Papel de Arbol

viernes, 5 de agosto de 2016

La lepra en la política





Jorge Zavaleta Alegre.-
 La lepra es una antigua enfermedad endémica de los pobres, de la miseria. Los niños están especialmente expuestos. Y es también sinónimo de corruptela institucionalizada en la administración privada y pública de las repúblicas latinoamericanas. San Pablo, es un pequeñísimo pueblo, con una sola callecita asfaltada, al final de la cual se ubicaba el hospital para leprosos. Las monjas que manejaban el lugar fueron muy amables.

El Che Guevara, en 1952, en su recorrido juvenil por las comarcas de la Región, visitó el Leprosorio de San Pablo, en la margen derecha del Amazonas en Loreto, parte del trapecio de la Leticia colombiana y del pueblo Benjamín Constant del Brasil.

En la década de los ochenta el médico y parlamentario Antonio Mesa Cuadra, dedicó sus esfuerzos para exigir al Estado respuestas efectivas contra la lepra. Trasladó desde San Pablo al hemiciclo del Legislativo, en la Plaza Bolívar de Lima, a un grupo de pacientes del leprosorio, y la opinión pública pudo conocer la dimensión de la lepra, por boca de los mismos pacientes que vivían confinados a la muerte en un remoto lugar de la selva, según crónicas logré publicar en 1982, en Marka, diario que en ese tiempo mantenía una circulación de más de 100 mil ejemplares.

Ahora en el 2016, renace un líder político, Pedro Pablo Kucynski, quien en memoria a su padre, el fundador del Leprosorio de San Pablo, se compromete impulsar respuestas para acabar eliminar la lepra a los pacientes que aún quedan en ese lejano hospital, y también la amnesia, la ceguera o anomia de quienes incumplen funciones públicas que la ciudadanía exige.


Ninguna enfermedad deforma tanto al ser humano como la lepra. La Biblia ya la mencionaba, y según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud - OMS, todavía padecen esta enfermedad unos 15 millones de personas en el Sudeste asiático (especialmente India), África, Centroamérica y Sudamérica.

Anualmente hay alrededor de 400 mil nuevas infecciones causadas por la Mycobocterium leprae. Tras una fase “asintomática” de cuatro a diez años (período de incubación), produce mutilación y “caquexia” crónica. Para que el bacilo de la lepra se contagie, es necesario un contacto constante y estrecho.


La lepromatosa o cutánea y la tuberculoide o neuronal aún existen en el siglo XXI. La primera con úlceras en la nariz y la frente, pérdida de cabello y formación de cicatrices hasta que la cara se vuelve irreconocible, que imposibilita distinguir edad y sexo de la persona.

La ausencia de conocimientos para conocer el origen de la esta enfermedad ha sido atribuido por creyentes del cristianismo como consecuencia del pecado. La lepra penetró en el área mediterránea ya en la Antigüedad y en el siglo IV llegó al Centro de Europa. La causa fue la creciente decadencia de la antigua cultura del baño. Mientras que la Roma pagana era conocida por sus termas, muchos cristianos consideraban pecado el contacto y lavado del cuerpo.

Actualmente existe un sanatorio en Eontilles, cerca de la Costa Blanca española, que acoge a decenas de pacientes, señalan fuentes médicas de la OIT-OMS.

La Iglesia Católica asiste a enfermos en 611 leprosorios en el mundo, estima la Agencia Fides hasta el 22 Febrero 2016. En muchos países todavía es grave la discriminación hacia estos enfermos, porque muchos creen que no se puede curar y por las tremendas mutilaciones que provoca.

REFLEXIONES DE UN GOBERNANTE

El presidente de la República, Pedro Pablo Kuczynski, ha revelado que al conocer los resultados de la Oficina Nacional de los Procesos Electorales pensó en sus padres. De su madre Madeleine Godard, heredó su aprecio por la música y de su padre, Maxime Kuczynski, el ejemplo de un médico con compromiso social. Fue la vocación de este último lo que, de alguna manera, marcó el destino de quien es el presidente del Perú desde el 2016 hasta 2021, año del Bicentenario de la Independencia Nacional.

