Llegamos a Castrovirreyna, una ciudad en la frontera con Ayacucho, en los andes centrales del Perú, para conocer los avances de algunos proyectos de planificación urbana que permitan construir espacios asequibles a la inversión y turismo, donde las heridas de la guerra entre Sendero Luminoso y la Fuerza Armada dejan recuerdos de la barbarie, y que podrían cicatrizar si el estado nacional tuviera la capacidad democrática en administrar con honradez los escasos recursos que figuran en los presupuestos, incluyendo la simbólica cooperación internacional.
No hay comentarios:
Publicar un comentario