Jorge Zavaleta Alegre
Desde remotos pueblos de los andes centrales del Perú, país donde reina la mayor corrupción de América, acaban de llegar a los hospitales de Trujillo, decenas de personas atacadas por un virus que fulmina la vida de los muy débiles, anémicos. El síndrome de Guillian-Barré, según la OMS, causa parálisis en las personas que llegando a las ciudades son contaminadas por plagas e inundaciones del último verano en el norte del territorio nacional.
La desigualdad económica tiene varias interpretaciones pero en suma es la disparidad económica de bienes e ingresos entre personas, grupos, países o regiones y una relación directa con la igualdad de oportunidades a nivel útil, laboral o como moral (distinción de sexo, etnia…).
Esta es una de las conclusiones de Thomas Piketty, quien revela que en Estados Unidos los ingresos del 50% más pobre de la población se han congelado en los últimos 30 años, mientras que los del 1% más rico han aumentado un 300% en el mismo periodo.
Piketty, es uno de los especialistas más reconocidos en desigualdad económica, como parte del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), y director de la Escuela de Economía de París.
“El objetivo de las instituciones del mercado no es producir la justicia social o reforzar los valores democráticos; el sistema de precios no conoce límites ni moralidades”, este economista.
Hoy, siguiendo sus investigaciones sobre la situación y la solución a la repartición de la riqueza del mundo, señalamos otros indicadores del Banco Mundial y de prestigiadas instituciones de Argentina y Chile.
Se precisa que desde 2015, el 1% más rico de la población mundial posee más riqueza que el resto del planeta. Ocho hombres poseen la misma riqueza que 3.600 millones de personas, que es la mitad de la humanidad. Durante los próximos 20 años, 500 personas legarán 2,1 billones de dólares a sus herederos, suma que supera el PIB de la India, un país con una población de 1.300 millones de personas.
Causas de la desigualdad. El modelo de economía globalizada ha beneficiado principalmente las personas más ricas. Oxfam revela que, en los últimos 25 años, el 1% más rico de la población ha percibido más ingresos que el 50% más pobre de la población en su conjunto.
En la llamada “economía de goteo o de derrame”, los ingresos y la riqueza se vuelcan hacia las capas más altas de la sociedad, y lo hacen a un ritmo alarmante.
Las grandes empresas y el poder de los más ricos desempeñan un papel esencial. La economía tiene la base fundamental de querer la estabilidad para todos, tanto en épocas de prosperidad como de crisis, es decir, se basa en la repartición de bienes.
Piketty, recuerda que John Maynard Keynes en su estudio Teoría general del empleo, el interés y el dinero, publicado en 1936, advierte que más igualdad provoca más crecimiento. Por el contrario, el libre mercado defiende que la reducción de costes (empresariales, humanos, etc.) provoca más crecimiento.
Thomas Piketty comprendió que las consecuencias de las desigualdades económicas en las sociedades más prósperas, basado en un estudio estadístico histórico para elaborar sus teorías. Con ellas, ha llegado a la conclusión de que en los últimos 150 años la tasa de acumulación de capital en relación al crecimiento económico ha registrado un aumento.
"Los registros de los impuestos de las élites económicas le han permitido establecer una relación entre la acumulación de riqueza y la situación económica del resto de la sociedad. Por lo que su propuesta económica está basada en un impuesto progresivo sobre el capital"
Por consiguiente, la compra-venta de mercado no sugiere una igualdad económica, sino una partición progresiva entre los unos y los otros, la desigualdad económica que parece transparente mientras el comprador se lo puede permitir. Algo parecido, en términos mayores, sucedió en la crisis financiera del 2008 que afectó a casi todo el mundo y todos los países.
En palabras de Piketty: “Un impuesto sobre el capital privado es crucial para combatir las crecientes desigualdades, pero también sería una herramienta útil para resolver la crisis de la deuda pública con contribuciones de cada uno según su riqueza. Una solución al problema de la desigualdad, necesita un sistema perfecto de regulación económica. Por consiguiente, parece ser que solamente la consciencia humana puede repeler el amasijo descontrolado de dinero, pero solo de aquel o aquellos que lo poseen".
El sistema perfecto quizás sea una utopía, pero basado en la economía, seguramente los engranajes a nivel social, educativo, tecnológico o científico harían girar mejor los mecanismos que hacen que la sociedad viva en un bienestar más equitativo en cuanto a oportunidades.
Bien vale seguir reflexionado sobre la importancia de la economía a nivel mundial, empezando por conocer el desarrollo humano cruzando los indicadores y limitaciones del desarrollo humano desde las comarcas, distritos, provincias, regiones, países y continentes. Los olvidados de siempre merecen la primera atención, inmediata urgente. Es algo que interesa a todo el mundo y es bueno que cada vez haya más interés, proclaman voces de todos los pueblos. Desde Buldibuyo, Pataz, Curgos, Sánchez Carrión, no cesan de llegar voces moribundas, reclamando Justicia.
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