La aldea de oro, JULY BALAREZO, Taller T Mestres, Barcelona
Por JORGE ZAVALETA ALEGRE/ Lienzzo de July Balarezo, PANORAMICAL, Italia
Depender sólo del crecimiento económico para enfrentar el problema de la pobreza en América Latina difícilmente permitirá conseguir el objetivo planteado para esta década, otorgando a la Educación el espacio indispensable”,advierten centenas de ministros y estudios de la Región.
El primer maestro es clave para el desarrollo infantil señalan recientes ensayos sobre la deserción escolar. Ecuador y Bolivia impulsan experiencias a tomar en consideración, frente a la debacle económica y educacional de Perú, Guatemala, entre otros, donde los niños pululan en plazas y calles como prematuros delincuentes y la nula capacidad de los padres para contener el drama. El Estado, como siempre es el gran ausente.
En 37% de los adolescentes (entre 15 y 19 años) latinoamericanos abandonan la escuela antes de completar el ciclo escolar secundario. Casi la mitad de ellos deserta tempranamente, sin terminar la educación primaria, pero en varios países la mayor parte se retira durante el primer año de enseñanza media, asegura la CEPAL-ONU.
Las tasas de deserción escolar siguen siendo muy altas, pese a la elevada cobertura de la educación básica (casi de 90%), al incremento de la matrícula en educación secundaria (alrededor del 70%) y a la reducción del abandono escolar en casi todos los países durante la década pasada. .
La CEPAL, en una epidérmica aproximación a la cruda realidad, indica que el 2000 la tasa global de deserción entre los adolescentes antes de completar la educación secundaria era inferior a 20% en las zonas urbanas de Bolivia, Chile, Perú y República Dominicana. En Argentina, Brasil, Colombia y Panamá fluctuaba entre 20% y 25%.
CERRANDO BRECHAS
Suena como una curiosidad que sean algunos bancos de desarrollo como el BID que hoy se preguntan hoy ¿Qué hace que un maestro sea un buen maestro? Sino se destinan los recursos para ratificar, en muchos casos programas publicitados, cuando la realidad es los contrario.
Suena como una curiosidad que sean algunos bancos de desarrollo como el BID que hoy se preguntan hoy ¿Qué hace que un maestro sea un buen maestro? Sino se destinan los recursos para ratificar, en muchos casos programas publicitados, cuando la realidad es los contrario.
El maestro, aunque por lo general se le selecciona por su currículum, no es eso lo que más cuenta. Así lo muestra“Cerrando Brechas”, un estudio de varios años realizado por el gobierno de Ecuador.
Existen dos motivos por lo que no es fácil identificar cómo influyen los maestros en el aprendizaje. En primer lugar, los niños no se asignan de manera aleatoria, lo que significa que los grupos de niños en diferentes clases no son necesariamente homogéneos.
Por ejemplo, si a un maestro le asignan los mejores estudiantes de un grupo, éstos obviamente mostrarán un mejor desempeño independientemente de los esfuerzos del maestro, sesgando así los resultados de los estudios que buscan medir la contribución de los maestros al aprendizaje.
En segundo lugar, es difícil distinguir a los buenos educadores.
Por primera vez en un país como Ecuador, “Cerrando Brechas” asignó aleatoriamente un aproximado 15.000 niños de educación preescolar a maestros en los colegios, y recopiló información inusualmente abundante, como por ejemplo filmaciones de los maestros en las aulas durante todo un día. Con estos datos los investigadores pudieron distinguir a los mejores maestros.
Al final del año académico, los investigadores midieron el desempeño de los niños a través de 12 pruebas diferentes que cubrían desde matemáticas hasta alfabetización temprana, así como de una variedad de procesos cognitivos conocidos como “función ejecutiva”.
Las pruebas sobre esos procesos miden la habilidad de los niños para ejercer el autocontrol, prestar atención en la clase y pasar de una tarea a otra, y se ha demostrado que son especialmente predictivas sobre la capacidad que tenga un niño de aprender en la escuela y tener éxito en la vida.
Los resultados del estudio muestran que los maestros definitivamente sí tienen una gran importancia. El aprendizaje de los niños en educación preescolar asignados aleatoriamente a mejores maestros es en promedio 0,11 desviaciones estándar mayor en matemáticas, alfabetización temprana y funciones ejecutivas.
En otras palabras, en un solo año, el ser asignado a un profesor sobresaliente y no a un profesor promedio permitió al niño de un entorno menos favorecido cerrar una cuarta parte de la brecha que lo separaba de aquel criado en un entorno más favorable. El efecto es considerable.
