Jorge Zavaleta Alegre. Cambio16. Madrid
Una cruzada internacional. En Paccarectambo, Cusco, lugar donde nacieron los hermanos Ayar para fundar el Tawantinsuyo, desde el 2006 se
promueve la crianza del Cóndor, como una
alternativa para repoblar los Andes con esta especie tan valiosa en el desarrollo
de la agricultura y la vida de los comunidades campesinas.
Esta iniciativa, que se inició con la Cooperación de Italia y la Fundación D Arrigo, prosigue en la
región de Apurímac y en el Cañón del Colca, en Arequipa, con escasos recursos
de la Universidad San Antonio del Cusco. Si no se fortalece la presencia del
Estado Peruano, es inminente que aquel proyecto se paralice, después que su lanzamiento generó especial expectativa
internacional.
Otra es la suerte de una experiencia similar en Argentina,
país que promueve el Programa El Retorno del Cóndor al Mar. La Agencia France Press da cuenta, el domingo 22
de Setiembre del 2013, que después de un año de cuidados intensivos, Killa
Tutijak (Eclipse de Luna), Pichi Malen (Cóndor), quedaron listos para dejar el zoológico de
Buenos Aires y volver a su antiguo
hábitat. En total, son 40 los cóndores liberados en la Costa del Atlántico.
Estos tres cóndores mapuches fueron despedidos en una
atractiva ceremonia, en la cual fueron liberados en la provincia de Río Negro,
en la parte sur del país, con destino a la Patagonia. El seguimiento se realiza
por un sistema satelital, que ha permitido conocer que los cóndores pueden
recorrer distancias mayores de 600kms.
El Zoológico de San Diego, desde la década de 1980 trabaja en
el salvataje del cóndor de California (Gymnogys californianus) cuando sólo
quedaban 27 ejemplares de esta especie.
Tras una serie de estudios y pruebas en cautiverio, se logró
recuperar su población, que para 2003 alcanzaba los 200 ejemplares. Fue tal el
éxito de la experiencia que Argentina, desde 1991, ha sido tomada como base
para la conservación del cóndor andino.
La siguiente crónica, relata detalles del proyecto en Perú.
Jorge Zavaleta* (articulo autorizado por el autor para ser publicado
en el Surmágico y Argenpress)
El Cóndor, ave mítica y legendaria de los pueblos latinoamericanos,
retornó a los andes, empezando por el Valle Urubamba donde en los tiempos del
Incanato, fue reconocido como el Dios la Montaña. Los peligros de su extinción comienzan
a superarse, gracias a un programa de redoblamiento en el cual participan
diversas instituciones científicas y los propios gobiernos de Italia, Austria y
Perú. Se ha iniciando una fase importante en la ciencia para la conservación de
una ave símbolo de América Latina.
Austria, a través del Centro de Biología de Viena y el
Instituto Konrad Lorenz (nombre del Premio Nóbel 1973, conocido como el padre
de la etología moderna, ciencia que estudia el comportamiento de los animales),
viene auspiciando diversas investigaciones para proteger los halcones, águilas,
grúas siberianas y cóndores, entre otras especies.
Hace 18 años una pareja de cóndores fue llevada de Sudamérica
a Viena. El macho, procedente de Machu Picchu, y la hembra del altiplano
boliviano.
En la capital austriaca la pareja vive en cautiverio,
conservando su capacidad reproductiva. Los cóndores son longevos, con un
promedio de 70 años, con 50 de fertilidad, pero sólo produciendo entre uno a
dos huevos por cada par de años.
El retorno de la simiente. La Expedición Wings of Condor es responsabilidad
de Metamorfosis, un equipo de expertos, liderado por Angelo D’Arrigo, un
apasionado profesor de ciencias y del arte del volar. D´Arrigo, cuya trágica
muerte se produjo el 26 de marzo del 2006, creó en el Cusco el primer
programa de repoblamiento de cóndores en el Perú. Inca y Maya, la pareja de
cóndores nacidos en Europa, gozan de buena salud y son parte esencial del
proyecto de protección y conservación de esta especie amenazada.
