Jorge MIranda, sociólogo de profesión, activo regidor del gobierno local de Punta Negra, en la costa sur de Lima, analiza con la serenidad que brinda el mar, la administracion muncipal en este periodo pre electoral y pronostica preocoupantes tormentas financieras, que con humor negro y blanco, alerta al lector sobre un
Tsunami Financiera Municipal, un profundo golpe para la débil democracia que aùn domina también en las instancias locales. JZA.
Las
elecciones municipales descubren aristas y debilidades de la democracia
emergente. Un problema que sale a luz es la postergación del salario a sus
trabajadores y hasta huracanes en la estructura de algunos gobiernos locales. Sus respuestas y análisis en las siguiente líneas y la propuesta de articular el trabajo local-provincial-regional.nacional-global y viceversa, sustentada en una necesaria revoluciòn de la Etica.
Podría
pensarse que lo sucedido hace algunos días en Breña en pleno proceso electoral
de nuevas autoridades locales y regionales en todo el país, donde los
trabajadores municipales arrojaron basura en las principales calles de ese
distrito, se trata de una forma de contra campaña violenta contra un alcalde
que aspira reelegirse.
Sin
embargo, para el especialista municipal Jorge Miranda, esta es una “alerta en medio de la noche”, no
olvidemos que los trabajadores municipales se encuentran impagos por más de
cuatro meses y podríamos encontrarnos al inicio de una grave crisis financiera
municipal.
El
candidato a la alcaldía de Lima Salvador Heresi reconoció, ante el periodista
Beto Ortiz de un canal TV limeño, que adeudaba sueldos a sus trabajadores de la
municipalidad de San Miguel: “…tenemos
dificultades económicas materia de recaudación, esto es parte de la gestión y
estamos haciendo esfuerzos, ya estamos pagando lo que es la gratificación y
esta semana nos debemos cumplir con
todos los trabajadores. Durante doce años de gestión nunca hemos tenido
problemas con los trabajadores”, dijo.
Si
prestamos atención a lo dicho por el burgomaestre, doce años sin problemas,
habría que preguntarse si es que este candidato intenta hacerse el harakiri, dejando de pagar a sus
trabajadores en el preciso momento que pretende sentarse en el sillón del
gobierno metropolitano.
Las
redes sociales nos advierten que otro candidato con aspiraciones
reeleccionistas también adeuda a los
servidores locales: “Hagamos que Marticorena
(alcalde) pague a sus trabajadores en Lurín”, a través de Faceboock.
Para
llegar a esta situación crítica, primero:
se ha dejado de pagar deudas a ESSALUD, SUNAT, AFPs, ONP y también beneficios
sociales y proveedores: “…en cadena de pagos municipales lo último que
se deja de atender, y más aún en medio de una campaña electoral, es el sueldo
de los trabajadores” –afirma el municipalista Miranda. Aunque parezca un
contrasentido, a pocas semanas del día del sufragio, varias gestiones
municipales han optado por paralizar sus propias obras, dejándolas inconclusas.
Se
percibe que en este contexto la situación financiera municipal se encuentra
dentro del escenario de la crisis. O para decirlo de otra manera es parte del
fin del “milagro económico peruano”.
La radio
inglesa BBC Mundo nos informa que “La señal de alarma la disparó la fuerte
caída de una economía que creció un 6,5% de promedio en la última década y que,
según estimaciones del Banco Central de Reserva, apenas ha rondado el 2% en
abril, mayo y junio”. ¿Coinciden no? -pregunta Miranda –con los doce años de bonanza mencionados por el
candidato Heresi y el presente año de sus dificultades de recaudación, con la
desaceleración económica nacional.
Así
como hay una cadena de pagos municipales, existe una priorización en los pagos
personales, primero vivienda y comida, luego movilidad y educación, salud y
vestido, deudas de préstamos y créditos y así hasta llegar al último lugar… el
pago de tributos.
Cuando llega la crisis a las puertas de los
ciudadanos lo primero que dejan de pagar son los tributos municipales, ya que
el IGV de la SUNAT lo cobra a la compra del producto; mientras que los
municipios tienen que esperar que el contribuyente se acerque
voluntariamente a
caja para pagar.
“Es tonto pensar que si desregulamos las compras del
Estado de 3 UIT (10,500 nuevos soles) a 8 UIT (30,400 nuevos soles) las
municipalidades podrán gastar más, pero si ya no tienen que gastar”
-dice Miranda-, siendo crítico del paquete reactivador del ministro Castilla, “parece que no están entendiendo el problema,
en estos temas hay un efecto de bola de nieve, en la medida que dejen
transcurrir el tiempo el problema ira
aumentando, si los municipios no pueden ahora ni siquiera pagar los sueldos lo
que se viene es una etapa de despido masivos de trabajadores”.
La
situación se vuelve preocupante porque el aumento de la deuda municipal, con
disminución de la recaudación pone en riesgo la salud financiera de toda
institución edil. Es hora que el gobierno central tome cartas en el asunto.
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