Sociedad, Literatura y Economía
Jorge Zavaleta Alegre
Claudio Magris y Mario Vargas Llosa dialogaron en el Perú sobre la migración y sus perspectivas que están más en cerca de la ficción que de la realidad.
http://www.cambiofinanciero.info/en_curso/sexto.htm#
Madrid enero 2010
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Soluciones para la masiva migración del tercer mundo al primero no se perciben en el horizonte. Solo en una utopía puede hallarse una respuesta esperanzadora. Es posible un nuevo amanecer si los países ricos se desprendieran de su egoísmo y crearan condiciones de vida en sus antiguas colonias para detener la tempestuosa hojarasca de caras desconocidas que huyen de los infiernos hacia las modernas ciudades que resultan tan hurañas y esquivas como sus tierras de origen.
Contra lo que sostienen los sectores más conservadores que la migración Sur-Norte no crea riqueza porque las ganancias de los migrantes retornan en “remesas” a sus comarcas, el último informe del PNUD señala que la movilización es una fuerza positiva que contribuye al desarrollo humano, y recomienda a los gobiernos emprender políticas audaces, reformas y voluntad para obtener más provecho en tiempos de recesión. En este campo, las multilaterales suelen publicitar hasta el hartazgo las “remesas” hacia el sur, pero no en sentido contrario, la que revela como los ejecutivos de sus agencias empresariales perciben sueldos, inclusive, más altos que sus homólogos de Nueva York, París, Berlín o Tokio.
Los migrantes suelen aumentar el producto económico y dan más de lo que reciben. Lo real es que la mayoría de estos seres humanos no atraviesa fronteras internacionales, sino que se desplaza en su propio país. Unos 740 millones son migrantes internos y casi cuadruplican la cifra de los que rompen barreras nacionales. La población mundial bordea los 7 mil millones.
La migración impone respuestas mucho más audaces que la prédica ecologista. La cumbre climática de Copenhague bien puede ser el termómetro de lo que la humanidad está dispuesta a asumir responsabilidades para evitar la catástrofe de todos. EEUU ha reconocido que en el pasado reciente ha generado la mayor cantidad de gases de efecto invernadero, pero que en la actualidad, virtualmente todo el crecimiento de las emisiones proviene de los países en desarrollo y que entre hoy y el 2030, el 97% de ese crecimiento provendrá de estos países, liderados por China con el 50%, según información oficial del secretario de Energía Steven Chu, Premio Nobel de Física.
La migración no solo es un problema complejo y perdurable para Europa y EEUU sino mucho más grave para América Latina que no muestra luces verdes para aliviar la pobreza interna.
Lo confirma un reciente diálogo en Lima sobre literatura y sociedad entre el socialista Claudio Magris y el neoliberal Mario Vargas Llosa, convocado por la Biblioteca Nacional del Perú y el Instituto Italiano de Cultura.
Magris defiende “la apertura y la generosidad”, y critica que su país, Italia, con el “pensamiento rústico” de Berlusconi mantiene una “reacción histérica” contra la migración, cuando “el número de migrantes no es tan grande para provocar ese rechazo”. Desafortunadamente hay personas que no se han dado cuenta de la “política pop” que encarna este gobernante.
Vargas Llosa asocia democracia con libre mercado, pero no ve respuesta alentadora, salvo un gesto filantrópico de los ricos a favor de los pobres para que éstos puedan emprender el “desarrollo sostenible” y dejen de ser exportadores de masas desesperadas.
¿Cómo resolver este tema?. Es la pregunta de los 100 millones. Primero, hay que entender el fenómeno, que no es nuevo en la historia. Lo que sucede hoy, se dio en el siglo VI antes de Cristo, cuando “el espíritu de Grecia pierde el curso de sus relaciones y llega al extremo de que Edipo mata a su madre, en una agresiva tendencia de enclaustramiento”, comenta Magris.
El bando de Acreonte en Antígona, grafica el drama: “Y respecto del cadáver de Polinice, que miserablemente ha muerto, dicen que ha publicado un bando para que ningún ciudadano lo entierre ni lo llore, sino que insepulto y sin los honores del llanto, lo dejen para sabrosa presa de las aves que se abalance a devorarlo”.
No es siempre fácil encontrarse con la diversidad. La premisa fundamental es entender que a una persona no le hace distinto su condición de hombre o mujer, si es soltero o casado, blanco o negro; más bien el niño muestra mayor apertura que el adulto, con relación al encuentro de culturas.
