Jorge Zavaleta Alegre
Periodista y licenciado en Ciencias Sociales
El futuro de América
Latina radica en el desarrollo de su
población infantil, empezando por
aquellos que habitan en los pueblos más
remotos. El libre mercado, por sí solo, no ha
estimulado suficientes acciones ni presupuestos de los Estados ni del
sector privado para atender crecientes necesidades de la infancia y
adolescencia, señalan instituciones
especializadas.
Sin embargo, hay
respuestas y ejemplos encomiables. Esta semana zarpará, por primera vez en la
Amazonía, una nave de la Marina peruana (en tanto se terminan de construir doce
embarcaciones)
para trasladar sistemáticamente los servicios de los ministerios sociales y de
producción a las comunidades nativas.
Según información
oficial, es un plan nacional por la niñez y la adolescencia, cuyo horizonte es llegar
al bicentenario de la República con mejores indicadores de desarrollo humano y
valoraciones en educación y conservación de la cultura.
Desde Buenos Aires, se informa
que Cuba es el mejor país de América Latina para la maternidad y el trigésimo
tercero del mundo. La fuente es "Save the Children", con sede en
Londres, organización que promueve los
derechos de la niñez. A la cabeza de esta lista de 176 países, figura Finlandia, y los 10 últimos puestos los ocupan países del
África subsahariana.
Cuba, aparece en el puesto 33. EEUU (30) debido a
que tiene un alto riesgo bastante alto
de muerte materna. Argentina
(36), Costa Rica (41), México (49) y Chile (51). Honduras ocupa el 111,
Paraguay (114) y Guatemala (128), mientras Haití se clasifica en el 164.
Una tercera referencia
reciente es que España aprobó su II Plan Nacional de Infancia, después de más
de dos años de preparación y contiene
ocho objetivos y más de un centenar de medidas destinadas a garantizar y
promover los derechos de los niños y el bienestar infantil, con una estimación
presupuestaria de 5.159 millones de euros hasta el 2016.
Es el plan es "el
más ambicioso de la democracia". Entre los objetivos figuran la seguridad
en el uso de las nuevas tecnologías. Se elevará la edad para contraer
matrimonio de 14 a 16 años que en la
actualidad se sitúa en 18 años. En
cuanto a la edad del consentimiento sexual, fijada en 13 años --la más baja de
los países del entorno--, se elevará con el fin de evitar los abusos a menores
y luchar de forma más eficaz contra la pederastia.
Se pretende que ningún
menor de tres años en situación de desamparo tenga que pasar por un centro
residencial, sino que se integre en una familia y así contrarrestar el hecho de
que 35.000 niños en España están bajo tutela o guarda cuando muchas familias
quieren adoptar.
El concurso de los
medios de comunicación es vital para toda sociedad. El Plan de España contempla
potenciar los sistemas de filtrado y la introducción de nuevos tipos delictivos
en el Código Penal como 'ciberacoso', 'ciberbullyng' o 'childgrooming', crianza
ilícita de niños por adultos.