Jorge Zavaleta Alegre
La piramide
de la desocupacion crece, se estrecha el vertice y se amplia la base.
Jean Monnet, Cognac,1888
- Yvelines,1979, uno de los principales artifices del Proyecto de
la Union Europea, dijo que si tuviera una nueva oportunidad de participar en el
desarrollo de la Comunidad del Viejo Mundo, seria incidir en el valor de la diversidad, es decir la cultura, la educacion, como valores fundamentales.
Esta
reflexion la recuerda July Z. Camerieri,
en un trabajo grupal para la Mount St. Mary's University. Pues,
en lo que va del siglo XXI, cuan valiosas
son las reflexiones sobre la creciente migracion y desocupacion laboral que
viene provocando el libre Mercado, por el escaso valor que las empresas otorgan a la Diversidad,
tendencia que persiste en la ausencia de
politicas de Estado tanto del Norte como del Sur.
El mundo ahora
mira hacia la mayor economía de Europa, que sigue creciendo en plena crisis,
produciendo puestos de trabajo y sanando sus deudas. El “modelo alemán” es un
referente importante. ¿Cuál es el secreto de
Alemania?
Para el éxito
de una economía social, el modelo de economía suele ser importante, ya que
establece el marco de las actividades económicas. En Alemania, el modelo se
llama “economía social de mercado”. Se basa, por un lado, en la competitividad
capitalista, y por otro, en la intervención del Estado en las reformas
sociales.
Sus raíces se
encuentran en las medidas que Otto von Bismarck, en el siglo XIX: “Estableció
seguros médicos y de jubilación”, explica Werner Schreiber, exministro de
Asuntos Sociales de Sajonia-Anhalt, en entrevista para la television DW. Con ello se consiguió una paridad: la
mitad de estas sumas las pagaban los trabajadores, y la otra mitad los
empresarios.
Ese principio
que se convirtió en el núcleo de la actual legislación social, tras la II
Guerra Mundial se amplió para incluir también ayudas sociales, políticas
familiares y otros campos.
También forma
parte de la economía de mercado la autonomía de tarifas: “Esto significa que
los sindicatos y empresarios gestionan los sueldos libremente, sin intervención
del Estado”, dice Schreiber. Esta medida ha llevado a que en los últimos años
se den pocos conflictos en el mercado laboral.
En un momento
en el que los niveles de desempleo alrededor de Alemania alcanzan cifras de
récord, en Alemania 42 millones de personas tienen trabajo: más que nunca antes
en la historia de la república federal. Un éxito que se debe en buena parte a
la Agenda 2010, una reforma laboral que se estableció hace diez años: “Un punto
importante de esta reforma fue la creación de un sector de salarios reducidos,
la desregulación y flexibilidad del mercado laboral. Por un lado, esto ha
resultado en más puestos de trabajo, pero por otro, muchos de estos puestos
están mal pagados”, dice Uli Brüchnker, profesor de la Universidad de Stanford.
Por otro
lado, el número de especialistas cualificados en Alemania no deja de crecer:
cada año surgen 100.000 nuevos ingenieros e investigadores medioambientales en
el mercado, diplomados en una de las 200 escuelas o universidades técnicas que
hay en Alemania. La alta productividad de estas instituciones se debe al
afamado sistema de formación dual, cuyas raíces se encuentran en el sistema de
formación de trabajos manuales en el medievo. Se trata de un método en el que
los estudiantes aprenden practicando en puestos de trabajo reales y estudiando
en una escuela de formación profesional.
La empresa
mediana es aquella que no tiene más de 500 empleados. Estas constituyen más del
99 por ciento de las casi tres millones de empresas que hay en Alemania. La
mayoría de ellas, familiares, y lo suficientemente rentables como para que no
haya necesidad de ponerlas en bolsa.
