JORGE ZAVALETA ALEGRE ROGER RUMRRIL, DPA DIARI016...
Desde los Andes, los pueblos, herederos del culto al Dios Sol, en fusion con el Cristianismo despiden otro año marcado por la pandemia y reciben al 2022 con celebraciones restringidas.
TIME. Nueva Zelanda y Australia fueron los primeros países en recibir el año. En varias ciudades del mundo hubo festejos pero con menos gente por alta cantidad de contagios. Fotos y videos de las principales celebraciones.
Los últimos doce meses dejaron un cambio de presidente en Estados Unidos, unos Juegos Olímpicos sin espectadores, sueños de democracia rotos desde Afganistán a Birmania o Nicaragua y la imagen de Leo Messi sin la camiseta del Barcelona.
Pero fue la pandemia, que entra en su tercer año, la que ha dominado nuevamente la vida de gran parte de la humanidad. Más de 5,4 millones de personas han muerto desde la detección del virus en el centro de China en diciembre de 2019.
Los fuegos artificiales explotan sobre el río Chao Phraya durante las celebraciones de Año Nuevo en Bangkok, Tailandia.
Los fuegos artificiales explotan sobre el río Chao Phraya durante las celebraciones de Año Nuevo en Bangkok, Tailandia.
Más de 280 millones contrajeron el virus según un balance de AFP basado en datos oficiales, aunque la cifra real puede ser muy superior. Revisar informacion de Hopkins Hospital y Universidad fuente oficial para OMS.
El alcalde provincial de Huaylas, en Áncash, Esteban Florentino, teme un eventual desborde de la laguna Parón debido al nivel de almacenamiento que registra según los últimos reportes de la Autoridad Nacional del Agua (ANA). Ante ello, ha pedido la instalación del Sistema de Alerta Temprana (SAT) en el lugar.
Y casi toda la humanidad se ha visto arrastrada por un vaivén de confinamientos y restricciones en función de la evolución de la pandemia.
Las vacunas brindaron esperanza, con más de un 60% de la población mundial inmunizada. Pero su distribución ha sido desigual, especialmente en países pobres, lo que ha facilitado la emergencia de nuevas variantes.
Fuegos artificiales explotan sobre la Catedral de San Basilio y el Kremlin con la Torre Spasskaya se ven en la Plaza Roja vacía debido a las restricciones pandémicas durante las celebraciones de Año Nuevo, en Moscú.
Francia, que ha alcanzado máximos históricos de nuevos casos, se convirtió en la noche del jueves en el último país en anunciar que esta variante ya es mayoritaria en su territorio.
Otros países, como Estados Unidos, Reino Unido, España, o Argentina también han registrado récords de nuevas infecciones diarias.
En Nueva Zelanda. la nación de Kiribati, situada en el Pacífico, se convirtió en la primera en dar la bienvenida al nuevo año a partir de las 7 de la mañana hora argentina.
Sídney, la mayor ciudad de Australia y una de las primeras en recibir el año 2022, lanzó seis toneladas de fuegos artificiales, iluminando su icónico puerto.
Australia recibe el 2022 con un espectacular show de fuegos artificiales. A diferencia de 2020, el espectáculo reunió a decenas de miles de personas, después de que Australia abandonara este año su estrategia de erradicación del virus y buscara convivir con él.
Pero la afluencia quedó muy lejos del habitual millón o más de asistentes. Los turistas aún no pueden ingresar al país y muchos residentes temen la rápida propagación de ómicron.
En los Emiratos Árabes Unidos, Dubái celebró la llegada de 2022 con 36 fuegos artificiales lanzados en 29 lugares distintos. A primera hora de la tarde, ya se habían reunido grupos de personas para observar el espectáculo en la torre más alta del mundo, el Burj Khalifa, de 828 metros.
En Dubai- Los fuegos artificiales explotan en el Burj Khalifa, el edificio más alto del mundo, durante la celebración de la víspera de Año Nuevo en Dubai, Emiratos Árabes Unidos.
Los fuegos artificiales explotan en el Burj Khalifa, el edificio más alto del mundo, durante la celebración de la víspera de Año Nuevo en Dubai, Emiratos Árabes Unidos.
En Río de Janeiro, que suele reunir a millones de personas en la playa de Copacabana, se mantienen los fuegos artificiales pero se redujo el alcance de la fiesta y se tomaron medidas para evitar aglomeraciones.
Mientras en Times Square de Nueva York, los eventos oficiales se reducirán, pero igualmente se esperan multitudes.
Pero ante la ola de casos provocada por la contagiosa nueva variante, muchos gobiernos han decidido recuperar las restricciones.
Los niños usan máscaras de Santa Claus mientras posan frente a las decoraciones navideñas y el formulario 2022 mientras celebran el año nuevo en El Cairo, Egipto
Los niños usan máscaras de Santa Claus mientras posan frente a las decoraciones navideñas y el formulario 2022 mientras celebran el año nuevo en El Cairo, Egipto
Ciudad de México, Sao Paulo o Bangkok cancelaron sus celebraciones de Año Nuevo, Grecia prohibió la música en bares y restaurantes y el papa Francisco, además de suspender su habitual visita de Nochevieja en el pesebre de la plaza San Pedro, no presidió la ceremonia de la víspera de fin de año.
En Holanda, las autoridades prohibieron los fuegos artificiales por segundo año consecutivo, para evitar que las lesiones relacionadas con su lanzamiento supongan una carga adicional a los servicios sanitarios.
En España, la mayoría de ciudades anularon sus festejos públicos, pero no Madrid, que permitirá a 7.000 personas comerse las uvas durante las tradicionales campanadas en la Puerta del Sol.