Los maestros “novatos” (con tres años de experiencia o menos) logran un aprendizaje significativamente menor que quienes cuentan con más experiencia, pero ninguna de las otras características –por ejemplo si es titular o si trabaja con contrato, su coeficiente intelectual o su personalidad —predice sistemáticamente el aprendizaje del pupilo.
Las políticas públicas. En primer lugar, es difícil medir la efectividad de los maestros antes de que comiencen a ejercer la profesión docente; por lo tanto, las pruebas de selección tienen solo un valor limitado.
Se ha demostrado, gran parte de las conductas de los maestros que influyen en el aprendizaje de los alumnos son maleables. Por lo tanto, los formuladores de políticas públicas podrían llevar a cabo programas piloto sobre maneras innovadoras de brindar una formación en servicio a los maestros con el fin de mejorar su efectividad, y evaluarlos cuidadosamente.
“Cerrando Brechas” es un estudio que está actualmente en marcha. Los investigadores están haciendo seguimiento a una cohorte original de niños desde el preescolar hasta el primer y segundo curso para evaluar si los impactos de tener un mejor maestro en pre-kínder se prolongan a lo largo del tiempo y cómo interactúan con la calidad de los maestros que tengan los mismos niños en años subsiguientes.
Abundan comentarios positivos de los ensayos periodísticos que pertenecen a esta serie: Sinfonía por el Perú: cuando la música y la inclusión social se une. – Lecciones del programa Bono Vida Mejor: las condicionalidades sí importan. –Abriendo el mundo inglés a los hispanohablantes.
Igualmente destacan ensayos: de Capacitación laboral, un anticonceptivo para prevenir el embarazo adolescente en laRepública Dominicana. – Cómo mejorar la calidad de vida de los adultos mayores. – Desencadenantes de la productividad agrícola a corto plazo en Bolivia– ¿Se puede evaluar una reforma de turismo sin una máquina del tiempo?
CAUSAS IGNORADAS
Uno de los principales obstáculos para el logro de una mayor equidad en la distribución de los frutos del crecimiento es la escasa generación de puestos de trabajo de calidad. Los empleos resultan insuficientes para absorber el aumento de la oferta de trabajadores con calificación técnica o profesional, produciéndose una importante subutilización de dichos recursos, con las consecuentes pérdidas sociales y privadas.
Uno de los principales obstáculos para el logro de una mayor equidad en la distribución de los frutos del crecimiento es la escasa generación de puestos de trabajo de calidad. Los empleos resultan insuficientes para absorber el aumento de la oferta de trabajadores con calificación técnica o profesional, produciéndose una importante subutilización de dichos recursos, con las consecuentes pérdidas sociales y privadas.
Se estima que alrededor de 24% de la fuerza de trabajo latinoamericana con esas calificaciones es desaprovechada debido al desempleo y a la muy baja retribución que recibe en el mercado.
Los avances en la reducción de la deserción escolar en América Latina en los ciclos primario y secundario –desde 45% a 37%- contribuyen a reducir las inequidades en la región. Sin embargo, los frutos de esta mejora se recogerán solo en el largo plazo y dependerán de que se logren mejoras significativas en la calidad y pertinencia de los contenidos de la educación.
Aunque la inequidad educativa entre estratos socioeconómicos sigue siendo un área “dura” de las políticas sociales, se registran evidentes avances en la capacidad de retención de los estudiantes más pobres, y se han comenzado a masificar programas sociales que, además de señalar buenas prácticas, demandan recursos en cantidades que son posibles para la mayoría de los países de la región.
La patética conclusión es que el magisterio siga siendo la última asignación del presupuesto nacional y el apoyo y respaldo indirecto y directo del Estado es a la educación privada, con desvíos de frondosos recursos a los colegios y universidades subsidiados por el Estado, con profesores del sistema público, inversiones en tecnología que solo puede usarla el empresario especializado. Las Universidades financiadas por fuertes conglomerados periodísticos, reciben más apoyo del Estado que un centro nacional. Los programas sociales del Estado a las escuelas se diluyen en un larga repartija: De cada 100 dólares de recursos públicos, llegan al legítimo beneficiario poco más de un dólar. El dinero se queda en el turismo de empleados y funcionarios con altos viáticos, vuelos en líneas aéreas, alojamientos de primera.
Estamos hablando de una conmovedora realidad, que los pobres, prefieren el silencio, porque se han cansado de exigir y de soñar en la Educación Pública. América Latina pareciera un rincón del planeta que prefiere tener cuatro mil doctores graduados en las mejores universidades de Europa y EEUU.