Jorge
Zavaleta Alegre
Tanto daño causa al buen periodismo cuando un diario con
más de un siglo y medio de vida, como es El Comercio de Lima – nació en 1839- se opone al
desarrollo del cine nacional, en evidente oposición a la cultura, elemento indesligable para construir el derecho a soñar en un mejor futuro para todos, empezando por su juventud.
El Comercio
argumenta que los aumentos de los
salarios a los docentes están fuertemente condicionados por la reducción
tributaria, la informalidad, la evasión tributaria y, sobre todo, la baja
productividad. Y que no se puede distraer los escasos recursos para fomentar el
cine nacional, la salud y otros sectores.
Olvida este
diario su ardorosa defensa de los
recursos nacionales como el petróleo, cuando ahora rechaza el impulso del cine y otros elementos de una
educación de calidad para que sus
ciudadanos disfruten de una herramienta
moderna, competitiva y la presencia en el mapa de las relaciones internacionales.
La nueva Ley
de Cinematografía y el Audiovisual que el Consejo de Ministros aprobó
recientemente, incluye “triplicar los recursos que el Estado Peruano destina al
cine, de forma que podamos competir de mejor manera con los países de la
región”. El nuevo valor de la UIT para el 2017 asciende a S/ 4,050 (US$ 1,350)
El centenario
periódico peruano, señala que “en medio de una huelga de maestros que reclaman
mayores salarios, inversiones apremiantes en la reconstrucción del norte del
país afectado por las inundaciones, y tantas otras necesidades urgentes del
presupuesto público en salud, seguridad y justicia, es discutible que el mayor
beneficio social se alcance con más y mejores películas”.
Afirma
tambièn que “…aun si el subsidio al cine es relativamente chico en función del
presupuesto público total, el Gobierno compromete innecesariamente su imagen y
capacidad de negociación con esta iniciativa. ¿O qué se le puede responder
–sinceramente– al próximo maestro o enfermera que, en medio de la siguiente
huelga, argumente con razón que el Estado sí tiene plata para financiar
comedias o thrillers auspiciados por el Ministerio de Cultura, pero no para
mejorar sus sueldos o darles los instrumentos mínimos de trabajo?
Sin embargo,
tal discurso carece de fundamento cuando los docentes consultados consideran que el uso pedagógico del cine es una potencial
herramienta en clase, para apreciar los avances cognitivos de los estudiantes o
la crítica aplicada a la información.
La pedagogía
está viviendo en una época mediática, donde constantemente recibe y procesa
símbolos, emociones, conocimientos. La educación se alimenta de diferentes
fuentes para encontrar las mejores maneras de renovarse y continuar con su
objetivo. El cine es o debe ser un aliado de la educación.
La Ley de
cinematografía que plantea el Ministerio de Cultura, sin ser una iniciativa
totalizadora, señala que el objeto es
fomentar y promover la actividad cinematográfica y audiovisual, a fin de lograr
el desarrollo integral de sus aspectos culturales, artísticos, industriales y
tecnológicos. Propuesta que tambièn es satanizada por otro medio ligado a El
Comercio, que plantea la clausura de
dicho Ministerio, cuando lo que se demanda es la modernizaciòn y su mayor
servicio a la comunidad.
El
discurso de El Comercio, está marcado en
la geneología de la familia propietaria. Mito
y Verdad de los diarios de Lima,
libro publicado en 1973 por el periodista Juan Gargurevich, señala que…“El
diario El Comercio representa aún hoy un notable caso de dependencia de parentesco. La amplitud de
la familia propietaria y su elevado status social han hecho posible que sus miembros se mezclen con otras familias de su mismo rango, tal
como se ve en la siguiente lista…” (pag.
51…)
Llegamos al
2017 y esos dominios han crecido. El grupo periodìstico de El Comercio tiene la propiedad de casi el 80% de los medios de comunicación del
Perú.
Volviendo al
cine y la educación. Valga la oportunidad para referirnos a la propuesta que
formula Jorge Zavaleta Balarezo, desde
la Universidad de Pittsburgh, con sus
tesis titulada Hacia un cuarto cine: Violencia, , marginalidad, memoria y nuevos
escenarios globales en 21 películas latinoamericanas:
“América
Latina encuentra en su cinematografía una expresión artística que, lejos de
atarse a moldes, sabe recuperar lo mejor de otros ámbitos y aporta un discurso
propio. Desde esta perspectiva, bien podemos resumir y concluir que el camino
está abierto y se muestra muy fructífero ahora para que la cinematografía
latinoamericana no sólo siga experimentando sino busque presencia más allá de
sus fronteras. Esa debe ser una tarea constante y un reto a cumplir”
El cine
nacional permitirá contribuir a que los jóvenes puedan conocer y comparar la producción de
otros países:
1) Amores
perros (Alejandro González Iñárritu, México, 2000)
2) Batalla en
el cielo (Carlos Reygadas, México, 2005)
3) Bolivia
(Israel Adrián Caetano, Argentina, 2001)
4) Ciudad de
Dios/ Cidade de Deus (Fernando Meirelles, Brasil, 2002)
5) Crónica de
una fuga (Israel Adrián Caetano, Argentina, 2006)
6) Cuatro
días en septiembre/ O Que É Isso, Companheiro? (Bruno Barreto, Brasil, 1997)
7)
Dependencia sexual (Rodrigo Bellott, Bolivia, 2003)
8) Días de
Santiago (Josué Méndez, Perú, 2004)
9) El aura
(Fabián Bielinsky, Argentina, 2005)
10) El
bonaerense (Pablo Trapero, Argentina, 2002)
11) El
secreto de sus ojos (Juan José Campanella, Argentina, 2009)
12) Garage
Olimpo (Marcho Bechis, Argentina, 1999)
13) La niña
santa (Lucrecia Martel, Argentina, 2004)
14) La
vendedora de rosas (Víctor Gaviria, Colombia, 1998)
15) La virgen
de los sicarios (Barbet Schroeder, Colombia/Francia/España, 2000)
16) Los
rubios (Albertina Carri, Argentina, 2003)
17) Machuca
(Andrés Wood, Chile, 2004)
18) Pizza,
birra, faso (Israel Adrián Caetano, Argentina, 1998)
19) Ratas,
ratones, rateros (Sebastián Cordero, Ecuador, 1999)
20) Rosario
Tijeras (Emilio Maillé, Colombia/México/España/Brasil, 2005)
21) Un oso
rojo (Israel Adrián Caetano, Argentina, 2002)
La lista de
eplìculas que nos ofrece JZB, es una referencia para apreciar y entender la obligación del Estado en materia
de educación. La verdad no se puede ocultar. Lo que necesita el Perú es
una modernización del Estado, empezando
por el Ministerio de Educació y sus
medios de comunicación, pero ofreciendo los caminios, los recursos y la buena voluntad de reconstruir el paìs que cobija cerca de 35 millones de personas y cuyo bono demogràfico comienza a disminuir...
Bibliografìa
Mario Vargas Llosa
Mario Vargas Llosa
http://elcomercio.pe/peru/arequipa-entregan-libros-objetos-mvll-biblioteca-regional-nombre-noticia-453463
Juan Gargurevich, Mito y Verdad de los diarios de Lima, 1973.
Blog papeldearbol
Juan Gargurevich, Mito y Verdad de los diarios de Lima, 1973.
Blog papeldearbol
Jorge Zavaleta Balarezo, Hacia un cuarto cine: Violencia, marginalidad, memoria y nuevos escenarios globales en 21 películas latinoamericana. University of Pittsburgh, 2008.
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