Papel de Arbol

domingo, 29 de septiembre de 2019

EL CLIMA COMPROMETE AL MUNDO. No hay tiempo que perder

Jorge Zavaleta Alegre


https://diario16.com/convocan-huelga-mundial-por-el-clima-el-27-de-septiembre/

‘Huelga Mundial por el Clima’. Con este titular convocó el Diario16 de España, el 27 de septiembre,
Se trata de una movilización en defensa del futuro, de un planeta vivo y de un mundo justo, en la cual están o deben estar comprometidos sindicatos, organizaciones  y colectivos de la sociedad civil, instan a la ciudadanía a apoyar y sumarse a esta protesta.

Agustín Millán, autor de esta crónica advierte: No hay tiempo que perder, los recientes informes sobre el estado de la biodiversidad del IPBES (Plataforma Intergubernamental de Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos), señalan que cerca de un millón de especies entre animales y plantas, se encuentran al borde de la extinción como consecuencia de las actividades humanas.

Otro de los informes, el del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), alertan sobre el incremento de la temperatura media global en 1,5 grados y sobre el deterioro de un gran número de ecosistemas, tanto terrestres como marinos, así como del punto de no retorno frente al cambio climático.

No hay tiempo para políticos populistas y mesiánicos como Donald Trump o Boris Johnson, la humanidad se enfrenta a uno de sus mayores retos: la crisis climática. Una crisis, consecuencia directa del modelo de producción extractivista y consumo globalizado actuales, que pone en riesgo nuestra propia supervivencia y la de un gran número de otras especies y ecosistemas e impacta de manera injusta especialmente en las poblaciones más empobrecidas y vulnerables del mundo.

El grito en España es el  mismo grito común. Mexico comienza a retomar el liderazgo en America Latina como un eje progresista junto con Buenos Aires, para reconstruir la integración. Resurge esa esperanza de reconstruir la integración latinoamericana, basada en un eje movilizador entre Ciudad de México y Buenos Aires, con la decisión del presidente  Andrés Manuel López Obrador de volver la mirada al sur y la expectativa del gobierno de Alfredo Fernández y de su visión geopolítica puesta en la región y no en el Norte.

Si la elección de López Obrador fue un tsunami, la de Fernández también será un cimbronazo, por sus efectos en una región que se está moviendo y donde la derecha y sus medios hegemónicos se apresuraron demasiado a hablar del fin del ciclo progresista.

SUECIA SE SUMA
Suecia presente. En America Latina atrae la atención la joven activista ambiental sueca Greta Thun
berg , que se suma a los miles de estudiantes que tomaron las calles de Estocolmo (Suecia) para reclamar acciones contra el cambio climático.   La Revolución Femenina en Europa se expresa en el nuevo liderazgo.

Desde las Malvinas hasta el Brexit, las mujeres han estado detrás de grandes episodios políticos en Europa. Hoy en día la revolución va más allá. La prensa europea, cuando hablaba de mujeres en la política  se mencionaba automáticamente Margaret Thatcher, y vuelve lentamente a Angela Merkel como si, entre una y otra, la historia no nos hubiese dado espacio para más.

Sin embargo, y gracias al impulso del Movimiento #MeToo y la revolución femenina occidental de los últimos años, ser mujer en un puesto de poder ya no implica querer igualar a la figura masculina —con traje, pantalón y cabello corto— sino más bien ofrece una plataforma para un cambio rotundo en la manera de percibir el liderazgo.

Poco se sabe del hecho de que San Marino sea el país con mayores mujeres como jefe de estado (16, hasta el momento) o que la Unión Soviética contó con 14 mujeres en puestos gubernamentales en la época.

Foro Económico Mundial de 2018 considero que las brechas más profundas entre hombres y mujeres se encuentran precisamente en “el ámbito del empoderamiento político y económico”. Aunado a ello, el reconocimiento internacional también brilla por su ausencia.

Pocas personas conocen a Dalia Grybauskaité (presidenta de Lituania), Simonetta Sommaruga (miembro del Concejo Federal Suizo), Erna Solberg (Primera Ministro de Noruega), Marie-Louise Coleiro Preca (presidenta de Malta) o Kolinda Grabar-Kitarović (aquella presidenta que cautivó a las cámaras bajo la lluvia en la final de la Copa del Mundo). Islandia, Rumanía y Georgia, también cuentan con mujeres al mando del país.

El cambio se ha visto sujeto a un despertar colectivo y a un interés revitalizado en cuanto a los asuntos femeninos y al impacto que esto tiene sobre la mayoría en la población.

Según amplía el medio, de un 13 por ciento en el 2008, las representantes femeninas aumentaron a un 50 por ciento en el 2018. De esta manera, y según la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos  (OCDE), Francia encabeza la lista de países con mayor proporción de mujeres en ministerios gubernamentales (incluyendo puestos como primera ministra o jefa de estado).

