Jorge Zavaleta Alegre
El marco macroeconómico de América Latina desestabiliza
las cadenas comerciales. Empieza
en Colombia, pasará por Lima y sus ciudades principales, y llegará a
Santiago de Chile, donde diseñaron un
modelo de empresa sobre columnas muy endebles.
Colombia acaba de anunciar el retiro de dos grandes cadenas comerciales creadas en
Santiago de Chile, sucesos que tienen que ver con la saturación de los mercados locales, donde el consumidor no
cuenta con recursos para la renovación sistemática de prendas de vestir, artefactos eléctricos y productos
suntuarios para una economía regional,
donde la realidad es profunda e inequitativa en la distribución social del PBI.
La Polar también. El caso de Ripley no es el único ocurrido
recientemente con una tienda por departamentos de origen chileno. Producto de
los malos resultados en el país, los directivos de La Polar decidieron
retirarse del mercado colombiano a comienzos del 2014, luego de sumar seis
filiales en ciudades como Medellín, Bogotá, Bucaramanga y Yopal.
Ripley en Medellín tiene un área de 9.000 metros cuadrados
distribuidos en 5 pisos con áreas de telefonía, audio, video, belleza,
accesorios, mujer, relojería, óptica, calzado, lencería, hombre, infantil,
cuidado personal, decoración, hogar y juguetería, entre otros
Desde Chile el gerente general subrogante de Ripley Corp.,
Sergio Hidalgo Herazo, en un reporte a la Superintendencia de Valores y Seguros
de ese país, informa que la cadena de tiendas por departamento que opera seis
locales: dos en Bogotá, y el resto en Bucaramanga, Neiva, Villavicencio y
Medellín, dejará Colombia en 90 días.
La totalidad de la cartera financiera será vendida a Banco
Popular de Colombia, operación que está sujeta a la aprobación de las
autoridades en el país.
Al explicar las razones de su retiro del mercado colombiano,
señaló que pese a que puso en marcha varias iniciativas para hacer competitivas
las tiendas y alcanzar las metas, "no se dieron las oportunidades para
materializar el plan de negocios originalmente previsto".
"Adicionalmente, el escenario macroeconómico de
Colombia sufrió cambios que no eran previsibles en la época en que se decidió
invertir en ese país. De este modo, no se produjeron los resultados esperados
ni los niveles de participación de mercado necesarios para garantizar la
sostenibilidad de la operación en el mismo", agregó.
El empresario informa que cumplirá en Colombia "todos
sus contratos y compromisos legales, tanto con proveedores como con las
personas que son parte de la operación" e indicó que el proceso de cierre
se realizará de manera paulatina durante los próximos 90 días.
La misma empresa, que también tiene operaciones en Perú
además de Chile, explicó que los costos asociados al cierre de las operaciones
se reflejarán en la contabilidad de los estados financieros consolidados al 31
de diciembre de 2015, mediante un cargo de 92 millones de dólares.
También la reclasificación a resultados de la diferencia de
cambio generada en las inversiones en Colombia por 21 millones de dólares,
añadió.
Ripley, controlada por la familia Calderón, indicó que
espera que la decisión le genere un ingreso de 18 millones de dólares y afirmó
que en adelante se dedicará a fortalecer y consolidar su presencia en los
mercados de Chile y Perú.
Fuentes del sector dijeron que la empresa estaba evaluando
desde el año pasado la solvencia de sus operaciones en Colombia. Ripley de
Colombia, Perú y Chile son un caso que revela, entre otros, la inestabilidad que
provoca la crisis global.
La prensa de Bogotá detalla cifras negativas de las tiendas
Ripley, La Polar y Casa & Ideas, que obligaron dejar Colombia y que son
decisiones que explican las causas de la crisis internacional vigente y que se profundiza en diferentes cadenas
comerciales de América del Sur.
La cadena chilena Ripley de Colombia venderá los activos de
la compañía de financiamiento al no obtener los resultados esperados en el
mercado y arrastra a otras que tampoco pueden competir con los productos del
Asia.
Para la compañía, a pesar de los múltiples esfuerzos
corporativos por mantener sus tiendas, el escenario macroeconómico de Colombia
sufrió cambios que no eran previsibles en la época en que se decidió invertir
en el país.
“Se pusieron en
marcha múltiples iniciativas para hacer competitivas las tiendas y alcanzar las
metas propuestas, pero no se dieron las oportunidades para materializar el plan
de negocios originalmente previsto”, afirmó la compañía.
Tras conocerse la decisión, las acciones de Ripley escalaban
un 3,09%, a 287,50 pesos a media jornada en la Bolsa de Santiago.
