Jorge Zavaleta Alegre
El Informe de Competitividad 2011-2012 del Foro Económico Mundial (World Economic Forum-WEF), señala que el Perú escaló seis puntos en el Ranking Global. Ha pasado del puesto 73 al 67 entre 142 economías, añade el Centro de Desarrollo Industrial de la Sociedad Nacional de Industrias (SNI).
Balance positivo en tanto condiciona la eficiencia como elemento clave para la competencia. En esta ruta, el país podría consolidar mejores resultados en el manejo del gravamen para la minería por 3 mil millones de soles y financiar los programas sociales anunciados.
Igual camino si nos referimos para Pensión 65. Aumentos del sueldo mínimo vital y del presupuesto para la Educación. Aplicación de la Ley 29785 que restablece el derecho de consulta previa a los pueblos indígenas u originarios reconocido en el Convenio de la OIT. Cumbre Antidrogas 2012, con la anunciada participación de los EEUU y de la Unión Europea, corresponsables del mayor consumo de droga en el planeta.
También se consideran fortalezas del país el crecimiento de la economía, la estabilidad macroeconómica, el sistema bancario y la apertura de mercado. Y entre los aspectos más problemáticos aparecen la corrupción, la ineficiencia de la burocracia gubernamental, las regulaciones tributarias, la restrictiva legislación laboral y la inadecuada infraestructura. Para ayudar a corregir el BID, ofrece para este año más de 700 millones de dólares.
Respecto a esta oferta, como lo recuerda la SNI, el Perú tiene serios desbalances en cuanto a independencia del Poder Judicial, al ocupar los últimos puestos del ránking, igual que los países africanos.
Esa sola banca multilateral, durante la década del 90 y en menor proporción durante el régimen anterior, endeudó al país en más de mil millones de dólares por año, para desarrollar, entre otros, programas de reconversión laboral, rehabilitación de la Panamericana y otras vías, modernizar el Poder Judicial, Aduanas, Parlamento y otras instituciones.
Una evaluación pública de esos recursos nunca se ha realizado. La transparencia no es tan elocuente entre las multilaterales. Las carreteras de los 90 en muchos tramos ya fueron inservibles antes de terminar el II Milenio. El crédito sindicado para la exportación del gas de Camisea, el apoyo a la modernización de la Justicia y auxilio a dos bancos privados ya desaparecidos, entre otras, son operaciones que deben ser revisadas.
Los módulos de Justicia en las principales capitales departamentales para descentralizar la administración, constituyen lecciones muy ilustrativas. Basta acercarse a uno de esos cómodos edificios, y uno se encuentra con placas inaugurales, en las cuales todos los que suscriben están prófugos, presos o han fallecido. Y en la otra cara, no pocos funcionarios responsables de esa supervisión, ocupan puestos destacados en la sede de la multilateral. En Washington DC, como afirma el Nobel Joseph Stiglitz,”se atiende la misma tradición de gran parte de países latinoamericanos”, en tanto proyectos de educación, como en La Rinconada de Puno, solo han consolidado la informalidad aurífera, la pobreza y hasta la muerte de familias, incluyendo humildes “consultores”.
El endeudamiento público 2011 comprende, según el BID, recursos para proseguir segundas etapas en cambio climático, gestión de riesgos, nueva matriz energética y saneamiento. También productividad y competitividad en general, inversión en Sedapal, desarrollo infantil, ciencia y tecnología, residuos sólidos, seguridad ciudadana y apoyo a gestión de subnacionales. Una línea contingente para emergencias por desastres naturales. Para la empresa privada, figuran los sectores financiero, infraestructura, transporte, energía y pequeñas y medianas empresas.
En palabras del ex canciller uruguayo Enrique Iglesias, ex presidente del BID y ahora representante de la Cumbre Iberoamericana, “las multilaterales no han tenido la capacidad y el coraje para alertar la gran crisis financiera de los EEUU y sus efectos en el planeta”. Todavía es tiempo.
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