Por Manuel Romero Caro,
Fundador de Gestión, diario de economía y negocios.
Una de las debilidades del Gobierno de PPK es que no ha sabido escoger a las personas adecuadas o las ha colocado en el lugar equivocado. Y creo que este último fue el caso de Pablo de la Flor, que acaba de renunciar a la jefatura de la Autoridad para la Reconstrucción con Cambios, luego de una gestión de 175 días.
De la Flor ha tenido un buen desempeño profesional básicamente en dos áreas : el campo de las relaciones corporativas ( relaciones con el gobierno, con los medios , con los principales stakeholders de las instituciones con las que se trabaja. Y en el campo del comercio exterior, fue vice ministro en esa área). Pero a pesar de su buen desempeño, esa experiencia no era la que se necesitaba para dirigir la AARC.
Este es un gobierno endogámico, generalmente no busca los mejores profesionales que existen en el país para un determinado puesto, sino que los busca dentro del pequeño universo de conocidos de PPK y/o del primer ministro de turno. Otro ejemplo fue Patricia García, una excelente profesional, pero que no era para el cargo de ministro de salud. Todavía se recuerda una frase que ilustra su falta de reflejos políticos: cuando al referirse a la evidente generalización del dengue, mencionó “ se está creando un sicosocial (al respecto)”
En lo que a De la Flor se refiere, su punto de quiebre fue cuando manifestó a través de El Comercio , hace pocos días, que los gobiernos regionales “tienen brechas e incapacidades que están dificultando los avances en la reconstrucción”, y que ante ello la ARCC asumiría directamente la ejecución de ciertos proyectos de la reconstrucción.
Naturalmente esas expresiones originaron protestas y deterioraron las relaciones con sus socios de la reconstrucción , los gobiernos regionales y congresistas del norte del país, ya que la temporada de lluvias está ad portas . No es que las limitaciones de los gobiernos regionales, y también del gobierno nacional no existan . Pero si esas limitaciones vienen desde hace muchos años, y los tiempos para las labores de prevención ante la muy próxima temporada de lluvias estaban muy ajustados, ¿no hubiera sido mejor que la ARCC asumiera directamente ciertas obras, como por ejemplo las más urgentes, desde el inicio?. Y quizás posteriormente ceder algunas de ellas a las regiones. No es lo mismo quitar funciones luego de críticas públicas, que transferirles funciones luego de transcurrida la emergencia de la temporada de lluvias.
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