http://laoveja100.wordpress.com/2011/05/14/el-cine-como-historia-social-miradas-desde-america-latina/
Jorge Zavaleta Balarezo, desde Pittsburgh
Las frenéticas imágenes de “Pizza, birra, faso”, aquella película del uruguayo Israel Adrián Caetano que transcurre en una crítica, nocturna y desordenada Buenos Aires, reflejan, a casi quince años de su realización, la ventaja que ha tomado el “Nuevo Cine Argentino”: cómo a partir de diversos conceptos y propuestas -estéticos, políticos, éticos, ideológicos, estilísticos-, este movimiento gana cada vez más aceptación y demuestra que su materia prima -la realidad de la vida cotidiana- se ha convertido en un tópico imitado no con menos éxito en otros países de América Latina.
“Pizza…” es considerado el punto de partida del “Nuevo Cine Argentino”, junto a la serie de cortos “Historias breves” que incluyó uno de la por entonces novel cineasta Lucrecia Martel, quien luego alcanzaría fama mundial y a la fecha ha rodado una trilogía que tiene como escenario lugares y espacios de la provincia de Salta: las películas, cómo no, son “La ciénaga”, “La niña santa” (para nosotros, su obra más lograda), y “La mujer sin cabeza”, ante la cual se rindió un crítico de The New York Times.
Estamos hablando de un proceso artístico vinculado a temas financieros, de producción y de búsqueda de mercados. Argentina, un país a donde el cinematógrafo llegó tan pronto como fue inventado (lo patentaron los hermanos Lumière en 1895 y por la misma época Thomas Alva Edison hizo lo propio con el kinetoscopio en Estados Unidos), supo desarrollar desde muy temprano una tradición fílmica, muy solvente y vasta que, junto a las de Brasil y México, estuvo en condiciones de competir con Hollywood ya desde los años 20..... sigue
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