Francisco Carranza
Romero*
Profesor de la Universidad Corea del Sur
Los seres humanos y los
animales perciben mejor el mundo exterior mediante los órganos de la vista; por
eso, la ceguera es una terrible discapacidad. Los vegetales y minerales también
tienen otras formas de percibir el mundo exterior.
Espejos
del alma
El oftalmólogo Daniel
Enrique Haro Haro, siguiendo sus investigaciones y reflexiones sobre los ojos,
ha publicado el libro “Espejos del alma” (2015) que está al alcance de toda
persona con el hábito de la lectura. Las fotografías, pinturas y grabados, bien
seleccionados,hacen más interesante al libro. Los tecnolectos médicos no
dificultan la lectura por las aclaraciones oportunas y sencillas. Y, gracias a
este recurso, el lector ávido de conocimientos tiene la posibilidad de aumentar
su vocabulario y atisbar la Oftalmología.
Pero, la información sobre el mal de glaucoma
en el Perú sí preocupa: “En el Perú se calcula que el 20% de ciegos son por
causa de Glaucoma y se considera que igual porcentaje de la población en
general está en peligro de contraer esta enfermedad” p. 95. ¿Qué hacer si en Perú
los mejores centros de salud están sólo en las urbes? ¿Los pobladores de las
zonas rurales no son ciudadanos expuestos a este mal?
En español, como en muchas
lenguas, la palabra referente a la acción de percibir el mundo exterior por los
ojos es usada más allá de su significado ocular. Por ejemplo, los verbos “ver” y
“mirar” -aunque de campos semánticos un poco diferentes- son usados con los
significados de oír, entender. Y en la lengua quechua, lengua aglutinante del
Perú, también el verbo “rikay” es
polisémica gracias a los sufijos.
Ejemplos: rikay
(ver), rikapay (ver por breve
tiempo), rikaray (ver largo tiempo,
mirar, observar), rikaykachay
(fisgonear), rikachakuy (espiar), rikatsiy (hacer ver, hacer entender),rikapuy (ver por otro), rikakay (ser visto -voz pasiva-), rikapakay (ver visiones), etc…
Recurro al quechua
porque Daniel Haro, natural de la provincia de Carhuás, Áncash, habla quechua
desde su infancia como sus hermanas. Además, como resultado de sus
observaciones de los vestigios líticos de la cultura pre incaica de Chavín
(Áncash), publicó el libro: “Para una historia de la oftalmología en el Perú”.Y,
precisamente, el “lanzón de Chavín” sirvió para el logotipo de la Sociedad
Peruana de Oftalmología.
“Los ojos de la Cultura Chavín significan la presencia
permanente de la divinidad cuya mirada es en todas las direcciones y en todos
los ángulos… En todas las deidades de Chavín hay una enorme cantidad de ojos:
El felino tiene diez, el ave cincuenta, el obelisco sesenta y la estela ochenta
y dos” p. 29. Esta explicación del oftalmólogo complementa las opiniones del
arqueólogo e historiador. Indudablemente, los estudios interdisciplinariosson
necesarios porque ayudan a comprender mejor el mundo.
“Los
ojos son los espejos del alma”. Daniel Haro escribe
al respecto: “La mirada de la gente dice mucho más que mil palabras y aunque
los labios estén cerrados, los ojos los delatan” p. 43. Las miradas revelan la
personalidad de la gente, por eso se habla de miradas dulces, amorosas, inocentes,
misteriosas, juguetonas, fuertes, rudas, malignas, maliciosas, eróticas, coléricas,
aterradas, felices, ambiciosas, tristes…
¿Sólo los ojos son los
espejos del alma? Los lingüistas también dicen: La lengua es el espejo del
alma. Los músicos también dicen: La música es el espejo del alma.
"Todos
nacemos llorando y no riendo”. El médico Haro afirma:
“El llanto sentimental es muy común y normal, independientemente del género, la
raza, y la edad” p. 68. Sin embargo, no hay que olvidar el llanto fingido que
usa las lágrimas (“lágrimas de cocodrilo”) para lograr sus objetivos; y el
llanto teatral de los actores o de los plañideros o llorones en los ritos
fúnebres y procesiones, costumbre de todos los continentes; por ejemplo, plañidero
en coreano es:kokcheng-i.
Ante la evidencia de
que el llanto es parte del ser humano, está la expresiónbruta y machista: “Los
hombres no lloran”. Cantaleta muy común dealgunas profesiones que hacen gala de
falsa bravura. Si el ser humano no llora, sufre de alguna enfermedad como la
hiposecreción de lágrimas oquizás hasta de alacrimia (carencia de lágrima).
“Todo
depende del color del cristal con que se mire”. Este refránse
refiere a los tipos de lentes que usamos para ver los objetos. Los lentes
pueden mostrar los objetos como son o con variación deformas y colores. Sin
embargo, si es aplicado al mundo interno, al mundo cultural, se refiere a los
juicios que emitimos según las ideas y creencias con que hemos sido educados.Por
eso, las erróneas ideologías religiosas y políticas (cristales culturales), en
vez de acercar y fraternizar a los seres humanostambién son causantes de odios
y guerras. Palabras acertadas del doctor Haro: “[…] el tener un credo no hace
espiritual a la persona” p. 47.
El
mal del ojo. En todo el mundo existe la realidad
patológica del “ojeo” o “mal del ojo”. La escuela médica ultra ortodoxalo
considera como enfermedad folclórica o enfermedad cultural; y no se atreve a
estudiar las causas y métodos de curación. En Perú y Corea he comprobado que
los seres débiles como los niños se enferman por la excesiva expresión afectiva
de las miradas. Los seres tiernos son frágiles porque aún no han desarrollado
su protección como para soportar las descargas de energía afectiva de los mayores.
En Corea no se visita a un recién nacido antes de sus cien días de vida; por
eso, la fiesta de los cien días (peg-il) es muy importante porque es la demostraciónde
la criatura de resistirlas fuertes
miradas y las enfermedades de los mayores.Y, muy interesante, tanto en los
Andes como en Corea, el huevo (mejor si es de gallina negra) es usado como elemento
de curación.
El
mundo depende mucho de cómo lo vemos. Viendo el mundo exterior (extrospección)
sabemos y aceptamos que somos parte de la naturaleza a la que debemos cuidarla
y amarla; y no destruirla. Si nos miramos ante el espejo conocemos nuestra
naturaleza física. También aceptamos a otros seres humanos diferentes, y con
ellos debemos convivir y construir un mundo mejor.
Si miramos nuestro
mundo interno (introspección) conocemos y reconocemos las virtudes y defectos
que poseemos. Así aprendemos a vivir con mayor realidad y humildad. Cerrando
los ojos vemos mejor nuestro mundo interior.
No sólo vemos con los
ojos sino también con la mente. Por algo los grandes sabios y videntes han sido
representados como ciegos. Recordemos a Tiresias y Calcante, los grandes
adivinos de Grecia antigua, lo cual no significa que hay que llegar a la
ceguera para desarrollar nuestra mente.
Y, ojo, en las épocas
de las elecciones de las autoridades hay que ver mejor para conocer la calidad
de los candidatos y sus promesas. Superemos la ceguera política.
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