Para Yulyta Z.Camerieri, MD 2019
Observando la pintura de Van Gogh, conocida como "la cena de patatas", nos lleva al diálogo sobre el complejo mundo de las empresas, el trabajo, la competencia y las limitadas opciones del mercado. Surge, una referencia del
filósofo Francés, Edgar Morín, respecto al complejo que nos puede ayudar a entender la lógica de una organización
empresarial en el mundo de hoy, al margen de las ideologías y partidos políticos tradicionales. La imaginación al poder.
Jorge Zavaleta
Alegre
El comprender y explicar una estrategia esta siempre limitada al
conocimiento de la organización que se estudia, ya que en la actualidad,
la globalización, la tecnología y el medio
ambiente cambiante obliga a una comprensión y explicación que se adapte al
entorno donde se ubica la organización, comenta en un extenso ensayo, la psicóloga laboral, María
Carolina Escobar Mazariegos.
Parte
de la teoría del Pensamiento Complejo, se dice
que la realidad se comprende y se explica simultáneamente desde todas las
perspectivas posibles; y si lo enfocamos a una estrategia esta se debe estudiar
de forma compleja y global, ya que dividiéndola en pequeñas partes para
facilitar su estudio, se limita el campo de acción del conocimiento:
Tanto
la realidad como el pensamiento y el conocimiento son complejos y debido a
esto, es preciso usar la complejidad para entender el mundo. Así pues, el
estudio de un fenómeno se puede hacer desde la dependencia de dos
perspectivas: holística (se refiere a un estudio
desde el todo o todo múltiple) y reduccionista (a un estudio desde las partes).
En la
actualidad la sociedad necesita ciudadanos pensantes, activos, reflexivos,
competitivos, emprendedores y racionales capaces de implicarse en la formación
de la comunidad. El referirnos a ejercitar pensamientos complejos y no
dogmáticos, capaces de ver más allá de los entornos abiertos a cualquier
posibilidad y arriesgados a tener un pensamiento critico, creativo y cuidadoso.
Si
bien el entorno es alterado al cubrir las necesidades individuales a través de
sentimientos, emociones, pasiones, etc., no puedo decir lo mismo si hablamos de
cubrir las necesidades entorno a las empresas ya que estás se trabajan mediante
estrategias, pero,
¿Qué
es una estrategia?
En el
terreno empresarial, lo que suelen implementar las empresas para cumplir
efectivamente con la consecución de sus metas y fines, es lo que se denomina
plan estratégico, que no es otra cosa que un documento oficial que emitirá la
propia empresa a través del cual, sus responsables, plasmarán la estrategia que
seguirán en el corto, mediano y largo plazo. Entonces, podemos decir que una
estrategia de tipo funcional es aquella que define ¿CÓMO? Se deben de hacer las
cosas.
Si
bien el ser humano tienen la difícil tarea de entendimiento, comprensión y
capacidad de razonamiento opacado por los vicios mentales que han ido surgiendo
a través de la tecnología, el pensamiento complejo obliga a despertar
esa parte del cerebro mediante ejercicios mentales que permitan ejercer de
nuevo esa capacidad de asombro, de imaginación, de interés por lo desconocido,
de duda y de investigación a través de la inteligencia.
Morin
basado en la idea de que todavía estamos en un nivel prehistórico con respecto
al espíritu humano y solo la complejidad puede civilizar el conocimiento, la
educación actual debería tener una estrategia o forma de pensamiento que
induzca al conocimiento del conocimiento, a la búsqueda de una verdad mediante
la actividad de autoobservación, de una autocrítica inseparable de la crítica
misma, un proceso reflexivo inseparable de un proceso objetivo, el concepto de
la práctica, el caos y el orden y como parte primordial el vinculo entre el
sujeto y el objeto para que esto suceda en conjunto con la única finalidad de
preparar un futuro prometedor y sólido ante la globalización.
A
continuación, de manera breve expongo parte de la biografía y obra “Los 7
saberes necesarios para la educación del futuro” de Edgar Morin.
Morin, es un filósofo y sociólogo francés de origen judeo-español (sefardí).
Nacido en París el 8 de julio de 1921, su nombre de nacimiento es Edgar Nahum.
Su
infancia caracterizada por la enfermedad, Morin empezó a ser un chico
entusiasta de la lectura y aficionado al estudio. Comenzó su labor filosófica
con la lectura de los diversos representantes de la Ilustración del s. XVIII.
Se vinculó al socialismo gracias al apoyo del Frente Popular (al cual se unió
en la Federación de Estudiantes Frentistas, dirigida por Gaston Bergery) y al
gobierno republicano español en la Guerra Civil Española. En 1952 fue admitido
en el Centro Nacional de Investigación Científica (CNRS),
previa recomendación de algunos intelectuales.
Del
término pensamiento complejo, para comprender mejor su significado lo definí
por separado, según la Real Academia Española (RAE):
El
pensamiento es aquello que es traído a la existencia a través de la actividad
intelectual. Por eso, puede decirse que el pensamiento es un producto de la
mente, que puede surgir mediante actividades racionales del intelecto o por
abstracciones de la imaginación.
El
término complejo, del latín complexus, permite hacer referencia a aquello que
se compone de diversos elementos, es algo difícil, enmarañado, rebuscado o
complicado. Se denomina complejo a la unión de dos o más cosas.
