Papel de Arbol

miércoles, 6 de junio de 2012

EN BUSCA DE LA REGION MAS TRANSPARENTE

Los recursos naturales del Perú y el compromiso social.-
Jorge Zavaleta Alegre   Periodista licenciado  en ciencias sociales.-
EITI: M.Bernales y H.Campodonico y P.Méndez:Petroperu
Carlos  Fuentes, célebre autor de “La  Región más  transparente”, siempre mantuvo  la juventud creativa. En una entrevista con Cambio16,  pocos días antes  de su fallecimiento  a los  83 años  cumplidos,   se pronunció  respecto de la expropiación del 51% de las acciones de Repsol en  la petrolera YPF de Argentina.

Y Carlos  Fuentes  declaró: “En México nacionalizamos el petróleo en 1938, sistema que no se ha alterado para beneplácito de los mexicanos. Hay actos que están dentro de las facultades de cada Gobierno y después están las consecuencias de esos actos. Y eso es lo que todavía no sabemos. Vamos a ver qué consecuencias tiene este acto. Los problemas internos de la Argentina, que son muchos, son resueltos a veces con un golpe de prestidigitación que acarrea el apoyo de toda la sociedad. Aquí hasta Menem se ha manifestado a favor de esta medida. Y se olvidan un poco de algunos errores, que ya vendrán otros”.

“La región más transparente”, la primera novela de Fuentes, publicada en 1951, es la historia de un ser colectivo,  una novela social.  Es un espejo donde al asomarse el lector encuentra el rostro de Ixca Cienfuegos, quien ve en el regreso al México prehispánico la salvación del país, tiene una especie de nostalgia por el pasado, por el mundo perdido, y que implica a la vez, un desencanto por lo moderno, por no haber podido alcanzar el nivel de orden impuesto por el mundo occidental.

En efecto, la región transparente se convierte en un espacio indesligable  de  un Estado democrático. Y la globalización nos trae algunos instrumentos positivos. La EITI  - Extractive Industries Transparency Initiative, anunciada en setiembre  de 2002 por el Primer  Ministro del Reino Unido, en el  marco de la  Conferencia Mundial sobre Desarrollo Sostenible, en Johannesburgo,  según sus actas fundacionales, es una alianza estratégica que  reúne a gobiernos, empresas extractivas (minería, petróleo y gas), grupos de la sociedad civil y organizaciones para emplear criterios de transparencia en los pagos que hacen las empresas a los gobiernos y en los ingresos que los gobiernos reciben de estas empresas, de modo que estos recursos sean usados para fomentar el desarrollo.

En el Perú, la petrolera estatal, desactivada por el fujimorismo en la década del 90,  ha suscrito hace un mes su adhesión   a la EITI. Petroperú ahora está entre las 15 primeras empresas con mayores utilidades, tiene una política de responsabilidad social empresarial y da una importante contribución a la cultura, mediante la realización de actividades editoriales y artísticas.

Tal  compromiso va acompañado de una solicitud de adhesión a los representantes de las  empresas   mineras, petroleras  y  gasíferas  y de organizaciones  de  la  sociedad  civil de manera  voluntaria.  La Comisión  Multisectorial  Permanente, oficializada por el Ministerio  de Economía, incluye las  industrias  extractivas  como  la  Sociedad Nacional de  Minería, Petróleo y  Energía,  Southern  Perú   Cooper  Corporation,    Minera  Antamina, Repsol  Exploración  Perú  y Hunt Oil  Company of  Perú.

En el 2005 el Perú se adhirió a la EITI, a través del Ministerio  de Energía  y Minas, y  hasta el momento es el   primer  país latinoamericano que forma parte de esta propuesta. “La transparencia y la rendición de cuentas  son una herramienta para que los ciudadanos sepan en qué se usan los recursos y si estos están siendo bien utilizados”, ha declarado  a la prensa el presidente de Petroperú, Humberto Campodónico.
 Manuel Bernales, Secretario Técnico de la Comisión EITI-Perú, consderó que “lo que venimos avanzando nos permite decir, y lo voy a decir claramente, que con este mecanismo no hay trafa en lo que declara la empresa y lo que recibe el fisco”; con lo cual se previene actos de corrupción, ayuda a mejorar y precisar la información con sugerencias o recomendaciones técnicas pertinentes al principio de la transparencia. Es un mecanismo que ayuda a la prevención de conflictos sociales al poner al alcance de todos la información sobre los recursos disponibles para el desarrollo del país. 

En suma, la buena literatura y la praxis social  confirman que la transparencia  empresarial ayuda al fortalecimiento de la democracia, al enseñarle al ciudadano en qué se usan los recursos públicos, genera su confianza y potencia la autoridad moral del Estado frente a la sociedad.






