Jorge Zavaleta Alegre
La historia secular del Estado Peruano al servicio de unos pocos, encuentra un punto de quiebre este 19 de Julio del 2018. El Perú tiene en la Regiones, el mayor porcentaje de anemia infantil, y una corrupción pública extendida al municipio más pequeño y alejado de este país de los andes.
Hoy se vive un horizonte mayoritario de unidad para refundar la democracia, como expresión legítima de libertad para sus habitantes, en comunión armónica con los ideales de todos y para todos los pueblos.
En ciudades, en las cuales con plazas, calles y avenidas coinciden que llegó la hora de rebelarse contra la corrupción endémica que desde el virreinato y los dos siglos de existencia republicana, se ha enquistado como enfermedad irremediable, y que se expresa en desigualdades y perversiones inconcebibles en una sociedad occidental y cristiana.
Sustracción o saqueo infinito de la caja fiscal, explotación de recursos naturales con formas feudales, evasión tributaria, contrabando por cielo, mar y tierra, bandas de narcotraficantes, traidores de la patria gozando de cómodo exilio, herederos de fortunas con la venta prohibida de alcohol, coca y cal, evasores de impuestos, presidiarios, fraudes en ánforas… delitos incubados desde el palacio de gobierno, parlamento, jueces, regiones, provincias, distritos y aldeas.
Múltiples países de América Latina que viven aún sin un sólido proyecto de cambio y coyunturas sísmicas para la convivencia civilizada, están convencidos de la impostergable construcción de nuevas y más amplias formas de democracia, que combinen lo más rescatable de la democracia representativa, con la renovada fuerza de la democracia directa.
En nuestro país, se está proponiendo una Nueva República de Democracia Total, ante el agotamiento de la República Criolla Neoliberal. Es una exigencia. Con mayor razón si constatamos las escandalosas deformaciones provocadas en el Perú por el peso de una herencia colonial no modificada sustancialmente a lo largo de la República. Estas deformaciones y fracturas han sido más bien mantenidas y profundizadas por la vigente Constitución de 1993.
La misma que, después de 25 años de continuismo jurídico, hace evidente la necesidad de una profunda transformación del Estado, de modo que se lo reemplace de raíz por un Estado Plurinacional, representativo de sus pueblos, sobre la base de una nueva economía social, pluralista y solidaria con mercado.
Esta iniciativa, según el economista, profesor universitario David Tejada Pardo, del Grupo Nueva Constitución, viene siendo enriquecida por un grupo propulsor que, después de un arduo trabajo y de estudiar, analizar y escuchar miles de voces, ha llegado a la conclusión que es indispensable recuperar el Perú para los peruanos, garantizando vida digna y de derechos plenos para todos.
La Constitución de 1993 “es el gran candado que asegura jurídicamente la vigencia del modelo neoliberal de crecimiento económico y de organización de la sociedad en su conjunto”. Dicho modelo, es reforzado por diversos tratados de libre comercio, los principales de ellos con rango constitucional”.
Todos estos instrumentos levantan un muro jurídico que imposibilita modificar aspectos medulares del modelo neoliberal de sociedad, cuyos efectos inciden de manera muy negativa en la fragilidad política, social y económica. Estos problemas intentan ser paliados con algunos cambios marginales y cosméticos, llevados a cabo de manera dudosa y, por no decir menos, en términos ilegítimos strictu sensu.
Los documentos públicos que suscriben la CGTP, el Consejo Nacional de Decanos de los Colegios Profesionales, algunos candidatos de los municipios más populosos del Perú, como Lurigancho, liderado por Napoleón Becerra García, donde el millón de electores reclama el traslado de un penal, porque es el reverso de la justicia y peligro constante para sus moradores. Prioridad en la Educación y Salud son parte de un programa de desarrollo local.
Otro frente que se suma es el de personas vinculadas a Foro Salud, como Luis Lazo Valdivia. Y Julio Rojas Julca, piurano, defensor de los recursos nacionales, promotor de la integración física y cultural, junto con la Marina Nacional en varias cuencas amazónicas, articuladas con Ecuador, Colombia, Venezuela, Brasil.
Este 19 de julio de 2018, debe tomar cuerpo el esfuerzo decidido de ciudadanos que asumen un horizonte más allá del partido político tradicional y que, más bien, se apoyan en la experiencia de movimientos como el de los otrora afiliados del Fondo Nacional de Vivienda (fonavistas), cuyos derechos fueron violentados por un aparato de normas alejadas del derecho social y de un producto jurídico autoritario y amoral.
El Grupo Nueva Constitución goza del respaldo de estudiantes, mujeres y hombres de múltiples, universidades; desde las facultades de Derecho, Literatura y Arte, que comparten el desmontaje de diversas líneas defendidas por una constitución liberal, cuyos destrozos se traducen en un caos social.
Renovar la Democracia es Producto de una Nueva Realidad, de nuestra América y del Mundo. Sí hay remedio. Erradiquemos el lapidario juicio: “Y ya no hay remedio”, confiando que la movilización nacional logrará superar el daño causado, entre otros, por cinco ex presidentes con procesos judiciales y uno beneficiado con el indulto cuando la justicia internacional le niega ese derecho.
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