Jorge
Zavaleta Alegre
https://latinopen.wordpress.com/2013/10/16/puede-el-condor-regresar-a-los-andes/
https://www.panoramical.eu/columnas/45078/
https://www.panoramical.eu/columnas/45078/
La prensa latinoamericana
y sobre todo la peruana no participa en
el concurso anual convocado por la Unión
Europa. Esta ausencia es lamentable,
según Isabel Recavarren, de nacionalidad peruana, integrante
del Jurado Internacional. La
emisora Radio Programas del
Perú ha trasmitido una entrevista que no
debe pasar por alto, y me permito glosar
algunas líneas sobre el tema. Bienvenido el concurso de la Union Europea.
Probablemente el apoyo a concursos de pueblos muy alejados de las capitales, donde el método del canto y la danza son más atractivos para los niños, una presencia cultural de la Unión Europea sea bienvenida. Y es loable la actividad de Isabel Recavarren, destacada periodista y jurista
Mi colaboración con Italia, a través de su Embajada en Perú y las actividades, durante una década en el Fondo Italo Peruano (canje de la deuda externa por inversión local), permitió , por ejemplo, impulsar temas como la protección del cóndor, ave en extinción y aspectos culturales, que las poblaciones alejadas vieran como aportes más cercanos a su realidad.
Desde mi punto de vista, la conducta de una mayoría
de periodistas de nuestra Región tiene diferentes explicaciones. Sin duda analizando
el pasado colonial,
virreinal y la actual vida republicana, teñida de
rencores, dependencia y la primacía
forzada del dinero y de los grupos de poder, han generado a la indiferencia, la anomia.
Hay
múltiples páginas escritas sobre esta
conducta nuestra. Para no mencionar diversos textos, recurro
a José Martí, quien afirmaba que la incapacidad no está en el país
naciente, que pide formas que se le acomoden y
grandeza útil, sino
en los que
quieren regir pueblos
originales, de composición
singular y violenta, con leyes heredadas de cuatro siglos de práctica
libre en los Estados Unidos,
de diecinueve siglos
de monarquía en
Francia.
El buen gobernante en
América no es el que
sabe cómo se
gobierna el alemán
o el francés, sino el que sabe con qué elementos
está hecho su país .
El gobierno
ha de
nacer del país.
El espíritu del
gobierno ha de ser
el
del país. La
forma de gobierno ha de avenirse a la constitución
propia del país. El gobierno no es más que
el equilibrio de los elementos naturales del país.
En pueblos
compuestos de elementos cultos
e incultos, los incultos
gobernarán, por su hábito de agredir y
resolver las dudas con su mano, allí donde los cultos no aprendan el arte del gobierno.
La masa
inculta es perezosa, y tímida en las cosas
de la inteligencia, y quiere que la gobiernen bien; pero si el gobierno
le lastima, se lo sacude
y gobierna ella.
¿Cómo han de
salir de las
universidades los gobernantes, si no hay universidad en América
donde se enseñe lo rudimentario del arte
del gobierno, que
es el análisis
de los elementos
peculiares de los pueblos de América?
Resolver el
problema después de
conocer sus elementos,
es más fácil
que resolver el problema
sin conocerlos. Conocer
el país, y
gobernarlo conforme al conocimiento
es el único modo de librarlo de tiranías.
Nuestra
Grecia es preferible a la Grecia que no es nuestra. Nos es más necesaria. Los
políticos nacionales han de reemplazar
a los políticos
exóticos. Con los
oprimidos había que
hacer una causa común, para afianzar el sistema opuesto
a los intereses y hábitos de mando de los opresores.
Éramos una
visión, con el pecho de atleta, las manos de petimetre y la frente de niño.
Éramos una máscara, con los calzones de Inglaterra, el chaleco parisien- se, el
chaquetón de Norteamérica y la montera de España. El indio, mudo, nos daba vueltas
alrededor, y se iba al monte, a la cumbre del monte, a bautizar a sus hijos.
El negro,
oteado, cantaba en la noche
la música de
su corazón, solo
y des- conocido, entre las olas y
las fieras. El campesino, el creador, se revolvía, ciego de indignación, contra
la ciudad desdeñosa, contra su criatura.
Los jóvenes
de América se
ponen la camisa
al codo, hunden
las manos en
la masa, y la levantan con la
levadura del sudor. Entienden que se imita demasiado, y que la salvación está en crear. Crear es la
palabra de pase de esta generación.
El vino, de
plátano; y si sale agrio, ¡es nuestro vino!. Comenta Martí con gran ironía. El
racismo sigue a flor de pie entre nosotros.
Si nos miramos
camino al bicentenario de la independencia de varios países de
Latinoamérica, nos damos cuenta que poco
o nada hemos cambiado.
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