Jorge Zavaleta Alegre. Madrid-Bs.As-Lima.
papeldearbol@gmail.com
El  Perú del siglo XXI
no es la Arcadia  griega, no es  el país imaginario, idílico, creado y
descrito por diversos poetas y artistas de principios del siglo pasado,  donde reina la felicidad, la sencillez y la
paz, poblado por pastores que vive en comunión con la naturaleza, como en la
leyenda del buen salvaje.  Se necesita
retomar la Agricultura Familiar y mejorar las condiciones  de los 
trabajadores de los neo - latifundios. En tres décadas la población del
mundo se va a duplicar. Más alimentos para el futuro inmediato.
Es verdad que ahora tenemos una rica tradición e integral. Desde
la perspectiva de la Universidad Nacional Agraria  La Molina, creada  en 
1901,  como Escuela Nacional de
Agricultura y Veterinaria. Esta casa  se  crea
 durante el gobierno del  Eduardo López de Romaña,  en base a los estudios de una Misión Belga que
llegó al Perú, compuesta por los Ingenieros Jorge Vanderghem, Enrique Van
Hoorde, Víctor Marie y Juan Michel, así como el Médico Veterinario Arturo
Declerck. 
En 1960, la Ley Universitaria 13417 reconoció a la Escuela en
su rango universitario. Ahora, en el año 2015, 
 tiene un programa  con fondos de un consorcio de Universidades
Flamencas para investigación, intercambio de profesores, estudiantes y
fortalecimiento  institucional,
compromiso renovado por  cinco años.
Abarca varios cluster, cada uno  con un
conjunto de siete proyectos, en  los que
participan  grupos amplios de
docentes  de la Universidad La Molina y
otras peruanas.
El Rector de la UNALM,  es Jesús Abel Mejía Marcacuzco,  quien nació en Aucará, Lucanas,  Ayacucho. Su formación se inicia  en el Instituto Nacional Agropecuario N° 79 de
su tierra natal,  y los estudios
superiores en la Universidad que  hoy lidera.
Es magíster en Recursos Hídricos en su Alma Mater, máster en Hidrología de la
Universidad Libre de Bruselas y  doctor
en Ingeniería Hidráulica de la Universidad de Sao Paulo en Brasil. Tres veces
Decano de la Facultad de Ingeniería Agrícola, ha promovido convenios con otras
universidades, gobiernos locales y comunidades campesinas.  Dirigente de diversas instituciones
regionales, ha impulsado centros educativos, de salud y de capacitación técnica
a estudiantes y agricultores de comunidades de extrema pobreza. 

 
Con esta  rica hoja de
vida, que lo identifica con la  realidad
universitaria de su país, explica  que si
en verdad la tradicional cooperación internacional  se va acabando, porque  el Perú ha pasado, según la banca
multilateral, a la “categoría” de país con “renta media alta”,  se tiene que considerar  que la cooperación  debe ser siempre para  proyectos específicos, concretos, salvo la
que fue para las plantaciones de  la
Cooperativa Porcón de Cajamarca,  de
la  cual la UNALM  ejerce la presidencia del  directorio.
-¿Qué  factores han concurrido para que la
cooperación internacional haya facilitado el desarrollo de Porcón, un modelo de
producción forestal, agropecuario, turístico,  
con un alto grado de preparación de sus pobladores  y efectos reconocidos por la  Región de Cajamarca, el país  y 
para  los visitantes?
- La continuidad  de un
proyecto más depende de nosotros. Un fondo de semilla debe  ir creciendo, debe ser sostenible en  el tiempo. Garantizamos que nuestros
proyectos tengan larga duración.
El proyecto de Porcón tuvo el apoyo de una organización
integrada por la UNALM y algunas de las instituciones que conforman ADEFOR. En
el año 1990, esta Universidad, la  Nacional de Cajamarca y la Sociedad Paramonga.
institucionalizan la experiencia de investigación y extensión generada por
CICAFOR, INFOR y las Cooperaciones del Reino de Bélgica y la Comunidad Europea.
La orientación es hacia una forestación comercial o industrial para superar los
niveles de pobreza existentes en el campo, para lo cual constituyen la
Asociación Civil para la Investigación y Desarrollo Forestal: ADEFOR.
Esta organización se ha encargado de dar continuidad con las
plantaciones forestales, un vivero con alta tecnología y control. A la fecha se
tiene más de nueve mil hectáreas  de
producción de  pinos con buenos
resultados en la Región Cajamarca. La política es cortar un árbol, sembrar dos.
Es una organización de tipo cooperativo-comunal,   que llega al mercado con una gama de  productos agroforestales y pecuarios, turismo
ecológico, después  de atender las
necesidades  de su población. Bien es
modelo para ser replicado en otros espacios.
-¿Cajamarca debe ser en
el futuro una comunidad agraria, en tanto la minería a lo largo de su  historia solo ha sembrado olvido, muerte y
marginalidad. Es esta ciudad el Inca Atahualpa fue asesinado por los
conquistadores españoles, previa entrega de oro, llevado de los diferentes
suyos del  Imperio Inca?
-Es un tema controvertido, aunque tratándose de recursos,
todos ellos juegan un rol importante. 
Hay que buscar  un equilibrio en
el uso, porque la sobreexplotación siempre causa daño, inclusive  la minería limpia, con la tecnología, sin
perjudicar  los otros  recursos, es bienvenida. 
Creo que tenemos que entender 
que para eso está la tecnología, la innovación y  la participación de la sociedad civil:
profesionales, los usuarios, empresa privada, el gobierno. Depende de una buena
normatividad, el  buen criterio para
aprovechar  el uso de los recursos
naturales.
