Jorge Zavaleta Alegre. Madrid.-
El Banco Mundial viene
difundiendo la fórmula enciclopédica del
1+1=10, pretendiendo explicar una especular extensión en América
Latina de la clase media, a la cual
ahora pertenecen todas aquellas personas que tienen ingresos superiores a los 10 dólares por día.
El BM y el BID, su sucursal regional,
quieren convencer que el neoliberalismo es la receta que está acabando con la pobreza del planeta.
La fórmula presentada
el año pasado en Colombia, ya llegó al Perú. Quienes
disponen cada nuevo amanecer
de 10 dólares hacia arriba, han logrado la
felicidad estadística.
El BM afirmó en el 2012 que Brasil, Chile y Colombia
lograron importantes resultados en materia de movilidad social, señalando a la
clase media como protagonista del
crecimiento económico y como sustento
que aumenta la solidez de la confianza inversionista.
“La movilidad económica
y el crecimiento de la clase media en América Latina”, aumentó en un 50%,
pasando de 103 millones de personas a 152 millones, es decir que, ahora, este grupo social representa un 30%
de la población. A lo largo del pasado decenio, unos 50 millones de
latinoamericanos salieran de la pobreza”.
Si leemos con cautela
los estudios de las multilaterales, “la sociedad latinoamericana no es todavía
una sociedad de clase media. Son países de renta media que van en la dirección
de convertirse en ese tipo de sociedad”.
La formula del 1+1=10
que ofrece el BM “es una medición en la que la clase media ha comenzado a tener
un ingreso entre 10 y 50 dólares PPP. Pues si todo el mundo está mejor, hay un segmento de la
población por debajo de ese nivel que también asciende”.
Crónicas del Brasil son más explícitas, cuando dan
cuenta que la nueva clase media brasileña dispara la fiebre consumista. Treinta
millones de personas han entrado en la
horquilla de ingresos entre los 700 y 3.000 euros al mes. El crecimiento ha
expandido el mercado interno y disparado los precios de la vivienda.
Los análisis que no involucran las vertientes de
las diferentes disciplinas del conocimiento complejo, son incompletos, carecen
de credibilidad. Los índices de desarrollo
humano, los valores intangibles (educación de
calidad, salud preventiva, derechos humanos, libertad de opinión, entre
otros), no se pueden prescindir para explicar frías sumas y restas de dinero.
Recordemos que el
término clase media es un grado o estamento de la estratificación de clase
social que se aplica a las personas con un nivel socioeconómico medio que se
sitúa entre la clase obrera y la clase alta.
En los países
iberoamericanos, por ejemplo, es común
nombrar a la clase media y no nombrar a la clase obrera o baja, lo que da lugar
a la confusión, por su sentido lingüístico. En términos estrictos, la clase
media es numéricamente
inferior al porcentaje de la población que se auto identifica
como tal.
La existencia de la clase media se remonta al
siglo XVIII. Esta clase se hace más evidente cuando la separación social es más
notoria debido a factores como la autoridad, la abundancia, dinero y trabajo,
lo que daba un diferente sentido de vida, religión, educación y cultura para
cada parte de la sociedad.
Originariamente, los
integrantes de esta clase media eran de la vieja burguesía terrateniente (la
gente, formada por comerciantes ricos y la baja nobleza), que empezaba a
sobresalir por su éxito en la industria, las profesiones liberales y el
comercio.
El nuevo estrato social
fue desarrollándose a lo largo del siglo XVIII, y ampliándose conforme se
iniciaba la incipiente industrialización del país, proceso a su vez íntimamente
interrelacionado con el surgimiento de la clase media.
Hacia 1850, cuando Karl
Marx escribía El Capital, la clase media era un grupo reducido de no mucha
importancia, centrándose más en el antagonismo entre obreros y capitalistas. A
finales del siglo XIX, Max Weber considera
que la sociedad se estratifica como un
continuo a lo largo de tres dimensiones paralelas: la económica, la política y
la social. Las clases objetivas no necesariamente se corresponden con las
identificaciones subjetivas efectuadas por los individuos, sino que se definen
por las oportunidades que se les ofrece en los mercados su dotación de capital.
La clase media moderna
surge en el siglo XX, inicialmente en Estados Unidos. Las nuevas industrias
como la del automóvil de Ford comenzaron a aplicar novedosas técnicas de
producción (taylorismo, producción en línea, estandarización del producto,
automatización,...) que permitían reducir sobremanera los costes de los automóviles
y que posibilitaban el pago de salarios mayores a los obreros de las fábricas.
La aplicación de las
teorías económicas keynesianas tras la Segunda Guerra Mundial creó el concepto
de estado del bienestar, orientado hacia la clase media, que pasaría a dominar
el panorama del mundo capitalista hasta comienzos del siglo XXI. La clase media
normalmente no dispone de suficiente capital como para dedicarse simplemente a
recibir el interés que produce, sino que debe implicarse activamente como
empresaria en la gestión de éste, como comerciante o industrial en pequeña
escala por ejemplo.
El concepto de clase
weberiano está basado sobre todo en la primera de estas dimensiones, la
económica. Se involucra la inteligencia
técnica —profesionales y técnicos de cuello blanco, que no disponen de capital
propio, pero sí de habilidades a partir de las cuales pueden obtener rentas
apreciables—. Y la pequeña burguesía, es la clase formada por los poseedores de
capital que no pueden evitar el trabajar
ellos mismos en su explotación.
Uno de los puntos
cruciales del análisis weberiano de clase es que la clase no es necesariamente
una realidad reconocida subjetivamente. Las relaciones sociales de producción,
que constituyen la estructura básica de la sociedad, están definidas por el uso
y la posesión de los medios de producción, es decir, de aquellos bienes que no
están destinados al consumo directo, sino que se utilizan para producir otros
bienes.
Para el BID la “Clase Media en el Perú:
Cuantificación y Evolución Reciente”, se expandió hasta representar el 70.1% de
la población, mientras que el 27.8% de ciudadanos pertenecen al sector pobre y
el 2.1% pertenece a clase alta.
Académicos de
importantes claustros de Latinoamérica
afirman que la clase media en Perú es aquella que tiene un ingreso
mensual de 4000 soles al menos, y muchos sabemos que eso es muy difícil. El
promedio es 1800 soles.
Preguntas: ¿El 70% de la población que señalan los
estudios del BM come 3 veces por semana afuera?. ¿Puede estudiar en una universidad de calidad? ¿Puede
alquilar o comprar casa en los distritos más desarrollados de Lima? ¿Puede
viajar al extranjero 1 vez al año?. ¿Tiene auto propio?. ¿Puede tener
computadora propia, servicios de internet y tv por cable?. Definitivamente: No.
DATOS NECESARIOS
Para el BID la clase
media en el Perú se habría duplicado en los últimos siete años. Las familias de
clase media emergente registran ingresos de entre S/.1.088 y menos de S/. 1.660.
Señala que en el Perú
es considerado pobre aquel que percibe menos de US$ 5 diarios. Además, la protección social a través de seguros de
desempleo y mayor resguardo previsional, la reducción de la informalidad y el
aumento de la productividad.
Del 2005-2011, el 48,9%
de la población es considerada clase media consolidada. La clase media
emergente (salió de la pobreza pero aún está en situación de vulnerabilidad, y
podría retornar a ser pobre).
El BID, indica haber
utilizado la Encuesta Nacional de
Hogares (Enaho), la cual indica el 70,1% de la población pertenece a la clase
media, el 27,8% es pobre y el 2,1% es clase alta o ricos.
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