Cine: A propósito de “Batman”. Christopher Nolan, un cineasta del siglo 21

Cine: A propósito de “Batman”. Christopher Nolan, un cineasta del siglo 21


MIÉRCOLES, 6 DE JUNIO DE 2012

Jorge Zavaleta Balarezo (Desde Pittsburgh, Estados Unidos. Especial para ARGENPRESS CULTURAL)

Cuando nos entregó “Following”, en 1998, ya percibimos al autor que se iría descubriendo más adelante. Ese aire de misterio en sus historias y ese querer darle la vuelta de tuerca a todo relato parecía estar siempre rondando, a la hora de filmar, por la mente de Christopher Nolan. Este cineasta británico, ahora a los 41 años, quiere demostrarnos que lo mejor está por venir y no se ha ahorrado ningún esfuerzo para que deseemos que el final de la trilogía de Batman, un filme rodado en parte en Pittsburgh, Pennsylvania, ya esté aquí.

 

En “Memento” Nolan demostraba, cáustico, su “saber hacer”, de pronto Guy Pearce era traicionado por su propia memoria y los retazos de ella componían la película. La tarea, entonces, era doble porque esta vez el espectador por cuenta propia -y por obligación- tenía que detenerse a armar el rompecabezas. A la inversa de la tradición clásica, “Memento” iba permanentemente hacia atrás, simulando un “flashback” total y envolvente. Sólo, al final, sobrevivían los trozos, si se quiere los recuerdos de los recuerdos, como parte de una caja china que nos cautivaba y nos llevaba a entrar cada vez con mayor entusiasmo y sorpresa en el misterio de una cinta que parecía no agotarse y que, sin embargo y al mismo tiempo, no sólo rechazaba fórmulas y estilos sino que estaba imponiendo su propia vigencia.

Aclamado después de este ejercicio de largo aliento y aún con cabos sueltos, Nolan se animó a hacer un casi inmediato “remake” hollywoodense de la sueca “Insomnia”. Quienes hemos visto ambas versiones podemos decir que la original es extremamente fría y calculada pero a la vez podemos afirmar que Nolan supo aprovechar el protagonismo de Al Pacino y Robin Williams (en uno de sus raros papeles de villano) y tal vez también de Hillary Swank. Donde la original sueca asumía y enfrentaba su propia lealtad y tal vez su letargo intrínseco, Nolan aceitaba la maquinaria y al final nos entregaba, despejados los misterios, una obra que quisiéramos ver más de una vez.

 

Entonces fue que Nolan encontró, quizá no tan casualmente, al superhéroe de Bob Kane, el solitario Batman, hombre murciélago a quien Tim Burton y, en menor medida el insoportable Joel Schumacher, habían catapultado a la cima del imaginario juvenil en los años 80. La primera parte estuvo bastante bien y la elección de Christian Bale para el rol principal no fue obstáculo para desarrollar una dramaturgia colmada, en el mejor estilo de su realizador, de trucos que dejaban a la “batiseñal” sólo como un inocente referente. La segunda parte nos mostró la perversidad y el daño del Jóker, en el que fue casi el último rol de Heath Ledger. Bombas que estallaban, pasajeros heridos por el pánico en un par de barcos, salvaciones de último minuto, cambio de planes y un Batman que al final no podía enfrentar el infierno en que se había convertido Ciudad Gótica: tales fueron los principales elementos o ejes sobre los que se sostuvo la segunda parte dejándonos con ganas para el estreno que viene pronto.

 

En el camino, Nolan precisó sus intereses y con “The Prestige” dirigió de nuevo a C. Bale, junto a Hugh Jackman. La cinta parecía una bien sazonada historia gótica, incluso con ecos de los libros de Nataniel Hawthorne o Lovecraft. Dos magos en permanente competencia y enfrentados a su propio destino. La escena final, es preciso decirlo, le hace un guiño a ese gusto por el misterio y lo capcioso que nos descubrió, desde un principio, a un Nolan conocedor de artificios y vetas oscuras.

De nuevo en “Inception” este cineasta despliega un imaginario que esta vez, sin duda, le debe demasiado a Borges, e imagina un laberinto, un sueño sobre otro, un infinito. La aventura, así expuesta, no parece terminar y en ella Leonardo Di Caprio y Marion Cotillard parecen escaparse de las coordenadas que les ha propuesto el relato. Muchos críticos acusaron la mezcla de película de acción con el gran referente del 007 y eso es cierto, pero no se puede olvidar, al mismo tiempo, que “Inception”, tan recurrente a la espectacularidad, bebía de su propia y extrema fuente imaginaria. Borges bien leído y cultivado parecía resucitar en los encuadres de esta película que, tal vez sin quererlo, era un gran homenaje para el célebre autor argentino, y que en todo momento esperaba la siguiente escena para seguir llevándonos arrastrados por su vendaval de especulaciones y emociones.

 

Con todo lo sostenido hasta aquí, ya casi no hace falta presentar a Christopher Nolan ni descubrir qué mágicos mecanismos guían su imaginación a la hora de escribir y dirigir una película. Sin exageraciones, podemos decir que en este siglo, sus trabajos se han situado entre lo más importante que nos ofrece el cine industrial y a gran escala. Tal vez sólo David Fincher, en estos momentos, sea capaz de mostrarnos esa poderosa creación que Nolan ofrece en cada película, donde reviven sus pesadillas, lo oscuro, lo ominoso, lo cruel, lo inesperado, y para lo cual él ya tiene preparado una sabia y elocuente respuesta.