“Los
empresarios no deben planear de trimestre en trimestre según la información
bursátil, sino que se pueden plantear objetivos a largo plazo y dedicarse a
ellos. No deben apresurarse excesivamente, ni ampliarse de forma más rápida de
lo que puede beneficiar a la compañía”, explica Klaus-Heiner Röhl, del
Instituto Alemán de Economía, en la misma cadena de la DW.
En lo
referente a la calidad de los productos hechos en Alemania, en tiempos de gran
competencia con países con costes de producción más baratos, sobre todo
asiáticos, a veces no basta ya solo con ofrecer productos de buena calidad. Por
ello, en el sistema “Made in Germany” se incluyen una serie de servicios adicionales,
según Röhl: “Una empresa aquí no solo vende un aparato, sino que también lo
instala, capacita al personal del comprador y ofrece un servicio de
reparaciones las 24 horas del día. Al final, se trata de garantizar el buen
funcionamiento del producto”.
Y es una
garantía importante, ya que uno de los pilares del éxito del “modelo alemán” es
la alta tecnología: Alemania apuesta por las innovaciones técnicas. Once por
ciento de los alemanes trabajan en la industria de la alta tecnología, y 70.000
millones de euros se invierten cada año en investigación. Ambas cifras superan
ampliamente la media del resto de países europeos. Asimismo, la infraestructura
de redes de energía, telecomunicaciones, calles, conexiones ferroviarias y
aéreas está entre las mejores del mundo. En menos de 24 horas se puede llegar a
cualquier país europeo desde Berlín.
Tambien se
afirma como ventaja la posición
geográfica de Alemania: en pleno corazón de Europa.
La tasa de
desempleo es una medida del porcentaje de la fuerza de trabajo total que está
desempleada, pero que buscan activamente empleo y dispuestos a trabajar en los
EEUU.
Otro
referente de desarrollo economico lo encontramos en Corea del Sur. Las
investigaciones recientes nos indican
que el milagro económico de ese pais es una de las grandes historias de
éxito del último siglo. Cuando la Guerra de Corea terminó en 1953, la nación,
destruida por el conflicto, era más pobre que la mayoría de las naciones
latinoamericanas. Hoy, es una de las potencias económicas más sofisticadas del
mundo, con altos niveles de educacion.
Para Jasper
Kim, profesor de la Universidad Ewha en Seúl, Corea del Sur consiguió apostar
por el único recurso que tenía en abundancia: su gente. “Tanto el gobierno como
las familias se dieron cuenta del valor de la educación, e invirtieron en ello
de modo extraordinario, declara al programa
Business Daily de la BBC. Y esa apuesta fue la que suministró los ingenieros y
trabajadores industriales que necesita la base manufacturera de donde sale la
riqueza del país.
Economistas y
dirigentes de todas las corrientes políticas están de acuerdo en que el aumento
del capital humano mediante una gran inversión en educación es uno de los
secretos del éxito de la nación asiática. En Corea del Sur existen grupos empresariales dominados por familias,
conocidos como "chaebol".
Samsung es el
más famoso de ellos. Venden desde lavadoras hasta teléfonos celulares, pasando
por hoteles y empresas de seguros. Samsung, por ejemplo, ha sido controlado por
la familia Lee desde 1938. Pero en Corea
del Sur estas industrias "hereditarias" han conseguido resultados tan
importantes como competirle al gigante estadounidense Apple en el campo de la
telefonía celular.
El Banco
Mundial, considera que el milagro del Este Asiático en una buena
parte estaba en seguir partes
importantes del llamado recetario neoliberal: cosas como manejar el gasto
público de manera prudente o evitar excesos de inflación.
Otros argumentaban que en el centro había una cuestión de cultura: en este caso, la asiática influida por Confucio y su énfasis en el orden, la devoción por el bienestar colectivo y el respeto por las jerarquías, ideas que en su momento eran presentadas como apropiadas para el desarrollo económico.