Para muchos, en Bombay, Barcelona o Montreal, la fiesta deberá terminar antes por los toques de queda impuestos contra el virus.
Bulliciosas celebraciones de la víspera de Año Nuevo en la capital serbia de Belgrado donde, a diferencia de otras partes de Europa, se permitieron reuniones masivas a pesar de los temores de la variante omicron de rápida propagación.
Bulliciosas celebraciones de la víspera de Año Nuevo en la capital serbia de Belgrado donde, a diferencia de otras partes de Europa, se permitieron reuniones masivas a pesar de los temores de la variante omicron de rápida propagación.
En Sudáfrica, donde se detectó a finales de noviembre la nueva variante, la presidencia decidió lo contrario: levantar el toque de queda justo antes de Año Nuevo, tras dar por superado el pico de contagios causado por ómicron.
“Nuestra esperanza es que esta medida se mantenga”, dijo la Presidencia el ministro Mondli Gungubele.
Los expertos esperan que esta tendencia se replique en otros lugares, dando lugar a una fase menos mortífera de la pandemia en 2022.
Pero la Organización Mundial de la Salud no quiere bajar la guardia y advierte que el “tsunami” de contagios puede poner a los sistemas sanitarios “al borde del colapso”.
Un soldado ucraniano descansa cerca de una posición de combate en la línea de separación de los rebeldes prorrusos, en la región de Donetsk, Ucrania
Un soldado ucraniano descansa cerca de una posición de combate en la línea de separación de los rebeldes prorrusos, en la región de Donetsk, Ucrania
REFLEXIONES de Róger Rumrrill
Acabamos de celebrar la Navidad, el cumpleaños de Jesucristo, y nos preparamos al advenimiento del Nuevo Año 2022, en un mundo donde la pandemia del coronavirus, el cambio climático y otras crisis han producido un quiebre epistémico; un colapso civilizatorio. Una catástrofe humanitaria.
Nunca la sociedad humana ha estado más dividida, descuartizada y fraccionada como ahora. Los países se engullen entre sí y todo esto cuando la sociedad humana debería estar más unida que nunca por la tragedia de millones de muertos ocasionada por la peste del coronavirus, la destrucción de la naturaleza y el sufrimiento humano que está generando el cambio climático con sequías infernales, fríos glaciales, tornados apocalípticos y además la amenaza de una guerra nuclear por las disputas hegemónicas y geopolíticas entre las naciones más ricas y poderosas del mundo.
En esta humanidad de abismales desigualdades económicas y sociales, de injusticia y pobreza generada sobre todo por la obscena y repulsiva concentración de la riqueza, paradójicamente, en vez de que la sociedad humana camine rumbo a la solidaridad y la unidad, la fraternidad y la comprensión, está creciendo demencialmente el racismo, la xenofobia, el fundamentalismo, el negacionismo y el odio.
En este mundo que ha perdido el norte, 1 persona muere por inanición, de hambre, cada 7 segundos, es decir, 20 mil personas mueren de hambre cada día en el planeta. Sin embargo, ahora se produce más comida que nunca. Pero un 35 por ciento se arroja a la basura. En los últimos 50 años la capacidad de producción alimentaria ha crecido en 300 por ciento. Pero 820 millones de seres humanos sufren hambre.
La pobreza crece como otra pandemia mortal. Pero el hombre más rico del mundo, Elon Musk, tiene un patrimonio de 213 mil millones de dólares y las 10 personas más ricas del mundo amasaron desde el principio de la pandemia 540 billones de dólares de riqueza, cantidad más que suficiente para comprar vacunas para todo el mundo. Los países ricos tienen solo el 20 por ciento de la población mundial, pero han comprado el 55 por ciento de todas las vacunas.
Los gastos militares son infinitamente más superiores a todos los gastos en alimentación, salud y educación. El presupuesto militar de EE.UU es de 778,000 millones de dólares y tiene 800 bases militares en todo el mundo. Todo para,supuestamente, hacer un mundo más seguro.
Pero un virus invisible, el coronavirus, ha derrotado a toda esta incalculable parafernalia militar, demostrando que la seguridad humana no son las armas, sino la buena salud, la educación y el bienestar humano.
En el África Subsahariana hay más personas con teléfono celular que con acceso a agua potable.
No dudo en afirmar que el neoliberalismo capitalista es una fábrica de pobres y una máquina trituradora de la naturaleza.
También afirmo que el capitaloceno está destruyendo dos solidaridades fundamentales para la vida: la solidaridad humana y la solidaridad con la Madre Naturaleza.
Sostengo que existe hoy una relación incestuosa de violación entre el hombre del siglo XXI y su madre: la Madre Naturaleza.
La Amazonía es el espacio estratégico geopolítico, geoeconómico e hidropolítico del Perú en el siglo XXI.
Hay que universalizar la cultura amazónica y amazonizar la cultura universal.
Me reafirmo en lo que he sostenido siempre: que la llamada modernidad es analfabeta porque ya no sabe leer el libro de la naturaleza; el libro de la vida.
Qué hacer en esta Navidad y Año Nuevo 2022
Hay que reinventarnos como humanidad, como sociedad, como individuos.
Se necesita una nueva reconfiguración de la vida en el planeta Tierra.
Por eso, en esta Navidad y el Nuevo Año 2022, he jurado un Nuevo Pacto de amor con la Vida, con la Naturaleza, con el Perú y con la Amazonía, mi Axis Mundi; con la familia y contigo y tu querida familia. Amazónicamente, Róger Rumrrill, Lake Elsinore, California, EE.UU., 30 de Diciembre de 2021.
Ademas. Este informe ha sido posible gracias a los servicios de EFE DPA TIME DIARIO16, EL MERCURIO DE ESPANA. `PANORAMICA de MILAN PRENSA ANCASHINA.