Jorge
Zavaleta Alegre
Desde
el comienzo de la conquista, en el siglo XVI, la Corona Española buscó
delimitar y controlar el poder de los conquistadores que se repartían el botín
de la guerra, constituido no sólo por el oro y la plata, sino sobre todo por la
tierra de los habitantes nativos.
Los
conquistadores y los pobladores nativos constituían un grupo social sólido. De
esta manera se reprodujo una sociedad caracterizada por una relación
señor-vasallo de honor y aristocracia.
Damos
un salto al Siglo XXI y podemos
constatar el énfasis en la
reducción de la desigualdad dentro de los países y entre ellos como un desafío
central de la Agenda 2030 de los organismos internacionales, ligados a la ONU.
Pero
se constata que es un proceso demasiado
lento, porque la llamada globalización
no ha impulsado el llamado
Desarrollo Sostenible. Los Objetivos de
Desarrollo del Milenio no han tenido el énfasis esperado, a pesar
de los progresos registrados, América Latina sigue siendo la región más
desigual del mundo.
La
llamada “trilogía de la igualdad”,
publicitada por la CEPAL no ha caminado.
La actual pandemia ha descubierto la causa, el origen y el futuro incierto de
las instituciones fundamentales de la Región. Los altos niveles de desigualdad
social persisten en toda América, inclusive desde EEUU hasta la Patagonia.
La
estructura productiva, poco diversificada y altamente heterogénea, los sectores
de baja productividad generan aproximadamente el 50% del empleo. Se reconoce
que la desigualdad es un fenómeno multidimensional. A la
desigualdad del ingreso determinada por la inserción laboral se suman otras,
relacionadas con aspectos políticos, sociales y culturales, y con mecanismos de
discriminación en diversos ámbitos socioeconómicos.
En
los procesos electorales del Perú, por ejemplo, desde 1919 hasta el 2001, se produjeron cambios
en el tipo de sistema, el tipo de votante, la obligatoriedad del voto, el tipo de
lista, la exigencia de cuota de género, el tipo de circunscripción, etc.
La
reforma de distrito nacional único a múltiple, se hizo para buscar una mejor
representación; sin embargo, no estableció como requisito para representar a un
distrito, haber nacido o vivir en él. En la práctica, sólo se requería ser
mayor de 25 años y haber nacido en el Perú. Resultado: 16% de los candidatos y
9% de los electos vivía y votaba en un distrito distinto al que postuló.
Otra
modificación fue la ampliación del tamaño de la cuota de género de 25% a 30% en
las listas de candidatos al Congreso.
La
incorporación del distrito múltiple condujo la contienda electoral a los departamentos,
los resultados fueron variados para las agrupaciones políticas; algunas
tuvieron un respaldo más uniforme a nivel nacional, otras concentraron su
respaldo en determinados departamentos.
Como
resultado de la evolución: los procesos de elecciones generales funcionan bajo
las mismas reglas de los procesos electorales municipales.
¿Cómo
está el sistema electoral peruano en relación a otros países de América Latina?.
La evolución de los sistemas electorales, y por tanto de los procesos electorales,
siguen rumbos distintos en América Latina. El Perú comparte algunas
características de los demás países, como la proporcionalidad. Pero en la
actualidad, los países están modificando sus procesos.
Las
elecciones generales de 2021- 2026 que
acaban de realizarse el 11 de abril presentaron este esquema: Presidente y dos Vicepresidentes
de la República. 130 escaños en el Congreso de la República (66 escaños necesarios
para la mayoría absoluta). 5 puestos representativos en el Parlamento Andino.
La
Demografía electoral: Población: 33 035
342 Habitantes. Inscritos 25 287 9541.
Los congresistas elegidos juramentarán y asumirán funciones a más tardar el 27
de julio de 2021. El presidente
constitucional de la República y sus vicepresidentes electos lo harán el 28 de
julio de 2021, durante la celebración de Fiestas Patrias.
Casi
1 millón de contagiados con el virus y más de 35 mil fallecidos, Perú es el
país con más muertes per cápita por coronavirus del mundo.
En
los últimos 4 años, ha tenido 3
presidentes y los últimos 6 mandatarios se han visto envueltos en escándalos de
corrupción. A pesar de esta inestabilidad y las protestas especialmente de jóvenes, este país ha logrado mantener la democracia
como una sorpresa, “de traspiés en traspiés", como señala un equipo de la BBC y DIARIO16.
RECUADRO:
Resultados
de la ONPE al 11,442% de las actas contabilizadas:
1)Perú
Libre - Pedro Castillo (15,881%). 2) Avanza País - Hernando de Soto (14,478%).
3) Renovación Popular - Rafael López Aliaga (13,131%). 4) Fuerza Popular -
Keiko Fujimori (12,187%). 5) Acción Popular - Yonhy Lescano (8,947%).
6)
Juntos por el Perú - Verónika Mendoza (7,943%). 7) Victoria Nacional - George
Forsyth (6,065%). 8) Alianza para el Progreso
- César Acuña (5,898%). 9) Podemos Perú
- Daniel Urresti (5,590%).10). Partido Morado - Julio Guzmán (2,668%).
11)
PPC - Alberto Beingolea (2,261%). 12) Somos Perú - Daniel Salaverry (1,561%). 13)
Partido Nacionalista - Ollanta Humala (1,162%). 14) Unión por el Perú - José
Vega (0,629%). 15) RUNA - Ciro Gálvez (0,531%). 16) Perú Patria Segura - Rafael
Santos (0,400%). 17) Frente Amplio - Marco Arana (0,388%). 18) Democracia
Directa - Andrés Alcántara (0,349%).
Fueron
18 los candidatos que se inscribieron para participar de un proceso electoral
sin precedentes, debido a la Pandemia de Covid-19.
Cabe
precisar que el artículo 17 de la Ley Orgánica de Elecciones (LOE) establece
que para elegir al presidente y a los vicepresidentes de la República se
requiere haber obtenido más de la mitad de los votos válidos.
El
siguiente artículo de la misma norma refiere que si no se hubiese alcanzado la
votación señalada, se procede a efectuar una elección dentro de los 30 días siguientes
a la proclamación de los cómputos oficiales —realizada por el Jurado Nacional
de Elecciones (JNE)— entre los dos candidatos que tuvieron la votación más
alta.