Máxime Kuczynski, hombre de ciencias, nació en Berlín el 2 de febrero de 1890, con el nombre de Max Hanz, en una familia de origen judío polaca: "Mi papá era un intelectual, un tipo muy bien preparado. Sacó su doctorado en fisiología a los 22 años, en la Universidad de Berlín (en 1912). Luego, participó en la Primera Guerra Mundial como Mayor o Capitán del ejército alemán, en cuestiones médicas sobre todo.

Máxime Kuczynski llegó al Perú en 1936 y falleció en Lima en 1967, invitado por su amigo el doctor Carlos Enrique Paz-Soldán, quien le dice que en el Perú hay mucho por hacer. Pronto empieza a trabajar en el Instituto de Medicina Social de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y empieza a firmar por primera vez como Máxime Kuczymski.

En 1938 se traslada a la Amazonía peruana donde dirige la "Supervisión Sanitaria del Nor-Oriente Peruano" del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social, con sede en Iquitos.

"En Iquitos, todo el mundo le habló de la lepra y se fue entonces al leprosorio de San Pablo, que queda a tres días en peque-peque (un pequeño bote de motor) de Iquitos o a tres horas en helicóptero", relata sobre esta época PPK.



De acuerdo con los informes oficiales recibidos de 121 países de todas las regiones de la OMS, excepto Europa, la prevalencia mundial de la lepra a finales de 2014 era de 175 554 casos (0,24 casos por 10 000). A lo largo de los últimos 20 años se ha tratado a más de 16 millones de enfermos de lepra. La tasa de prevalencia de la enfermedad ha disminuido un 99%.

RESUMEN

En el Perú se sitúa al Perú en la fase oficialmente considerada de “eliminación” de la lepra como problema de salud pública. Se señala que el descuido de la vigilancia sanitaria, la desarticulación de los organismos de control especializado, el olvido de parte del personal médico sanitario de su diagnóstico precoz, la presencia de casos lepromatosos bacilíferos no diagnosticados en la capital de la república y la indudable prevalencia escondida, permiten concluir que existe el peligro para el país y la región que se reproduzca una recrudecimiento de la lepra, si no se toman las medidas sanitarias pertinentes y oportunas.



En 1906 se ordena la construcción de un asilo para leprosos en la isla Padre, frente a Iquitos. Mientras tanto, Hugo Pesce, en Andahuaylas, detecta los primeros casos de lepra andina y crea, el año 1937, el servicio antileproso de Apurímac. Y en 1941 se reconstruye el Asilo de San Pablo como colonia agrícola, y el 1 de enero de 1944, Hugo Pesce crea la Campaña Nacional Antileprosa. El Servicio Nacional Antileproso, creado por Hugo Pesce, con su Jefatura, el Departamento de Lepra, fue disuelto el 14 de enero de 1963.

COMENTARIOS FINALES

La lepra en el Perú ha sido siempre una endemia regional; aunque, oficialmente, se encuentran en la actualidad, por debajo del riesgo epidemiológico establecido, lamentablemente ofrecen una prevalencia oculta con la presencia de casos no detectados en ciudades como Loreto, Ucayali, Huánuco, San Martín y Amazonas, todas en regiones amazónicas colindantes con Brasil; así también, como en otras de regiones andinas como Cajamarca (Jaén) y Ayacucho donde se han detectado pacientes no diagnosticados, ubicados por búsqueda de organismos no gubernamentales que colaboran en la eliminación de la lepra en el Perú.

FUENTES CONSULTADAS

1. Organización Mundial de la Salud. Guía para la eliminación de la lepra como problema de salud pública . Ginebra: OMS; 1995.

2. World Health Organization. Global leprosy situation, 2010 . Wkly Epidemiol Rec. 2010 Aug 27;85(35):337-48.

3. Noordeen S. The epidemiology of leprosy. In: Hastings RC (ed). Leprosy. 2nd ed. Edinburgh: Churchill Livingstone; 1994. p. 68.

4. Durrheim DN, Spearre R. Global leprosy elimination: time to change more than elimination target date . J Epidemiol Community Health. 2003 May;57(5):316-7. [

5. Perú, Ministerio de Salud. Norma Técnica de Salud para la Eliminación de la Lepra . N.T.S N°039 MINSA/ DGSP-V.01 2005. Lima: MINSA; 2005.

6. http://www.lavoz.com.ar/noticias/mundo/diarios-motocicleta-pelicula-que-reflejo-viaje-granado-che