Seis millones de latinos perderían su seguro de salud si se elimina el “Obamacare”, informa el Diario Nueva York. El plan de los republicanos incluye fuertes recortes al programa Medicaid para personas de bajos ingresos
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Expertos en sanidad advirtieron hoy que más de seis millones de latinos podrían quedar sin cobertura médica debido a la derogación de “Obamacare”, una decisión que reducirá la asistencia financiera para el acceso sanitario, revertirá el Medicaid y aportará inestabilidad al mercado.
“La derogación total de la Ley de Cuidado de Salud Asequible (ACA) podría tener un impacto masivo en la cobertura médica de la población y en las economías locales”, apuntó el vicepresidente de la Federación de Hospitales Estadounidenses (FAH), Daniel Waldmann, en el marco de la 34ª Conferencia Anual de NALEO, que se celebra estos días en Dallas (Texas).
El proyecto de ley sanitaria divulgado este jueves por el liderazgo republicano del Senado elimina la mayoría de los impuestos y mandatos de la reforma sanitaria de Barack Obama, entre ellos la obligatoriedad de adquirir cobertura médica.
El plan de los republicanos del Senado incluye fuertes recortes al programa Medicaid (para personas de bajos ingresos) y da a los estados flexibilidad para dejar de ofrecer coberturas garantizadas por Obamacare, como la maternidad o tratamientos relacionados con la salud mental.
Según datos que maneja la FAH, hasta treinta millones de personas en toda la nación se quedarán sin cobertura sanitaria, incluyendo más de un millón de niños hispanos.
Mientras que bajo Obamacare la tasa de latinos sin cobertura médica decreció diez puntos porcentuales desde 2013 al 2016, con las nuevas directrices de la Administración Trump se prevé que estas ganancias de los últimos años se pierdan y se incremente el número de hispanos desprotegidos en Estados Unidos.
Para Elizabeth Wright, directora del Centro de Política Pública para niños y familias de la Universidad de Georgetown, en Washington, la Ley Estadounidense de Cuidado de Salud, como se conoce la propuesta del presidente Donald Trump, acaba con más de cincuenta años de una relación “exitosa” entre el Gobierno federal y los estados gracias a Medicaid.
Además, la experta lamentó que la nueva medida ponga trabas al acceso sanitario a miles de niños que pertenecen a familias de ingresos bajos.
Otra de las cuestiones que preocupan al sector hospitalario será el “significativo impacto” que tendrá en los empleos relacionados con el cuidado de la salud.
Según datos de la Commonwealth Fund, fundación privada dedicada a promover un mejor sistema de salud, cerca de un millón de puestos de trabajo del sector sanitario habrán desaparecido en 2026 por culpa de la nueva normativa.
“Los datos hablan por sí solos”, añadió Waldmann, de la Federación de Hospitales Estadounidenses.
La directora ejecutiva de la Asociación de Planes de Salud de Texas, Jamie Dudensing, también presente en el panel, recordó que estos planes necesitan “consistencia y estabilidad”, dos propiedades que, dijo, “no existen” en el actual mercado.
Por eso, pidió “más flexibilidad y claridad” en la legislación que están preparando los republicanos del Senado federal.
El proyecto ha estado envuelto en polémica porque se redactó en secreto durante semanas por un pequeño grupo de 13 legisladores capitaneados por el líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, y ha suscitado dudas y divisiones en el propio partido conservador, que quiere aprobarlo antes de que acabe el mes.
Trump ha depositado muchas esperanzas en el plan del Senado, dado que la semana pasada aseguró que el proyecto aprobado en la Cámara Baja es “mezquino”, después de celebrar su aprobación en mayo por todo lo alto en una ceremonia en la Casa Blanca.
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