Papel de Arbol

lunes, 11 de octubre de 2021

LA UNIVERSIDAD NO ES PARA TODOS Jorge Zavaleta Alegre.

 


Cuando en America crecieron las raíces del libre mercado, la Universidad privada se instalo con todas sus virtudes y herramientas para convertir la educación  en un gran negocio privado con el consiguiente descuido y marginalidad de la educación publica.

No son nuevas las irregularidades en una larga lista de  instituciones educativas de gran prestigio. Acaba de conocerse la investigación federal, conocida como Operation Varsity Blues, que ha atrapado a más de 50 padres, entrenadores, administradores de exámenes y otros en un esquema que involucra niños admitidos fraudulentamente como reclutas atléticos en algunas de las universidades más prestigiosas del país, según la agencia  Reuters y el NY Times.

Los acusados ​​son identificados como personas con poder económico y exitosa presencia publica, pero dispuestas a infringir la ley. Y el jurado ha determinado que infringieron la ley para garantizar un lugar de admisión para sus hijos en la escuela de su elección. “Pero el veredicto  prueba que incluso estos acusados no están por encima de la ley”.

La primera investigación  involucró a programas deportivos universitarios en la Universidad del Sur de California, Yale, Stanford, Wake Forest y Georgetown. Muchos otros padres ricos, incluidas algunas celebridades, se han declarado culpables en lugar de arriesgarse en los tribunales.

Uno  de los acusados por la justicia norteamericana acepta haber pagado  $ 1.5 millones en 2018 para que sus hijas gemelas, que eran buenas estudiantes, fueran admitidas en Harvard y Stanford como atletas reclutadas. Y los acusados se enfrentan hasta 20 años de prisión por los cargos más graves, pero los expertos opinan que bajo las pautas de sentencia obtendrían mucho menos.

Este delito no  es exclusivo en norteamerica. Reconocidos economistas explican que  es indispensable estudiar la concentración económica y el poder político en América Latina es indispensable plantear icar el contexto histórico en que se desenvuelven los grupos económicos en la región, identificar el proceso de consolidación a lo largo de su trayectoria. En cada país de América Latina, las corporaciones ejercen su poder.

En la actualidad se constata que “todos los Estados han perdido poder frente a las organizaciones económicas supranacionales”, tesis que obliga a reconocer que los gobiernos nacionales no son los únicos actores que dirigen las políticas públicas, sino que la influencia de estos poderes fácticos es cada día más evidente y cotidiana.


Vivimos tiempos 
económicos en los cuales el sector privado se articula con los Estados para concentrar, incrementar y diversificar sus ramas de produccion. 

En el siglo XXI las corporaciones transnacionales no le deben lealtad, ni se sienten a gusto en ningún país debido a que se  desligan de la territorialidad de un Estado.

“El Estado nación ha sido superado como unidad económica”;  por lo tanto, la fortaleza de las corporaciones no está en el arraigo territorial, sino en su masiva presencia global.

La legitimidad y el poder corporativo global surgen con el apoyo estatal, maduran al consolidar su hegemonía dentro del Estado y finalmente pasan de ser agencias familiares a corporaciones verticales y burocráticas. Todo este proceso consolida un modelo de acumulación y expansión en beneficio de unos pocos capitales que mantienen lazos familiares entre sí y lazos con el poder político del país agencia.

Esta historia es larga en América Latina, ya que se remonta a la época colonial, precediendo a las repúblicas. Los gobernantes asumen las exportaciones primarias como el camino fácil para financiarse, aun cuando una porción considerable de las divisas que generan estos rubros quedan fuera de los países.

Hablar de las raíces históricas de la injusta distribución de la riqueza nos remite al dominio que han ejercido las élites de los países desarrollados.

Este modelo se apuntala en el capital financiero global, sin diversificar –peor aún, sin transformar– las estructuras productivas, todavía afincadas en una modalidad de acumulación primario-exportadora.

Una de las campañas más fuertes en esta línea de derechización de las juventudes ha sido la llamada “Escuela sin partido”; conviene recordar que luego de esta campaña hubo prácticas nefastas y graves como el espionaje de la práctica docente para luego denunciarla. Bajo el lema “Planifique su denuncia”, pide a los alumnos y a sus padres que anoten cuidadosamente o filmen los momentos en los cuales el docente estaría “adoctrinando” a los estudiantes.

También promueven actitudes que llevan a los jóvenes a convertirse en policías de los docentes. Estos procesos,  “forman parte de una inevitable derechización con amplio apoyo social, mediante la cual el linre mercado ha logrado capturar a los Estados de forma sistemática”.