No obstante,
muchas de esas teorías pasaron a segundo plano cuando el crecimiento económico
asiático sufrió fuertes traspiés en los años finales del siglo XX, pese a que
esos países eran poseedores de una cultura que supuestamente era la más
apropiada para el éxito empresarial. El estado promovió el desarrollo
tecnológico. Tal vez el más complejo de explicar de todos los factores es el
del papel que jugaron las instituciones políticas, particularmente en los años
en que comenzaba el despegue económico del país, en la década de 1960.
No falta
quiénes aseguran que el carácter autoritario del gobierno surcoreano de la
época tuvo que ver en ello. Estos sistemas políticos como el de Corea del Sur
fueron muy efectivos en ofrecer ayuda y protección estatal a sectores claves de
la economía, como la industria pesada, pero exigiendo al mismo tiempo
resultados de eficiencia y de responsabilidad social a los empresarios privados
que recibieron esos subsidios estatales, aseguran expertos como el australiano
Robert Wade de la London School of Economics, en su célebre libro
"Gobernando al mercado".
EL EMPLEO
FEMENINO
“La brecha de
género en los salarios se debe, en gran parte, a la maternidad”. Este fue un
titular del The New York Times. El artículo resumía una tendencia real en
Estados Unidos: la brecha salarial y de participación laboral entre hombres y
mujeres aumenta durante la edad reproductiva de las mujeres. ¿Cómo afecta esto
a las madres y qué hacer para remediarlo? ¿Qué sucede en América Latina?, nos
recuerda Maria Caridad Araujo (Copyright
© 2017. Banco Interamericano de Desarrollo).
Aunque los
avances en la región en materia educativa han disminuido en algo esta brecha,
la participación laboral femenina continúa siendo demasiado baja: la mitad de
las mujeres latinoamericanas en edad de trabajar se encuentran fuera del
mercado laboral. El costo sobre su trayectoria profesional es alto, pero podría
remediarse con políticas públicas enfocadas en apoyar a las mujeres que deciden
ser madres.
Parte de la
explicación de esta brecha está en las decisiones de las parejas de dividir el
trabajo de manera que, típicamente, mientras el hombre genera ingresos, la
mujer se dedica a las labores domésticas. Lo curioso es que incluso entre las
mujeres que no dejan de trabajar cuando se convierten en madres, los salarios
por hora son menores a los de sus pares varones. Las brechas salariales más
pronunciadas se encuentran en carreras profesionales que demandan jornadas
extendidas con horarios menos flexibles, privando a las mujeres de acceder a
trabajos que por lo general son mejor remunerados.
Como
consecuencia, en el largo plazo, aún si logran recuperar su trayectoria
profesional e igualarse con sus pares hombres, pagan un costo en términos de
salario perdido pues han acumulado menos ahorros y promociones y han
contribuido un menor monto a su fondo de jubilación.
En este
contexto, urgen cambios en las políticas públicas, en la cultura empresarial y
en las normas sociales que favorezcan la equidad de género. Hay que combatir la
cultura empresarial inflexible y poco amigable que castiga a los hombres que
desean tener una paternidad equitativa, imponiéndoles una carga de trabajo
incompatible con las tareas del hogar bajo la premisa de que así tendrán una
“trayectoria profesional exitosa”.
En lo que se
refiere a políticas públicas, una solución efectiva tiene que ver con los
permisos para que padres y madres tomen licencias remuneradas tras el
nacimiento de un hijo. Aunque esta es una medida importante, no es suficiente
dados los niveles de informalidad en los mercados laborales de la región.
Incluso si todos los países contaran con esquemas de licencia idóneos,
existiría un enorme segmento de la población que se quedaría fuera.
Los servicios
de cuidado infantil podrían ser una respuesta. Para asegurar su efectividad,
será esencial reconocer la importancia de la calidad como una condición no
negociable para promover el bienestar y el desarrollo de los niños.
El BID hace
la siguiente pregunta: ¿Conoces políticas que hayan beneficiado a las madres
trabajadoras y a sus hijos? ¿Qué características tendría una política efectiva?
Cuéntanos en la sección de comentarios o mencionando a @BIDgente en Twitter.
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