Por detrás se encuentran Suecia, Eslovenia, Dinamarca, Finlandia y España, mientras Hungría y Turquía quedan extremadamente rezagados (con un 96.2 por ciento de altos miembros políticos exclusivamente hombres).

Pero la contemporaneidad no da tiempo para viejos esquemas, y las nuevas generaciones han demostrado no estar dispuestas a quedarse de brazos cruzados. Fenómenos como el de la activista Greta Ernman Thunberg, han revolucionado la forma en la que se hace política en el mundo actual.

Con tan solo 16 años, Thunberg ha tomado las riendas del movimiento medioambiental en Suecia y ha inspirado el surgimiento de movimientos satélite en todo el continente e incluso más allá.

En agosto del 2018 la joven activista organizó la primera huelga escolar por el cambio climático a las afueras del Parlamento sueco. Tres meses después fue ponente en una importante tribuna de Stockholm y a finales de año se dirigió a los asistentes de la Conferencia por el Cambio Climático de las Naciones Unidas.

Para el 2019, Thunberg se encontraba hablando cara a cara con las personas más poderosas del mundo en el Foro Económico de Davos, haciendo eco de su potente campaña contra las emisiones de carbono.

Y es que la revolución femenina del siglo XXI pareciera tener las más profundas y sólidas raíces. La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible es un compromiso internacional dirigido enfrentar los grandes obstáculos que tenemos como humanidad para alcanzar el desarrollo sostenible, que se propone
trabajar integradamente en las tres dimensiones del desarrollo —social, económica y ambiental— y abordar la pobreza y las desigualdades como temas centrales.

En los años sesenta, en ese mundo bipolar donde por un lado estaban los soviéticos, y por otro lo que llamaban el mundo libre aunque estaba lleno de dictadores, o el mundo occidental donde por ejemplo también estaba Japón, nosotros vivimos toda una polarización en el orden político, militar y cultural.

Esto se vivió de diferente manera según las circunstancias, en Berlín, por ejemplo, lo vivieron con una ciudad dividida, la mitad de un sistema, la otra mitad de otro sistema, de allí que los estudiantes de la Universidad Libre de Berlín cuando protestaban, lo hacían contra los dos sistemas, contra el comunista porque lo conocían y contra el occidental por imperialista, pero en Indochina lo vivieron distinto por la guerra, en Europa lo vivieron distinto con el Plan Marshall pidiendo la protección de los norteamericanos y la OTAN.

En América Latina lo vivimos a través de la revolución cubana, es decir, aquí la cosa no era con los soviéticos directamente sino el enfrentamiento entre los Estados Unidos y la Cuba de Fidel Castro. Es indudable que al principio la revolución cubana tuvo una aceptación impresionante en América Latina, hubo guerrillas en prácticamente todos los países de América Latina, pero también en lo cultural fue sumamente grande.

Entonces Estado Unidos que tienen un nuevo gobierno con John F. Kennedy, crea una política, llamemos de contención con relación a la Revolución Cubana y esa política de contención tiene dos elementos, uno militar y otro político-cultural. Con el primero se trata de fortalecer los ejércitos nacionales, tratar de que no se involucren los soldados norteamericanos sino a través de lo que llamaban las Boinas Verdes, y ese fue el experimento de Vietnam, y hubo todo el movimiento anti subversivo, la Escuela de las Américas por donde pasaron miles de oficiales de América Latina con una actitud de contención especialmente de la revolución cubana.

Pero como la revolución cubana era tan importante se ideó un programa, ese programa en términos muy sencillos fue a través de la Alianza para el Progreso. La Alianza, decía John F. Kennedy, debía propiciar el desarrollo económico, debía propiciar la democracia, debía manejar conceptos como planificación, modernización, reforma agraria, todo ese tipo de cuestiones, y es lo que se intentaba con la Alianza para el Progreso; y en ello había un elemento muy importante que era la educación, si Cuba era el espejo en el cual se miraban muchos latinoamericanos, pues entonces también en el campo educativo había que hacer algo muy importante y eso se hacía en parte por los cuerpos de paz y en parte a través de fundaciones norteamericanas y de una acción política en el campo educativo.

Aun cuando desde 2015 se han registrado retrocesos, particularmente en el aumento de la incidencia de la extrema  pobreza. Eso es preocupante y enciende señales de alerta, en especial en un contexto regional de bajo crecimiento económico y cruzado por profundas trasformaciones demográficas y en el mundo del trabajo.

A los desafíos coyunturales se suman los problemas estructurales que la región enfrenta para alcanzar un verdadero desarrollo sostenible, como la baja productividad, los altos niveles de desigualdad, la exclusión social y la falta de cuidado del medio ambiente.








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