolución popular, que afectó la estabilidad laboral de los técnicos que dirigían los latifundios. Pues, su padre, ingeniero agrícola, tuvo que cambiar su destino a Sud América.
En Niterói, Teresa y su padre estuvieron un tiempo. Es una ciudad del Estado de Río de Janeiro. Su población actual es poco más de millón de habitantes. Antes y durante el gobierno del Partido de los Trabajadores, la municipalidad mantenía un intenso programa cultural. En el 2020, poco se habla de arte, aunque destacan autores como Adriana Yarijao, Beatriz Milhazes, Sandra Cito …. Y en Literatura el gigante Jao Guimaraes Rosa, siempre estuvo y estará presente.
El Museo de Arte Contemporáneo de Niterói, símbolo de la ciudad, y capital de Río de Janeiro fue diseñado por el arquitecto brasileño del Movimiento Moderno Oscar Niemeyer. La ciudad, fundada en 1573 por un indígena tupí de la tribu de los temiminós llamado Araribóia (palabra que significa “serpiente feroz”). Niterói es la única ciudad brasileña fundada por un indígena.
“Gran Sertón: Veredas” publicada en Brasil en 1956, se transformó en un clásico instantáneo y al mismo tiempo indefinible. En palabras de su autor “es tanto como una Novela cuyo escenario es el sertón – un área geográfica situada al nordeste del Brasil que figura en la literatura brasileña como una concepción de la identidad nacional–, la trama está constituida por un largo e ininterrumpido monólogo que el yagunzo Riobaldo le relata a un médico urbano.
Se trata de un yagunzo (“un valentón asalariado que está ligado a la idea de prestación de servicios, típica en las disputas grupales o familiares. Con este monólogo, Guimarães Rosa evocó una realidad particular, de una forma tan minuciosa y exhaustiva que –por la radicalidad de su lenguaje– logró anular el pintoresquismo alcanzando reverberaciones universales.
Y al mismo tiempo resulta ineludible en toda discusión sobre la literatura latinoamericana que articule aspiraciones experimentales y la definición de una identidad regional.
Guimaraes nos lleva al sertao, que es cordillera y valle, cumbre y precipicio, pantano y páramo. Su centro está en todas partes. Su perímetro al infinito. Sus habitantes de vaqueros semi nómades, noches que se desplazan con las estaciones como aves migrantes.
Su sertao es como el límite de su país, como las estepas de Chejov, era el conocimiento de la naturaleza humana a través del sufrimiento y ardores del cuerpo lo dejó con una visión de la valida, remarca Luis Harss, en Los Nuestros.
La Literatura, siguiendo la obra de Guimaraes, nos ayuda a despertar la Migración: “Un hombre tiene un lugar y una Mujer, un pequeño capital, una posición en el tiempo y un cúmulo de experiencias personales con que se apoya, pero la cohesión y la continuidad son un espejismo, una pura coincidencia en la economía de un universo en expansión en el que las burbujas estallan casi antes de formarse. Un rayo puede partir un árbol más arraigado. La vida se convierte de pronto “en un camino de la amargura” en el que un hombre pierde todo, hasta lo que nunca tuvo”. “Un rayo puede partir un árbol más arraiga.
Jorge Zavaleta Alegre
Corresponsal en Latinoamérica
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