Es indispensable ponerse de acuerdo en pocos valores que no son negociables, y evitar que los límites vayan más allá. Magris recuerda a los peruanos a no olvidar que es un país muy rico en diversidad, como lo explican antiguos y nuevos debates sobre el indigenismo y las manifestaciones racistas contra pobladores del ande y la amazonia, que laceran los principios básicos de libertad e igualdad, “aunque la absoluta libertad genera desigualdad”, afirma Vargas Llosa.
El Perú, en América Latina, lidera la migración interna, con un fabuloso viraje después de solo siete décadas. El tránsito de los andes a desiertos inhóspitos se ha transformado en una expectante motor económico y social, consecuencia del trabajo, la educación y el conocimiento. La nuevos pobladores son una renovadora opción política que reemplazará a la actual, generalmente corrupta y anquilosada, como afirma el sociólogo José Matos Mar, en su próximo tratado “Del Desborde Popular a la República Moderna”.
En cambio Europa vive una psicosis. Existen comunidades como las musulmanas que tampoco se integran al país que los recibe, y que hacen prevalecer costumbres incompatibles con la modernidad. En París, la construcción de piscinas separadas para hombres y mujeres, supone que Francia está renunciando a las conquistas logradas en materia de igualdad de sexo. Es también inhumano aceptar la ablación o extirpación del clítoris a las mujeres del África actual, continente donde no hay destino para el mayor volumen de humanos.
El inmigrante siente gran nostalgia por su país, su cultura y por la familia que ha dejado atrás. Se siente peor cuando es perseguido por las autoridades con fines de deportación. La verdad es que las remesas son una parte de las ventajas económicas de este fenómeno, pero no en la magnitud que consideran los opositores a la administración de Obama.
Del total de inmigrantes ilegales en Estados Unidos, el 80% es latinoamericano informa la CEPAL. Pero en economías más dinámicas y diversificadas como Brasil y México, las remesas, no superan a las divisas que ingresan por IED, y por ende no tendrían un impacto muy significativo. Se olvida que esa cadena de remesas se rompe en un período no mayor de cinco años y que los migrantes abaratan la mano de obra en la agricultura y los servicios domésticos si se comparan precios en Japón y Europa.
UN VIAJE POR LA LITERATURA
En la literatura de viajes, la Odisea es la obra monumental de la aventura que mantiene vigencia en cuatro mil años, y ofrece diferentes interpretaciones. Una de ellas: el retorno de Ulises a Itaca, superando inesperados incidentes, es el regreso para quedarse. Una segunda, es que Ulises no llega para llegar, sino para volver a partir, es alguien que cambia en otra persona.
“El Danubio” de Magris nos obliga a revisar convicciones, creencias, conocimientos, percepciones, criticar y combatir las fronteras entre esa vorágine de lenguas, razas, costumbres, religiones, mitos e historias que han surgido a lo largo de los siglos en las orillas del gran río que nace en Alemania y el Mar Negro, dice Vargas Llosa, y remarca que "no se puede tratar a un inmigrante de forma distinta en un país o en otro y debemos estar siempre abiertos al encuentro de culturas es siempre positivo”.
Otros muros no han caído aún: entre EEUU y México, en Cisjordania, en Arabia Saudita, en Botswana, en España, en las fronteras de Ceuta y Melilla, donde el drama de la inmigración africana corre el riesgo de ser un insondable pozo negro de interminables tragedias.
Magris acepta el "elemento fundamental de enriquecimiento" que supone la mezcla de civilizaciones, y comprende la emigración como una "legítima voluntad de vivir diferente que tienen cientos de millones de personas que sufren condiciones inhumanas".
Claro que hay una "imposibilidad física". Por ejemplo, que Italia acoja a 300 millones de seres necesitados, pero no es el caso por lo que no podemos hablar de tragedia. Igualmente condenable es la prohibición de construir alminares de mezquitas en Suiza, derivada del resultado de una consulta popular. Es una acción "equivocada y peligrosa" lo sucedido en Dinamarca, donde una editorial ha publicado cuentos censurados de Andersen con pasajes cortados para no ofender a los musulmanes.
La inmigración es inevitable y la política anti inmigracionista no solo es costosa sino también totalitaria. Aunque sectores conservadores digan que los inmigrantes del sur no generan riqueza sino crecientes déficits de servicios, la legislación europea señala que la inmigración genera riqueza y no pobreza. La inmigración no quita trabajo, sino que inyecta vida y energía.
América Latina no puede ser presentada al mundo como "porno miseria" para usar términos de reconocidos estudios sobre cine en la Universidad de Pittsburgh. Pero los latinoamericanos en general mucho se quejan de la exclusión social en Europa y en los EEUU, pero hay escasa autocrítica.