COMERCIO MINORISTA
La incursión de cadenas chilenas de comercio minorista en
Colombia ha sido agridulce. Falabella, a través de Sodimac Colombia (operador
de los Homecenter) y la cadena de almacenes por departamentos que lleva su
propio nombre, es líder. Jumbo y Easy (del Grupo Cencosud) participan, en los negocios de supermercados y
ferreterías.
Sin embargo, en el 2014, empacó maletas La Polar, otra
tienda por departamentos, que adujo factores en contra como cambios en las
condiciones de mercado y arancelarias.
Casa & Ideas,
enfocada en decoración del hogar, fue otra chilena que llegó al país en 2010,
pero también se fue a los pocos años.
Actualmente, Ripley ya cuenta con veinte tiendas en el Perú,
y la Asociación de Centros Comerciales y Entretenimiento del Perú (Accep)
estima con entusiasmo que el país contará con más de cien centros comerciales.
PARIS EN CHILE Y
AREQUIPA
El arribo de tiendas
Paris, de la mano de la chilena Cencosud, ha calentado el negocio por
departamentos en el Perú, donde las estadísticas oficiales remarcan el macrocrecimiento del PBI, pero no
menciona el desempleo y la informalidad
laboral que camina al 80% de la
población económicamente activa.
La firma invirtió US$ 7 millones en su primera tienda en
Arequipa, al sur de Lima, ha confirmado
la apertura de otras cinco durante en Lima, Ica y Cajamarca, desembolsando US$
42 millones.
“El tener un banco es la asociación que todo retailer
sueña”, Ripley Corp S.A., se constituyó en diciembre de 2004 en Santiago y está sujeta a la fiscalización de
la Superintendencia de Valores y Seguros de Chile, pero los sobreprecios de los
productos que ofrecen sus establecimientos son tan altos, que el retiro
de clientes crece cada mes.
Luego que Ripley hizo
oficial la decisión de dejar Colombia, la compañía aseguró que enfocará
sus recursos al fortalecimiento y consolidación de su presencia en Chile y Perú, en los que actualmente tiene
operaciones con oportunidades de crecimiento, aunque con grandes competidores
del Complejo Gamarra, la importación del
Asia y el contrabando por las fronteras
del Sur que opera en la impunidad.
La compañía chilena informó que ha diseñado un plan de
retiro extraordinario a sus colaboradores y que la totalidad de la cartera
financiera será vendida al Banco Popular, sujeto a la aprobación de la
autoridad regulatoria.
Norberto Rossi, director general de Ripley, espera que la operación que dirige se
convierta en la más importante de la corporación chilena dentro de siete u ocho
años, a quien se le conoce por su experiencia en supermercados.
“No se trabaja con uno o 5.000 productos, se trabaja con
200.000 productos. Esto genera actividades diarias que son muy distintas una de
otra”, dice.
En 1997, Ripley
comenzó sus operaciones en Perú inaugurando su primera tienda en el centro
comercial Jockey Plaza de la ciudad de Lima. Esta oferta se complementa con el
otorgamiento de crédito a través de la Tarjeta Ripley, administrada por el
Banco Ripley Perú S.A., que es un motor fundamental para impulsar la venta y
potenciar la oferta de valor a sus clientes.
En Perú y la informalidad comercial. Juan José Calle,
presidente de Asociación de Centros Comerciales del Perú opina que cerca del
70% del comercio minorista en el país es informal, por lo que el terreno para
que el retail moderno se expanda es aún sumamente grande.
“Fuera de Lima, la ciudad en términos de comercio más
importante es Arequipa. Hace seis años, esa región solo contaba con un pequeño
centro comercial. Hoy ya tiene cinco. Las ciudades del norte también han
crecido bastante”.
Las regiones con mayor potencial para el retail moderno en
los próximos cinco años son Piura, Chiclayo, Trujillo, Ica, Huancayo y Cajamarca
porque tienen por lo menos unos 100.000
habitantes, pero los empresarios no perciben
que la informalidad es una forma
de supervivencia, ante las sobreutilidades que logran las grandes
cadenas, con su agresiva publicidad, que el consumidor prefiere la
supervivencia antes que consumir en cadenas comerciales.
Chile, o los empresarios
chilenos se equivocan invirtiendo
en negocios que buscan altos
rendimientos en una población donde la desigualdad de ingresos
es alarmante y la más inequitativa. El
crecimiento de la economía peruana no es desarrollo. La mano invisible del mercado
ya se percibe y se siente en la piel del
consumidor desempleado o con salarios de hambre, con presencia masiva del
narcotráfico, la profunda corrupción del Estado, cuyas elecciones generales se
realizarán el 10 de abril próximo y en cuyo proceso tampoco la Izquierda y grupos de avanzada logran la necesaria
Unidad.
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