Papel de Arbol

jueves, 14 de septiembre de 2017

TALARA TERRORISMO DE ORO NEGRO


Jorge Zavale Alegre


Talara, propiedad que el rey de España donó en el noroeste del Perú, en Piura, a un miembro de su nobleza llamado Talara, una tierra de tablazos desérticos y  bosques de algarrobo en las playas meriodionales del Pacífico. 

Esas tierras, siglos después retornan a una empresa española que con subterfugios y negocios con los dos últimos  gobiernos montan un negocio de dudosa utilidad nacional, remosando una vieja planta de pretróleo por una nueva refiniería a costos no licitados.

En la historia del meridiano ecuatorial, uno  de los personajes muy recordados en el alma de los viejos campesinos es Sinforoso Benites, nacido 1890 en la Hacienda Serrán en el Alto Piura, quien a los 6 años quedó huérfano y fue recogido por Altemira León Molero, cuyo mensaje deberían conservar  los responsables de los negocios del  Estado, incluyendo a los pseudoizquierdistas disfrazados de corderos.

Sinforoso a los 16 años viajó a Chiclayo y se emplea de barredor municipal. Siendo peón en la Hacienda Chuquitanta, el administrador, mayor (r) Agustín Ruiz le enseñó a leer y escribir. En 1921 es concejal en Bernal (Bajo Piura). A partir de entonces, se convierte en líder sindical. En 1922 es petrolero y por defender a las viudas de obreros  casi lo matan. En 1930 ingresa al Partido Socialista. Posteriormente los obreros petroleros lo apoyan para una senaduría que gana y se la escamotean. Siguió recorriendo los campos predicando la justicia social. 

Las familias, especialmente campesinas, recuerdan la respuesta de  Sinforoso al entonces  gerente de la IPC en Talara, quienes olvidan  su nombre, aunque recuerdan a un hombre de más de un 1.10 ms, colorado por el wisky, que siempre llevaba en las manos. Salió  de su casa  dispuesto a detener la marcha del  sindicato. Y con improperios en spanenglish, con  voz  fuerte y desafiante salió dispuesto a detener la marcha de los obreros, dirgiéndose al cabecilla del  grupo.

Pues en su intento de acercarse, Pedro Sinforoso,  talareño de estuctura gruesa, tomó de los brazos y piernas al eufórico gerente de la IPC, arrojándolo a una acequia de agua sucia que discurría a la izquierda de la via… 

Cuentan los obreros que  nunca más el representante norteamericano apareció, dejó el país, pero tampoco  hubo una decisión para atender el pliego de reclamos de los condenados de siempre, del calcinante sol  del Sechura, del desierto más largo de Latinoamerica.

Talara sigue siendo como el dominio  donado por la corona española, que no deja de provocar dolor, sangre, exacción de recursos públicos por fuerzas familiares y gobiernos  que solo  producen  sangre, miseria y vida alegre para  administradores, incluyendo a  funcionarios corruptos de la estatal. 

PetroPerú que  desde 2015 lleva adelante un ocula  remodelación de una refeniría  que no se justifica porque el Perú no produce crudos  como  


Desde 2015, el pueblo peruano, aunque ya no tiene dirigentes como Sinforoso, acepta la costosa  remodelación  de una refinería por un valor pactado hace  tres años, que cuatriplica el monto, para beneficio a presidentes encarcelados o que estararían por ese camino judicial.



Ultimas versiones indican que no se trata de una modernización de la vieja refinería de Talara sino de una nueva refinería. 


Hoy tenemos 65,000 barriles por día de tecnología antigua. No es que estamos yendo de 65,000 a 95,000. No. Estamos eliminando los 65,000 y haciendo 95,000 barriles nuevos. El ocultamiento de la verdad se encuentra en la propia página web de PP (aunque sospecho que rápidamente será cambiado), dentro de la carpeta correspondiente a la PMRT. 

Lo que precisamente ha desmentido el propio presidente de Poyecto. Lo anterior es solo una muestra que uno de los grandes problemas en relación al Proyecto de Talara es su falta de transparencia

    
Manuel Romero Caro, fundador de Gestión, primer diario  de economía del Perú señala qu recién se nos ha anunciado oficialmente que ya no se trata de una modernización de la vieja refinería de Talara, sino de una nueva.

En medio del tsunami Odebrecht han pasado desapercibidas dos importantes noticias. La primera es que nos acabamos de enterar oficialmente que la inversión del Proyecto de Modernización de la Refinería de Talara (PMRT) ya alcanza los US$ 5,400 millones.

 Y como la nueva fecha de finalización del proyecto es en el segundo semestre del 2020, lo más probable es que la inversión de cierre sea mayor.

La otra novedad en relación al PMRT es que recién se nos ha anunciado oficialmente que ya no se trata de una modernización de la vieja refinería de Talara sino de una nueva refinería.


El presidente de Petroperú (PP), Eduardo García Rossel (EGR), 

específica de si se trata de una refinería nueva o la misma con 

nuevos componentes, dio una respuesta que no deja dudas.

 “Adicionalmente, fue exonerado del SNIP (que lo más probable era que no lo hubiera aprobado), se inició sin los estudios de preinversión completos y nunca se explicó por qué, luego de haber anunciado que se iría a una licitación internacional, terminaron adjudicando, una vez más a dedo, a Técnicas Reunidas los estudios y luego la ejecución del 100% del proyecto.

Asimismo, a pesar de todas las críticas que hemos efectuado a megaproyectos como el Gasoducto Sur Peruano (GSP) o la Interoceánica del Sur (IOS), hay que reconocer que cualquiera puede acceder a la web de ProInversión y encontrar toda la información relevante a ellos.



De otro lado, hay que llamar la atención sobre las numerosas leyes que han aprobado los diversos Congresos declarando de necesidad pública y de interés nacional la ejecución de numerosos proyectos de inversión, sin tener idea de los montos de inversión que finalmente alcanzarán los mismos, ni cómo se financiarían. Convirtiéndose estas leyes en una suerte de cheques en blanco. Y si consideramos la carga que representan el GSP, la IOS y otros elefantes blancos que se han aprobado en el pasado reciente, las generaciones venideras tendrán que soportar una carga muy difícil de sobrellevar. Esto tiene que parar.



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