Es una vergüenza, que los bolivianos y paraguayos guaraníes, sean despreciados y marginados por los argentinos del gran Buenos Aires. Igual lo que hacen los chilenos con los "peruanitos" que han tomado las calles adyacentes al Palacio de la Moneda en el centro histórico de Santiago para dedicarse al comercio de alimentos y artesanía de los andes.
Algo peor y muy cerca de las narices de los peruanos está Asia, a 100 kilómetros al sur de Lima. Los miles de inmigrantes que huyeron de la violencia asesina de Sendero Luminoso y de la represión militar ya no tienen cabida en la capital del Perú. Son atrozmente marginados en su largo peregrinaje. Los cerros de San Cosme, El Agustino, San Cristóbal y las áreas Norte, Sur y Este de la capital ya no tienen espacio para invadir.
En la ciudadela de Asia, cuyas cartas de fundación la tienen los grandes beneficiados del corrupto régimen de Fujimori y traficantes de tierras comunales, la única alternativa para los desterrados de los andes centrales es cruzar la Panamericana Sur como servidumbre barata de una ciudadela amurallada frente al mar, donde se mezclan gentes con aires virreinales, inescrupulosos empresarios y políticos desprestigiados.
Esa Asia limeña, es la fotografía más elocuente del atraso latinoamericano, que vive en guetos, en clubes cerrados, que ni siquiera ha podido remembrar la arquitectura paisajista de casas de madera que exhiben algunos puertos del Norte peruano, reflexiona el arquitecto Jorge Burga, formado en Londres y Holanda. Ni siquiera los ricos del sur perciben con claridad las consecuencias de lo que sucede en los emblemáticos glaciares de Pastoruri de la Cordillera Blanca del Perú y los glaciares del Parque Nacional de Montana que se derriten y corren el peligro de desparecer las próximas dos décadas, como informa el embajador Mckinley Remarks.
La migración es un tema pendiente en la agenda internacional, mucho más complejo que el cambio climático, que va más allá “del gas de efecto invernadero” pero que involucra a todos. Por ello Magris y Vargas Llosa no dejan de predicar la participación activa en la política, especialmente de los jóvenes, aunque este esfuerzo implique “taparse la nariz” e ingresar en ella donde se encontrará motivos reales de inspiración a favor de la humanidad.
Jorge Zavaleta Alegre
Claudio Magris y Mario Vargas Llosa dialogaron en el Perú sobre la migración y sus perspectivas que están más en cerca de la ficción que de la realidad.
http://www.cambiofinanciero.info/en_curso/sexto.htm#
Madrid enero 2010
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Soluciones para la masiva migración del tercer mundo al primero no se perciben en el horizonte. Solo en una utopía puede hallarse una respuesta esperanzadora. Es posible un nuevo amanecer si los países ricos se desprendieran de su egoísmo y crearan condiciones de vida en sus antiguas colonias para detener la tempestuosa hojarasca de caras desconocidas que huyen de los infiernos hacia las modernas ciudades que resultan tan hurañas y esquivas como sus tierras de origen.
Contra lo que sostienen los sectores más conservadores que la migración Sur-Norte no crea riqueza porque las ganancias de los migrantes retornan en “remesas” a sus comarcas, el último informe del PNUD señala que la movilización es una fuerza positiva que contribuye al desarrollo humano, y recomienda a los gobiernos emprender políticas audaces, reformas y voluntad para obtener más provecho en tiempos de recesión. En este campo, las multilaterales suelen publicitar hasta el hartazgo las “remesas” hacia el sur, pero no en sentido contrario, la que revela como los ejecutivos de sus agencias empresariales perciben sueldos, inclusive, más altos que sus homólogos de Nueva York, París, Berlín o Tokio.
Los migrantes suelen aumentar el producto económico y dan más de lo que reciben. Lo real es que la mayoría de estos seres humanos no atraviesa fronteras internacionales, sino que se desplaza en su propio país. Unos 740 millones son migrantes internos y casi cuadruplican la cifra de los que rompen barreras nacionales. La población mundial bordea los 7 mil millones.
La migración impone respuestas mucho más audaces que la prédica ecologista. La cumbre climática de Copenhague bien puede ser el termómetro de lo que la humanidad está dispuesta a asumir responsabilidades para evitar la catástrofe de todos. EEUU ha reconocido que en el pasado reciente ha generado la mayor cantidad de gases de efecto invernadero, pero que en la actualidad, virtualmente todo el crecimiento de las emisiones proviene de los países en desarrollo y que entre hoy y el 2030, el 97% de ese crecimiento provendrá de estos países, liderados por China con el 50%, según información oficial del secretario de Energía Steven Chu, Premio Nobel de Física.