El eje principal del proyecto es el Valle del Urubamba, con
el apoyo de la Fundación D´Arrigo, la Asociación Kallpa y la Universidad
cusqueña San Antonio de Abad. Con la muerte de D´Arrigo no se ha interrumpido
el soñado proyecto. Laura Mancuso, viuda del D`Arrigo en coordinación con un
equipo técnico de la Universidad San Antonio de Abad, han sido los principales promotores para que Inca y Maya, con la participación
de la National Geografic, llegaran al Cusco, cinco meses después de la
desaparición del padre del proyecto.
El ingreso al Perú de Inca y Maya fue una odisea. El proceso
de internamiento tuvo dificultades con la administración pública. El Servicio
Nacional de Sanidad Animal, en el proceso de la cuarentena, tuvo dificultades
técnicas, inclusive para extraer sangre a esas aves, perjudicando la realización
de los vuelos de práctica de los cóndores. Senasa ahora es un aliado del
proyecto.
El primer vuelo de liberación de Inca y Maya, en el distrito
cusqueño de Maras, fue un acontecimiento internacional para admirar a las aves
y el parapente diseñado por D`Arrigo, que simula las alas de un cóndor andino.
La National Geographic y Cambio16 registraron las escenas.
El propósito del proyecto es educar a la población
estudiantil y el entorno sobre el cuidado de los cóndores para su inserción a
la vida natural.
En una siguiente etapa, mostrar a los turistas las aves en
vuelo, construir un observatorio especial y un Centro de Reproducción de
Cóndores.
El proyecto Inca y Maya ha logrado sensibilizar a la
población del Cusco y otras regiones. Se han realizado decenas de vuelos
controlados en las alturas del Sagrado de los Incas, causando la admiración de
la ciudadanía, ambientalistas y científicos.
Este proyecto fue presentado a la Unesco por Angelo D`Arrigo,
lo que posibilitó su exportación al Perú y su expectante desarrollo, siguiendo
antecedentes de los científicos Noel Snayder en la recuperación del cóndor
californiano y Mike Weallace con los cóndores en el desierto peruano de
Sechura.
La crianza de cóndores en semi cautiverio se está
convirtiendo en una nueva alternativa de recuperar la especie y su articulación
a las actividades económicas, como instrumento en beneficio de las comunidades
campesinas.
La Asociación Kallpa considera que el Congreso debe declarar
intangibles las zonas de vida de los cóndores a fin de garantizar la protección
natural con la ayuda activa de los municipios locales.
MÁS CONOCIMIENTO
Según la observan los zootecnistas cusqueños, los cóndores
toman baños cada 5 a 6 días, como un hábito. Les gusta bañarse en cochas, en
espejos de agua retenidos y no en aguas corrientes. Los cóndores diferencian
los colores. Por lo general el rojo es el más impactante. En el caso de Maya e Inca,
ellos, después del ejercicio de vuelo, regresan donde está la bandera roja y no
a la negra y blanca que están cerca. El control de sus vuelos de práctica de
Maya e Inca se facilitará con el uso del Micro Chip y rastreador, que aún la
Universidad cusqueña no cuenta.
Estas aves tienen un olfato fino, respecto a la existencia de
carroña. Inicialmente Inca y Maya comieron carne normal, luego carroña andina
suave, como menudencias de cuyes, patos gallina, palomas y perdices, fetos de
caballos, de perros. Paralelamente han aprendido a consumir agua en lavadores,
simulando que son fuentes naturales.
