Jorge Zavaleta Alegre La nueva geografía económica plantea debates normativos sobre elementos comunes. La urbanización, desarrollo regional y globalización insisten en qué hacer en las zonas rurales, en los barrios pobres, en las áreas remotas o en los países más pobres o sin acceso al mar.
Esta realidad acerca más a los profesionales de diferentes vertientes, desde psicólogos preocupados por el drama japonés, después del terremoto, hasta banqueros y constructores. En este contexto se entiende la renovación de los gremios peruanos de la arquitectura e ingeniería que apuntan a liderar programas conjuntos preventivos con instituciones públicas, universidades y la empresa privada.
Un paso en ese sentido es el compromiso de intercambio sistemático entre Nueva York y Lima en cuanto a capacitación y desarrollo de tecnologías, informó el Director Ejecutivo del American Institute of Architects- AIA, Arq. Frederic Michael Bell, durante su reciente visita al Perú.
La arquitectura en Nueva York concentra una amplia gama de corrientes estéticas en sus edificios, empezando por el estilo neogótico, el Art Decó, el postmodernismo y el modernismo. Es la arquitectura ecológica la que se ha convertido en prioridad para la renovación y el desarrollo metropolitano. Un gran porcentaje del metal utilizado para la construcción proviene de material reciclado y la incorporación de nuevas zonas verdes y más torres sostenibles.
El Arq. peruano, José Enrique Arispe, decano del Colegio de Arquitectos de Lima, considera factible asesorar en temas relacionados a la cultura, arquitectura y urbanismo del Perú; mediante capacitación y visitas académicas de ambas partes, para ayudar a prevenir la seguridad en un territorio sísmico y con alta informalidad en las edificaciones. La arquitectura peruana, además, tan vinculada a la arqueología, es otra apasionante disciplina para investigadores extranjeros del pasado pre inca e inca.
El AIA, con sede en Nueva York, formado por asociados nacionales y extranjeros, “propicia un intercambio de conocimientos que ayuden a la formación de los arquitectos en el desarrollo de la arquitectura, el urbanismo y la cultura”. Hoy la mayor preocupación de un profesional es conseguir la validez internacional de su grado. Y este propósito supone, como primer requisito, tener la calidad formativa local. En el Perú existen 34 facultades de arquitectura, de las cuales muchas de ellas no podrían superar las regulaciones del Sistema Nacional de Evaluación, Acreditación y Certificación de la Calidad Educativa – SINEACE, creado hace cuatro años por el Estado peruano.
El AIA, desde su Centro, en la Guardia Place de New York, trabaja sin fines de lucro, en actividades especiales para mejorar la calidad y la sostenibilidad de lo entorno construido, fomenta el intercambio entre diseño, construcción, y las comunidades de bienes raíces y fomenta la colaboración en toda la ciudad y el mundo. Ha incorporado a sus filas a diversos colegios de América Latina, que han promovido el diálogo, dentro de una visión ecológica ambiental y desarrollo sostenible, como Costa Rica.
La relación de los arquitectos norteamericanos con en el Perú, es de larga data. Una referencia de ayer y hoy será Frank Lloyd Wright (Illinois, 1867 - Arizona 1909), quien diseñó la primera y famosa serie de viviendas de pradera en Illinois, casas unifamiliares, fuertemente integradas en su entorno. Estudió con gran atención la arquitectura maya y aplicó un estilo reminiscente maya a muchas de sus viviendas. Escribió libros y numerosos artículos, algunos de los cuales se han convertido en clásicos de la arquitectura de nuestro tiempo.
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