Los
siete saberes necesarios para la educación del futuro
1. Una
educación que cure la ceguera del conocimiento.
Todo
conocimiento conlleva el riesgo del error y de la ilusión. La educación del
futuro debe contar siempre con esa posibilidad. El conocimiento humano es
frágil y está expuesto a alucinaciones, a errores de percepción o de juicio, a
perturbaciones y ruidos.
La
primera e ineludible tarea de la educación es enseñar un conocimiento capaz de
criticar el propio conocimiento. Debemos
enseñar a evitar la doble enajenación: la de nuestra mente por sus ideas y la
de las propias ideas por nuestra mente. El primer objetivo de la educación del
futuro será dotar a los alumnos de la capacidad para detectar y subsanar los
errores e ilusiones del conocimiento y, al mismo tiempo, enseñarles a convivir
con sus ideas, sin ser destruidos por ellas.
2. Una
educación que garantice el conocimiento pertinente
Ante
el aluvión de informaciones es necesario discernir cuáles son las informaciones
clave. Así como el número ingente de problemas también es necesario diferenciar
los que son problemas clave. Pero, ¿cómo seleccionar la información, los
problemas y los significados pertinentes? Sin duda, desvelando al contexto, a
lo global, a lo multidimensional y a la interacción compleja de los elementos.
La
inteligencia general se construye a partir de los conocimientos existentes y de
la crítica de los mismos. Su
configuración fundamental es la capacidad de plantear y de resolver problemas.
3.
Enseñar la condición humana
Una
aventura común ha embarcado a todos los humanos de nuestra era. Todos ellos
deben reconocerse en su humanidad común y, al mismo tiempo, reconocer la
diversidad cultural inherente a todo lo humano. Conocer el ser humano es
situarlo en el universo y, al mismo tiempo, separarlo de él. Al igual que
cualquier otro conocimiento, el del ser humano también debe ser
contextualizado: Quiénes somos es una cuestión inseparable de dónde estamos, de
dónde venimos y a dónde vamos.
Lo
humano es y se desarrolla en bucles: a) cerebro- mente- cultura; b) razón –
afecto – impulso; c) individuo – sociedad – especie. Todo desarrollo
verdaderamente humano significa comprender al hombre como conjunto de todos
estos bucles y a la humanidad como una y diversa.
4.
Enseñar la identidad terrenal
La
historia humana comenzó con una dispersión, una diáspora de todos los humanos
hacia regiones que permanecieron durante milenios aisladas, produciendo una
enorme diversidad de lenguas, religiones y culturas. En los tiempos
modernos se ha producido la revolución tecnológica que permite volver a
relacionar estas culturas, volver a unir lo disperso. Es necesario
introducir en la educación una noción mundial más poderosa que el desarrollo
económico: el desarrollo intelectual, afectivo y moral a escala terrestre.
5.
Enfrentar las incertidumbres
La
educación debe hacer suyo el principio de incertidumbre, tan válido para la
evolución social como la formulación del mismo. La historia avanza por atajos y
desviaciones y, como pasa en la evolución biológica, todo cambio es fruto de una
mutación, a veces de civilización y a veces de barbarie. Todo ello obedece en
gran medida al azar o a factores impredecibles.
Pero
la incertidumbre no versa sólo sobre el futuro. Existe también la incertidumbre
sobre la validez del conocimiento. Y existe sobre todo la incertidumbre
derivada de nuestras propias decisiones. Una vez que tomamos una decisión,
empieza a funcionar el concepto ecología de la acción, es decir, se desencadena
una serie de acciones y reacciones que afectan al sistema global y que no
podemos predecir. Nos hemos educado aceptablemente bien en un sistema de
certezas, pero nuestra educación para la incertidumbre es deficiente. Morin
matizó y reafirmó su pensamiento: “existen algunos núcleos de certeza, pero
son muy reducidos. Navegamos en un océano de incertidumbres en el que hay
algunos archipiélagos de certezas, no viceversa.”
6.
Enseñar la comprensión
La
comprensión se ha tornado una necesidad crucial para los humanos. Por eso la
educación tiene que abordarla de manera directa y en los dos sentidos: a) la
comprensión interpersonal e intergrupal y b) la comprensión a escala
planetaria. Morin constató que comunicación no implica comprensión. Ésta última
siempre está amenazada por la incomprensión de los códigos éticos de los demás,
de sus ritos y costumbres, de sus opciones políticas. Los grandes enemigos de
la comprensión son el egoísmo, el etnocentrismo y el sociocentrismo. Enseñar la
comprensión significa enseñar a no reducir el ser humano a una o varias de sus
cualidades que son múltiples y complejas.
7. La
ética del género humano
Además
de las éticas particulares, la enseñanza de una ética válida para todo el
género humano es una exigencia de nuestro tiempo. Morin volvió a presentar el
bucle individuo — sociedad — especie como base para enseñar la ética venidera.
En el
bucle individuo —- sociedad surge el deber ético de enseñar la democracia. Ésta
implica consensos y aceptación de reglas democráticas. Pero también necesita
diversidades y antagonismos. El contenido ético de la democracia afecta a todos
esos niveles. El respeto a la diversidad significa que la democracia no se
identifica con la dictadura de la mayoría.
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