LA VIDA DE D`ARRIGO
El piloto de ala delta y ornitólogo italiano Angelo D'Arrigo,
conocido como el "hombre cóndor", murió el 28 de marzo del 2006 en
Sicilia al estrellarse su avión. D'Arrigo, de 45 años, participaba en una
exhibición de vuelo y se estrelló junto con el piloto Giulio De Marchis a bordo
de un avión ultraligero Sky Arrow de dos plazas en las cercanías del pueblo de
Cosimo, en el sur de Sicilia, en un olivar.
Darrigo voló con una bandada de grullas salvajes del Círculo
Polar al Mar Caspio sobrevolando Siberia. Logró sobrevolar el Everest, el pico
más alto del mundo, a una altura de 9.000 metros y con 50 grados bajo cero.
Planeó sobre el Aconcagua y batió su propio récord mundial de altura, alcanzando
los 9.100 metros. Su próximo proyecto era volar en la Antártida, sobre el monte
Vinson. Para ello estaba trabajando en la construcción de un ala tecnológica
que le permitiera atravesar esa zona fría con ayuda de la energía solar.
En los últimos años D'Arrigo se dedicó a estudiar al cóndor,
cuyo hábitat natural es el Aconcagua, en la región andina de Sudamérica, hasta
que completó exitosamente su misión sobre esa cumbre, a comienzos del 2006.
Según sus propias palabras, perseguía objetivos "naturalistas
y científicos", con la reintroducción del cóndor en la naturaleza, ya que
como último paso de este proyecto liberó tres cóndores que se estaban criando
en Italia.
"El sueño de la humanidad fue siempre volar con grandes
alas. Yo ahora lo realicé y se lo dedico a los pioneros de la aviación, al
experto Leonardo Da Vinci y a los hermanos Wright, que fueron los primeros en
volar", subrayó.
PELIGRO DE EXTINCION
Publicaciones peruanas
y de otros países sudamericanos dan
cuenta que el Cóndor Peruano está al borde de la extinción. La protección
estatal brilla por su ausencia, señaló la revista digital La Mula, el 2 de
febrero del 2012. “Extinction
of andean condor is expected to occur
over the next 25 years if not implemented a strategy to achieve its
conservation in the short term”:
“La desidia y el desinterés absoluto del Estado Peruano
persiste por estas majestuosas aves carroñeras, cuyos cadáveres de vertebrados como las alpacas, vicuñas y ganado lanar y vacuno constituyen parte
sustantiva de su alimentación".
El cóndor andino está incluido dentro del grupo de las
especies de aves que se caracterizan por su gran tamaño corporal, madurez
sexual tardía, reproducción esporádica en el sentido de condiciones del medio
favorables en clima y oferta de alimento para la cría de polluelos, cuidado parental prolongado y una alta tasa de sobrevivencia de los adultos
en el medio natural (Pianka 1970; Ricklefs, 1973).
La madurez sexual ocurre entre los 8 y 9 años. Se sabe que
son monógamos, lo que quiere decir que forman parejas de por vida.
En otros tiempos, los guardianes de las islas guaneras pensaban que los cóndores se comerían a los pichones y sus huevos. Por eso los mataban de manera constante, hasta casi terminar con ellos. Las festividades indígenas y creencias de los curanderos provocan efectos negativos a la población de los cóndores.
Cuando abundaban los cóndores, se celebraban, en la zona sur andina, las corridas de toros con un cóndor sobre sus lomos. Son conocidas con el nombre de Yawar Fiesta. Y en el Callejón de Huaylas, Región de Ancash, los habitantes asistían al Rachi Cóndor, una fiesta de muerte de los cóndores a puñetazos por embriagados jinetes en caballos enjaezados.
La población estimada de cóndores en el Perú es de sólo 500 ejemplares, según información de un encuentro regional en el que se abordó la crítica situación que atraviesa esta majestuosa ave. La exigua población se concentra entre Cusco y Apurimac.
En general, los cóndores son pasivos ante la presencia humana, posiblemente como respuesta a la no agresión, comportamiento, al parecer natural según observaciones en cóndores silvestres que habitan los alrededores del volcán Chiles, en el Ecuador.