Jorge Zavaleta Alegre,
“TODOS DEBERÍAMOS ESFORZARNOS POR PROPICIAR LA RECUPERACIÓN DE LOS SECTORES CULTURALES Y CREATIVOS COMO PARTE DE LA RENOVACIÓN MÁS AMPLIA QUE NUESTRAS COMUNIDADES RECLAMAN.”
"Cómo sanar un mundo herido", es el titulo de un reciente libro que recoge los principales hallazgos de la cumbre realizada por el BID en abril de 2021.
La publicación reúne ensayos de reconocidos líderes culturales, artistas, economistas, urbanistas, arquitectos y tecnólogos de la región, que abordan temas tales como el rol de las instituciones culturales en reimaginar comunidades; los artistas y su capacidad de reacción en tiempos de crisis; el futuro de nuestras ciudades y sus adelantos tecnológicos ante los avances del trabajo y el aprendizaje remoto, el aislamiento y las nuevas plataformas de comunicación y movilidad.
Este documento convoca a reflexionar sobre cómo el arte y la cultura pueden proporcionar un espacio para sanar, reencontrarse, colaborar y proponer soluciones a los desafíos del desarrollo.
Un mero acceso a las plataformas digitales y a Internet no debe confundirse con la participación efectiva en la vida pública. Como parte del Sector de Conocimiento, Innovación y Comunicación, la Biblioteca Felipe Herrera es un socio proactivo del Banco para proporcionar información estratégica para proyectos operativos relacionados con el conocimiento.
La misión de la biblioteca es anticiparse y satisfacer las necesidades de información del Banco, utilizando la planificación basada en resultados para diseminar de manera eficiente y sin problemas los productos de información relevantes diferenciados.
Estos objetivos senalados a principios de 1960 se han enriquecido planteando y promoviendo publicaciones y proyectos de alto contenido social.
Llegamos al 2022 y encontramos ensayos que nos permiten reforzar y transformar la educación para que todo el mundo adquiera las habilidades cognitivas y analíticas necesarias para mejorar colectivamente la sociedad.
En la lista de trabajos que nos ofrece el libro "Como sanar un mundo herido....., el ensayo de Camnitzer, uno de los autores de esta publicacion, hace eco de antiguos llamados a reformar los sistemas educativos de la región y reforzar la enseñanza de disciplinas como la historia, la literatura y la filosofía, que son la base del pensamiento crítico.
Sus ideas son también complementarias al movimiento para mejorar la democracia a través de plataformas digitales que permitan a los ciudadanos interactuar directamente con los legisladores y fiscalizar el uso de los fondos públicos, un elemento clave para combatir la corrupción.
Equilibrar las aspiraciones humanas con las necesidades de la naturaleza: Citando las consecuencias de la crisis climática, la degradación generalizada del medioambiente y la excesiva explotación de los recursos naturales, varios autores recomiendan un completo replanteamiento del concepto de sostenibilidad.
En lugar de la concepción antropocéntrica en la que el mundo natural existe principalmente para beneficiar el desarrollo humano, proponen una en la que los derechos de todos los seres vivos tengan un peso comparable al del homo sapiens.
María Belén Sáez de Ibarra, afirma que “... debemos apresurarnos y acordar nuevos términos para un nuevo contrato social, ‘un contrato natural’, un contrato con la vida”.
Dicho contrato debe implicar nuevas formas de asignar valor a los recursos naturales y una rendición explícita de cómo las decisiones de hoy afectarán a las futuras generaciones de personas, plantas y animales.
Apuntar a tener impacto en el largo plazo. Charles Landry escribe que la cultura y la creatividad pueden ayudar a abordar las fisuras más profundas que dividen a nuestras sociedades y que son “tan profundas, intratables y polémicas” que pueden “tardar mucho tiempo, quizás 50 años, 100 años o más” en resolverse.
Otros colaboradores también expresan un sentimiento de humildad sobre el tiempo necesario para llevar a cabo transformaciones verdaderamente duraderas.
En una cultura de gratificación instantánea, éxitos virales y modas digitales efímeras, puede ser difícil conseguir apoyo para cualquier empresa que tarde una generación o más en dar frutos. Y sin embargo, en el mundo del desarrollo, hay pocas de las llamadas “victorias rápidas”.
Limpiar y restaurar un río urbano, modernizar un sistema judicial, descarbonizar un sector energético: todo ello requiere décadas de atención y compromiso sostenidos. Los artistas tienen la capacidad de conectar el pasado y el presente de las personas con sus esperanzas para el mañana, y de involucrar nuestra imaginación para que nos sintamos comprometidos con nuestro futuro.
El BID, como banco de desarrollo, considera a los sectores culturales y creativos como aliados esenciales en todos los aspectos de su trabajo. Al invertir en estos sectores, los responsables políticos se aseguran de que sus sociedades tengan la capacidad intelectual y emocional para emprender el difícil trabajo de escuchar, crear consenso, pensar críticamente y establecer objetivos a largo plazo.
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