orge Zavaleta Alegre
Después de tres décadas la Democracia del Perú derrota virtualmente a la corrupción instalada en las diferentes esferas del poder. Hoy el presidente Martín Vizcarra logró que la mafiosa organización Fuerza Popular y sus aliados hayan sido expulsados constitucionalmente del Congreso que dominaban, en alianza con el narcotráfico y las empresas constructoras como la Odebrechet instalada en los principales proyectos de la Región.
Vizcarra juramentó un nuevo gabinete ministerial, mientras los congresistas de la ex mayoría, ahora sin fuerza alguna, exigían desde sus voceros comprometidos, su renuncia inmediata. El gobierno descartó esa petición, porque en las calles continuaron las movilizaciones en repudio a la clase política que controlaba el Parlamento.
La última batalla de esta guerra política, se jugará en el Tribunal Constitucional (TC), donde podría verse una demanda para declarar inconstitucional el cierre del Congreso. Una posibilidad que ahora parece tener poco futuro.
Para la vicepresidenta y congresista Mercedes Aráoz, que intentó reemplazar a Vizcarra en medio de la crisis, solo duró uno día en el cargo de “presidente en funciones” que le dio el disuelto Parlamento.
Disuelto constitucionalmente el Congreso, Vizcarra designó al abogado Vicente Zeballos como su jefe de gabinete. Zeballos fue antes ministro de Justicia y desde ese cargo emprendió la defensa de las reformas políticas y judiciales impulsadas por el gobierno, que agudizaron su enfrentamiento con el extinguido parlamento fujimorista.
De los 19 ministros, siete seguirán en el equipo. Los cambios más importantes son en Economía, con la economista de 34 años María Antonieta Alva, y en Relaciones Exteriores, el diplomático Gustavo Meza Cuadra.
En Cultura, el hoy ex congresista Francesco Petrozzi, quien ingresó al Congreso con el fujimorismo y después abandonó ese grupo.
Los hijos del encarcelado ex dictador Alberto Fujimori pelean ahora para que el magistrado que ellos eligieron para que se integre al TC asuma ese cargo, maniobra que explotó en el cierre del Parlamento.
Mientras la Comisión del Congreso, que la Constitución reconoce, pide a fuerzas armadas retirar su respaldo a Vizcarra, el Banco Central de Reserva informa que la estabilidad fiscal se mantendrá pese a la crisis política. Es una nota que puede ayudar a que los capitales no traten de trasladar sus fondos a otros mercados. Lo importante es que la estabilidad institucional del país no sea socavada por aquellos gremios empresariales liderados por visibles fujimoristas.
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