-La
universidad-empresa, universidad-negocio, ha creado grandes fortunas e imperios
que se inducen al Congreso y se presentan en gobiernos regionales y locales. La
nueva Ley de la Universidad crea la disposición de fondos para la investigación.  ¿Cuál es el acceso de la Universidad La
Molina a ese  fondo? 
-Con la  Universidad
Agraria La Molina  acabamos de
terminar  el Programa de Fortalecimiento
de la  Calidad Universitaria proyectado  al 
2021, año del bicentenario de la independencia  del reinado de España. Ya hemos tenido una
reunión formal con el Ministro de Educación.
El plan incluye cinco ejes: Calidad de la enseñanza. Calidad
de la investigación. Producción universitaria. Mejorar los procesos administrativos.
Bienestar Universitario.
Se  trata de orientar
el desarrollo en calidad, modernización, competitiva con los estándares internacionales
e impulsar una serie de proyectos para 
cumplir con  resultados. Nos hemos
trazado un plazo de siete años de apoyo técnico, con presupuesto, con
actividades.
-¿Cómo  plasmar los objetivos que se propone esa Ley,
porque casi siempre la norma, en la estructura de un país tradicional, no es
suficiente el aspecto legal?
-Se establece que todos los 
profesores deben tener grado de doctor. ¿Cómo  se va a lograr ese objetivo si cada uno de
los docentes va a realizar esfuerzos independientes, aislados para conseguir
una beca?. Estamos hablando con el Ministerio de Economía y Finanzas el
cómo  debe ser financiada esa  exigencia del Estado para poder  cumplir con la Ley.
-El agro es la oveja
negra del  Estado, como lo es también la
cultura?
-Creo que hay que diferenciar 
la  cultura tradicional de la no
tradicional. Actualmente, está operando la 
agricultura no tradicional con fines de agro exportación. Esa actividad
ha mejorado mucho.
La  agricultura  tradicional está haciendo lo suyo.  Tenemos una agricultura orgánica que
estamos  revalorizando. Por  ejemplo, 
las papas nativas, la quinua, que va abriéndose en el mercado
internacional como productos muy cotizados. Es una agricultura no solo para
garantizar nuestra seguridad alimentaria hacia el 2050, año que la población
del planeta se va a duplicar. En consecuencia 
 duplicar nuestra producción
agraria es un reto.
Tenemos que hacer reingeniería  de  los
espacios para el cultivo de alimentos y también estamos impulsando la
Agricultura  Familiar. Aquí  cada uno tiene que producir sus alimentos. Si
dejamos que otros produzcan  por
nosotros,  creo que no va a ser posible.
Revalorar  la agricultura  familiar que los Incas practicaban, es un
concepto vigente.
-Se ha
reconstituido  el latifundio. No solo con
las grandes extensiones de tierras en manos de pocas empresas sino con la mano
de obra marginal, con ingresos mínimos, sin perspectivas de desarrollo social.
En la teoría del “Otro Sendero”, tan difundida por la banca y la prensa
convencional, solo ha servido para titular la propiedad y  con dinero del Estado, solo en las zonas
fértiles y luego arrebatar  la propiedad  a  miles
de familias campesinas. Un verdadero retroceso histórico, alimentado por  neo senderistas.
-Es un tema quizá político, social, económico.  El hecho que un campesino tenga  sus  hectáreas, lo vemos desde dos perspectivas. Si
lo percibimos  como latifundio, es una
etapa de explotación de la tierra de una forma muy  a la antigua, sin tener  en cuenta las condiciones mínimas  del 
trabajador. En el  caso de los
industriales  que manejan algunos miles
de hectáreas lo hacen con fines de transformación del producto. Esta  forma genera 
muchas posibilidades  de trabajo,
más mano de obra, ingresos económicos para el país.  No se si el término correcto es el
latifundio.
-¿Cuál es su reflexión crítica
de este proceso de reversión? 
-Antes de la Reforma Agraria de los años 70, Casa  Grande (el más grande latifundio que atravesaba
 costa, sierra y ceja de selva) producía  20 mil hectáreas de azúcar. Luego de la RA la
propiedad se atomizó. Lamentablemente el 
minifundio es una agricultura de subsistencia. Creo que es difícil
congregar a todos los minifundistas para generar productos con fines
comerciales.
Todos los enfoques hay que tenerlos en consideración. Una
inversión en tierras ya sea privada o del Estado  para una mejor producción y productividad  sea bienvenida.
La  Universidad  ve esta 
realidad como la necesidad de cerrar 
toda la cadena  productiva, desde
la siembra, la producción,  la
comercialización, la transformación. Imaginase  
la producción  de cajones de
embalaje para los productos de exportación o importación.  Falta 
cerrar  todo un circuito que va
revolucionar la economía del país, en términos agrícolas.
50 AÑOS DE COOPERACION
En esta perspectiva,  el 
embajador de Bélgica,  Michel
Dewez, recuerda  que a lo largo de 50
años, muchas organizaciones se han comprometido con las poblaciones  de los más vulnerables del Perú. Y el Perú de
hoy no es el Perú de 1965.
Esta productiva
relación peruano-belga se traduce en el Convenio de Cooperación Técnica  y Científica por tiempo indefinido,  entre el gobierno  del Perú y el Reino Belga, del  22 de enero de 1965, cuya copia del original
se publica. A fines del año  pasado,
visitó el Perú la princesa Astrid acompañando a una delegación representativa
de   200 empresas.  Poco a poco la economía que se globaliza
demanda términos de equidad.