La migración no solo es un problema complejo y perdurable para Europa y EEUU sino mucho más grave para América Latina que no muestra luces verdes para aliviar la pobreza interna.
Lo confirma un reciente diálogo en Lima sobre literatura y sociedad entre el socialista Claudio Magris y el neoliberal Mario Vargas Llosa, convocado por la Biblioteca Nacional del Perú y el Instituto Italiano de Cultura.
Magris defiende “la apertura y la generosidad”, y critica que su país, Italia, con el “pensamiento rústico” de Berlusconi mantiene una “reacción histérica” contra la migración, cuando “el número de migrantes no es tan grande para provocar ese rechazo”. Desafortunadamente hay personas que no se han dado cuenta de la “política pop” que encarna este gobernante.
Vargas Llosa asocia democracia con libre mercado, pero no ve respuesta alentadora, salvo un gesto filantrópico de los ricos a favor de los pobres para que éstos puedan emprender el “desarrollo sostenible” y dejen de ser exportadores de masas desesperadas.
¿Cómo resolver este tema?. Es la pregunta de los 100 millones. Primero, hay que entender el fenómeno, que no es nuevo en la historia. Lo que sucede hoy, se dio en el siglo VI antes de Cristo, cuando “el espíritu de Grecia pierde el curso de sus relaciones y llega al extremo de que Edipo mata a su madre, en una agresiva tendencia de enclaustramiento”, comenta Magris.
El bando de Acreonte en Antígona, grafica el drama: “Y respecto del cadáver de Polinice, que miserablemente ha muerto, dicen que ha publicado un bando para que ningún ciudadano lo entierre ni lo llore, sino que insepulto y sin los honores del llanto, lo dejen para sabrosa presa de las aves que se abalance a devorarlo”.
No es siempre fácil encontrarse con la diversidad. La premisa fundamental es entender que a una persona no le hace distinto su condición de hombre o mujer, si es soltero o casado, blanco o negro; más bien el niño muestra mayor apertura que el adulto, con relación al encuentro de culturas.
Es indispensable ponerse de acuerdo en pocos valores que no son negociables, y evitar que los límites vayan más allá. Magris recuerda a los peruanos a no olvidar que es un país muy rico en diversidad, como lo explican antiguos y nuevos debates sobre el indigenismo y las manifestaciones racistas contra pobladores del ande y la amazonia, que laceran los principios básicos de libertad e igualdad, “aunque la absoluta libertad genera desigualdad”, afirma Vargas Llosa.
El Perú, en América Latina, lidera la migración interna, con un fabuloso viraje después de solo siete décadas. El tránsito de los andes a desiertos inhóspitos se ha transformado en una expectante motor económico y social, consecuencia del trabajo, la educación y el conocimiento. La nuevos pobladores son una renovadora opción política que reemplazará a la actual, generalmente corrupta y anquilosada, como afirma el sociólogo José Matos Mar, en su próximo tratado “Del Desborde Popular a la República Moderna”.
En cambio Europa vive una psicosis. Existen comunidades como las musulmanas que tampoco se integran al país que los recibe, y que hacen prevalecer costumbres incompatibles con la modernidad. En París, la construcción de piscinas separadas para hombres y mujeres, supone que Francia está renunciando a las conquistas logradas en materia de igualdad de sexo. Es también inhumano aceptar la ablación o extirpación del clítoris a las mujeres del África actual, continente donde no hay destino para el mayor volumen de humanos.
El inmigrante siente gran nostalgia por su país, su cultura y por la familia que ha dejado atrás. Se siente peor cuando es perseguido por las autoridades con fines de deportación. La verdad es que las remesas son una parte de las ventajas económicas de este fenómeno, pero no en la magnitud que consideran los opositores a la administración de Obama.
Del total de inmigrantes ilegales en Estados Unidos, el 80% es latinoamericano informa la CEPAL. Pero en economías más dinámicas y diversificadas como Brasil y México, las remesas, no superan a las divisas que ingresan por IED, y por ende no tendrían un impacto muy significativo. Se olvida que esa cadena de remesas se rompe en un período no mayor de cinco años y que los migrantes abaratan la mano de obra en la agricultura y los servicios domésticos si se comparan precios en Japón y Europa.
UN VIAJE POR LA LITERATURA
En la literatura de viajes, la Odisea es la obra monumental de la aventura que mantiene vigencia en cuatro mil años, y ofrece diferentes interpretaciones. Una de ellas: el retorno de Ulises a Itaca, superando inesperados incidentes, es el regreso para quedarse. Una segunda, es que Ulises no llega para llegar, sino para volver a partir, es alguien que cambia en otra persona.
