Jorge Zavaleta Alegre
Con la colaboración de Hélida-Adolfo, Rosita-Rolando, mis hermanos.
Una tarde de lluvia, mi  abuela Rosa  llamó al comedor  a sus  dos 
hijos y  sus tres nietos,  cuyos padres habían fallecido. Y con voz calmada recordó pasajes emotivos de su entorno más cercano,  dijo: “He decidido entregar las tierras de
la familia a Teófilo  Andrés. El es el  mayor de
todos ustedes, que  se encargará  hasta donde sea posible de todos nosotros... Gracias por  escucharme”. Corrían los años sesenta.
En este
breve y emotivo discurso, se puede entender,  con el transcurrir  del tiempo,  que miles de miles de familias, entendieron  que la vida pasaba por otro camino,  que  no dependiera necesariamente de la propiedad de la  tierra. El  futuro de la agricultura  correspondería legítimamente a las comunidades
campesinas, a las sociedades  agrarias,  con el debido acceso a la tecnología,
asesoramiento y respaldo legal  del Estado.
Pero  esta afirmación, sustentada en la
revisión  de  los procesos de producción agrícola  de América Latina, en lugar de avanzar para
el bienestar social, la nueva estructura manejada por el  capital  transnacional, ha deteriorado la  calidad del suelo y el éxodo infinito a las
urbes del Pacífico, y  cuyo  retorno al pueblo de origen, forzado hoy más
que nunca, provoca un drama con escasa  luz cerca y lejos. 
                    Foto: Jorge Zavaleta Balarezo, 1990. Elena Alegre de Zavaleta , Huaylas 1916.
Estamos viviendo días de reflexión sobre el mañana. La siguiente crónica, se origina con una visita a Santa Cruz, distrito de la provincia de Huaylas, Región Ancash, Perú, con mis dos niños y July mamá. Y en otro viaje con mi padre y mis hermanas, para recrear vivencias de mi infancia: cazando venados y torcazas o pescando truchas, extrayendo leche de la vaca antes que se oculte el sol o separando el trigo en harina y el gluten...
Estamos viviendo días de reflexión sobre el mañana. La siguiente crónica, se origina con una visita a Santa Cruz, distrito de la provincia de Huaylas, Región Ancash, Perú, con mis dos niños y July mamá. Y en otro viaje con mi padre y mis hermanas, para recrear vivencias de mi infancia: cazando venados y torcazas o pescando truchas, extrayendo leche de la vaca antes que se oculte el sol o separando el trigo en harina y el gluten...
Esa propiedad de la abuela, que  con el tiempo fue más reducida terminó su ciclo  de transferencia. El  agua ha
reducido  su caudal y en lugar de una
buena cosecha, los magros ingresos terminan 
en una bodega que ofrece todo: 
papas, maíz, trigo, camote, lentejas, garbanzos... en envases de lata o bolsitas de papel plateado…Y  la tv , con la
pantalla encendida, prometiendo una quimera.
July,  acompañada de su abuela, sus padres y agricultores de Cashapampa y Bado Bodega, en  Santa Cruz, ciudad de los caminantes rumbo al Alpamayo, el nevado mas hermoso de los Andes. Vea el corto  filmado por la Empresa Nacional de Turismo del Perú.
Santa Cruz,
comparte la  belleza del paisaje,  en un proyecto que combina: agro-deporte-educación, y que el Estado peruano está en conversaciones con  la cancillería  de Italia para hermanar los Andes-Alpes, como lo
muestra el Museo de la Municipalidad provincial de Caraz: Hernán Osorio Herrera y  la propuesta de Italia para impulsar la conservación de la Puya Raimondi, desde los bosques de Chavín de Huántar y Ayacucho, según informa Sergio Rozzi.
Nevados de Huaylas, serie Enturperu,Ministerio de Industria,Turismo, Comercio e Integración. Filmación con drones.
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papeldearbol@gmail.com
Edición  en Emmitsburg, MD.
Atractivos más cercanos a Huaylas
- Iglesia Matriz de Caraz a 0.03km.
- Monumento Arqueológico Tumshukaiko a 1.03km.
- Quebrada Santa Cruz Llanganuco a 14.68km.
- Laguna de Parón a 15.97km.
- Lagunas de Llanganuco a 19.13km.
- Cueva de Guitarrero a 20.15km.
- Parque Nacional Huascarán a 23.49km.
- Nevado Alpamayo a 25.49km.





 
 