Esta necesaria comprensión de los virajes de la izquierda a la derecha a escala mundial es también asumida para Latinoamérica. Sin embargo, para el caso brasileño, la derechización actual responde a “procesos políticos, donde la conflictividad social alcanzó un límite dado por diversos tipos de acción colectiva” que iban creciendo cada vez que la izquierda se sumergía en la administración del Estado y se alejaba de las calles,  calles que fueron retomadas por la derecha emergente de ese entonces.

Ya se ha producido la desarticulación del movimiento universitario en particular y del social en general, creando un arma de doble con efectos múltiples. Por un lado, aceleró la formación de grupos  en todos los niveles sociales, que demandan cambios en la administración estatal; por otro lado, desató una ola de movilizaciones que la izquierda no logró comprender.

En suma, el trabajo deja en evidencia que a esta nueva derecha no se le puede combatir con argumentos ideológicos, sino en la disputa viva de la vida cotidiana.

 Un reciente estudio de 10 investigadores latinoamericanos evidenció que, durante la pandemia, las universidades privadas de la región enfocaron sus acciones no solo en sus grupos de interés tradicionales, sino que las reorientaron a otros actores estratégicos de la sociedad civil.

• En estainvestigación participaron profesores de la Universidad de Nacional de Ingenieria del Peru, Universidad de Monterrey (México), Universidad Austral (Argentina), Universidad Privada Boliviana (Bolivia) Universidad del Desarrollo (Chile) y la Universidade do Vale do Itajaí (Brasil).

​​​Congregados alrededor del estudio de las instituciones de educación superior (IES), investigadores de América Latina determinaron que algunas universidades de carácter privado de la región están reorientando sus esfuerzos para contribuir con grupos de interés locales, y reestructurando y reasignando recursos para apoyar a sectores industriales e iniciativas junto a la sociedad civil, municipios, gobiernos provinciales y nacionales.

Así lo determinó un reciente análisis sobre los cambios de las universidades en el proceso de adaptación ante los desafíos de la pandemia por covid-19, entre los que se destacan las decisiones de alto nivel en nueva priorización de los grupos de interés  (stakeholders).

 Mientras que tradicionalmente esos grupos han sido los estudiantes y empleados administrativos y académicos, ahora aparecen con mucha fuerza las comunidades locales, tal como indican los 10 investigadores que participaron en el paper, quienes están vinculados a ocho universidades privadas.

"Más que nunca las instituciones de educación superior necesitan ponerse al servicio de los demás grupos de interés. Estas crisis trajeron unos retos muy grandes en todo tipo de organizaciones y en las universidades se reflejan en una gran evolución en las misiones, en sus características y también en el contexto que afecta su existencia", dice Maria Alejandra Gonzalez-Perez, profesora del Departamento de Administración de EAFIT, quien señala que en este momento es muy importante para las universidades hacer un balance entre la competitividad internacional y la relevancia local. 

Las crisis llevan a una repriorizacion de los grupos de interés: Cambios en la evolución de la gobernanza de las universidades privadas de América Latina.

Los desafíos sociales más importantes en una crisis se convierten en una fuerza que motiva cambios en estructuras de gobernanza hacía tener un mayor sentido social en función de cumplir con rol dentro de la sociedad”.

De acuerdo con los investigadores, las ocho universidades latinoamericanas migraron la mayoría de sus programas a plataformas de enseñanza en línea para continuar interactuando con los estudiantes, su grupo de interés más importante. Los resultados respaldaron que las universidades están fuertemente comprometidas con la investigación y el desarrollo, además, que surgieron más posibilidades de contribuir con las necesidades de stakeholders como el sector público y las empresas locales.

Hoy  se evidencia que en la actualidad las compensaciones entre la competitividad internacional y la relevancia local representan un desafío central para este tipo de organizaciones en los países de economías emergentes.

La reorientación de las decisiones de los tomadores con acciones hacia grupos de interés no tradicionales también se asume como una evolución de las universidades. Si bien durante las crisis se considera que las organizaciones dan prioridad a los actores estratégicos que proporcionan recursos críticos para la supervivencia, este estudio encontró que en las crisis contextuales la gestión de las partes interesadas se basa en la responsabilidad social.

La responsabilidad social implica desafíos fundamentales para  las organizaciones, e incorporar  a ciudadanos activos y orientadas al bien común. 
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La Universidad Privada no considero que el modelo  de desarrollo mirado solo a la exportacion  camina al mayor subdesarrollo y  frustracion de los jovenes que hoy atravisan  momentos de mucha confusion y con necesidad  de saber las causas de  la crisis tan profunda y las escasas oportunidades  de una economia  que no  refuerza el pais de origen....