“El Danubio” de Magris nos obliga a revisar convicciones, creencias, conocimientos, percepciones, criticar y combatir las fronteras entre esa vorágine de lenguas, razas, costumbres, religiones, mitos e historias que han surgido a lo largo de los siglos en las orillas del gran río que nace en Alemania y el Mar Negro, dice Vargas Llosa, y remarca que "no se puede tratar a un inmigrante de forma distinta en un país o en otro y debemos estar siempre abiertos al encuentro de culturas es siempre positivo”.
Otros muros no han caído aún: entre EEUU y México, en Cisjordania, en Arabia Saudita, en Botswana, en España, en las fronteras de Ceuta y Melilla, donde el drama de la inmigración africana corre el riesgo de ser un insondable pozo negro de interminables tragedias.
Magris acepta el "elemento fundamental de enriquecimiento" que supone la mezcla de civilizaciones, y comprende la emigración como una "legítima voluntad de vivir diferente que tienen cientos de millones de personas que sufren condiciones inhumanas".
Claro que hay una "imposibilidad física". Por ejemplo, que Italia acoja a 300 millones de seres necesitados, pero no es el caso por lo que no podemos hablar de tragedia. Igualmente condenable es la prohibición de construir alminares de mezquitas en Suiza, derivada del resultado de una consulta popular. Es una acción "equivocada y peligrosa" lo sucedido en Dinamarca, donde una editorial ha publicado cuentos censurados de Andersen con pasajes cortados para no ofender a los musulmanes.
La inmigración es inevitable y la política anti inmigracionista no solo es costosa sino también totalitaria. Aunque sectores conservadores digan que los inmigrantes del sur no generan riqueza sino crecientes déficits de servicios, la legislación europea señala que la inmigración genera riqueza y no pobreza. La inmigración no quita trabajo, sino que inyecta vida y energía.
América Latina no puede ser presentada al mundo como "porno miseria" para usar términos de reconocidos estudios sobre cine en la Universidad de Pittsburgh. Pero los latinoamericanos en general mucho se quejan de la exclusión social en Europa y en los EEUU, pero hay escasa autocrítica.
Es una vergüenza, que los bolivianos y paraguayos guaraníes, sean despreciados y marginados por los argentinos del gran Buenos Aires. Igual lo que hacen los chilenos con los "peruanitos" que han tomado las calles adyacentes al Palacio de la Moneda en el centro histórico de Santiago para dedicarse al comercio de alimentos y artesanía de los andes.
Algo peor y muy cerca de las narices de los peruanos está Asia, a 100 kilómetros al sur de Lima. Los miles de inmigrantes que huyeron de la violencia asesina de Sendero Luminoso y de la represión militar ya no tienen cabida en la capital del Perú. Son atrozmente marginados en su largo peregrinaje. Los cerros de San Cosme, El Agustino, San Cristóbal y las áreas Norte, Sur y Este de la capital ya no tienen espacio para invadir.
En la ciudadela de Asia, cuyas cartas de fundación la tienen los grandes beneficiados del corrupto régimen de Fujimori y traficantes de tierras comunales, la única alternativa para los desterrados de los andes centrales es cruzar la Panamericana Sur como servidumbre barata de una ciudadela amurallada frente al mar, donde se mezclan gentes con aires virreinales, inescrupulosos empresarios y políticos desprestigiados.
Esa Asia limeña, es la fotografía más elocuente del atraso latinoamericano, que vive en guetos, en clubes cerrados, que ni siquiera ha podido remembrar la arquitectura paisajista de casas de madera que exhiben algunos puertos del Norte peruano, reflexiona el arquitecto Jorge Burga, formado en Londres y Holanda. Ni siquiera los ricos del sur perciben con claridad las consecuencias de lo que sucede en los emblemáticos glaciares de Pastoruri de la Cordillera Blanca del Perú y los glaciares del Parque Nacional de Montana que se derriten y corren el peligro de desparecer las próximas dos décadas, como informa el embajador Mckinley Remarks.
La migración es un tema pendiente en la agenda internacional, mucho más complejo que el cambio climático, que va más allá “del gas de efecto invernadero” pero que involucra a todos. Por ello Magris y Vargas Llosa no dejan de predicar la participación activa en la política, especialmente de los jóvenes, aunque este esfuerzo implique “taparse la nariz” e ingresar en ella donde se encontrará motivos reales de inspiración a favor de la humanidad.
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