Jorge Zavaleta Alegre. C16, Argenpress, El Mercurio.
Amalia Cornejo. Directora de la Revista Cultural Voces de
Lima.
El 9 de Marzo de 1993, el Señor de  Sipán y sus bienes culturales, restaurados en
Alemania,  fueron  recibidos en Perú con honores de Jefe de
Estado en el Palacio de Gobierno de Lima. El 
Señor de Sipán, es comparado con el hallazgo  de Tutankhamón, faraón de la dinastía XVIII
de Egipto.
Las Tumbas Reales de Sipán, 
representan a la cultura Moche que 
se extiende desde  Piura  en el norte hasta Huarmey en el sur,  unos 600 Km. 
“donde una sociedad   basada en la
organización de pequeños reinos o señoríos locales, garantizó la existencia de
colosales templos, pirámides, palacios, fortificaciones, sofisticadas
obras  hidráulicas,  cementerios que testimonian su alto
desarrollo artístico, tecnológico y compleja organización”
Los restos del Señor de Sipán expresan  1700 años de historia. Es el hallazgo de mayor
valor que ha permitido desentrañar   el  modo
de vida de los Mochicas, una de las grandes culturas del Perú Preinca. 
Volviendo al  Viejo Señor
de Sipán a su lugar de origen   debería ser reconocido y saludado por su
homólogo contemporáneo. Para ello, con el 
 respaldo de los pobladores de
Lambayeque, a 700 km. al norte de Lima, se había imaginado un programa especial.
El director del Museo Tumbes Reales de Sipán y del Museo de
Sitio, arqueólogo Walter Alba -  desde un
concurrido foro  sobre  Historia del Arte  Peruano promovido por  la 
Biblioteca Nacional - recuerda que el entonces canciller de la República
cuestionó  la recepción del líder
preinca, aduciendo que era indispensable  cumplir el rígido protocolo,  y que no ameritaba tanto esfuerzo  tratándose de un indio…. no ungido por ninguna
elección. 
¿Si se tratara del retorno de un Virrey, cuál sería el
protocolo?, fue la réplica que no se dejó esperar.
Ante la falta  de
argumentos, y al haber sido descubierto el enfermizo racismo, el Ministro de
Relaciones Exteriores, optó por llevar adelante  la bienvenida oficial, que a  su entender no tendría la oposición del  presidente de entonces, un ciudadano de
origen japonés. 
La escolta de las Fuerzas Armadas,  acompañó 
el saludo de las autoridades  al
Señor de Sipán. Después de cruzar la alfombra roja del aeropuerto internacional
del Callao,  se  repitió la ceremonia en el  patio de ingreso  a la Casa  Pizarro,  sede  de 
gobernantes elegidos y  también de
golpistas. 
Los comentarios, cargados de ironía y racismo,  enmudecieron cuando dos semanas  después, el 24 de Marzo,  el pueblo de Chiclayo, se volcó a las calles
para recibir los restos de su gobernante Mochica. El Gobierno Regional  de Lambayeque,  declaró  el 20 de Julio de cada año Día del
Descubrimiento de la Tumba Real del Señor de Sipán.
Los  esfuerzos  arqueológicos 
para salvar  el monumento Mochica
de  manos de los  “huaqueros” - profanadores de tumbas - han  permitido construir  pacientemente una nueva  cultura, de respecto a la historia
precolombina. 
El descubrimiento de la Tumba del Señor de Sipán, en 1987,
y  de otras quince tumbas;  la localización de un depósito de ofrendas
con 1137 vasijas,  adornos y osamentas y
otros enseres, marcaron un nuevo hito en  la arqueología peruana.
Luego vino  la organización  civil del Grupo de Protección Arqueológica,
la promulgación  de  EEUU de la ley de emergencia  para evitar 
el ingreso a su territorio de bienes culturales de Sipán. A continuación
el Congreso de la República aprobó la Ley 
26282.  
Todo ello  es  parte 
de un Proyecto Arqueológico de Desarrollo de largo aliento.  Un 
grupo de arqueólogos sigue trabajando con mística y coraje, pero
con   evidente sequía de recursos públicos y una
disminuida   cooperación internacional
como la  de Alemania, España, Suiza  e 
Italia. 
Con la exposición itinerante 
por los  museos de EU como el
Fowler de Historia Cultural  en Los
Angeles, de Bellas Artes de Houston, de Historia Natural de New York,  Instituto de Are de Detroit, Institución  Smithsoniana de Washington, Sipán ha
consolidado su imagen internacional. 
Si se suma las visitas de un público diverso,  más los registrados en la región Mochica,  llegan a cinco millones  (5 000 000) de personas que  han tomado contacto con  la Cultura Lambayeque,  en el contexto de una América precolombina.      
El Museo  de Sipán y el
Museo de Sitio, al 2015, nos muestra el legado cultural del Perú, que se suma a
la maravilla  arquitectónica de  Machu Picchu. Las  divinidades, hombres, animales y plantas y
escenas  representadas con imágenes
escultóricas o vasijas decoradas a pincel, permiten la identificación de las
creaciones Mochica.
Esta es una realidad ratificada  por 
estudios de Max Uhle y Julio César Tello y por aquellos migrantes
sicilianos y de otras latitudes, que al apoderarse de grandes extensiones de
tierra para sembrar cultivos de exportación, descubrieron la gran riqueza  arqueológica. Pues las pandillas de
aventureros alentaron y participaron en el huaqueo. Ahora sus  herederos, dada la fragilidad de un  Estado republicano,  usufructúan la renta del  turismo por mostrar  valiosas colecciones en sus  museos privados.
El Museo de las Tumbas Reales de Sipán  marca, en materia de arqueología, un antes y
un después  de Sipán. “Uno de los
aspectos más importantes, aparte de los beneficios económicos, Lambayeque, con
su capital Chiclayo,  es ahora  uno de los primeros destinos turísticos. Antes
lo eran Trujillo y Cajamarca. 
Otro logro es la identidad 
lambayecana. La gente vivía con la leyenda del Naylamp, uno de los
lugares más saqueados y depredados, empezando por Batán Grande donde casi se
concentra todo los objetos de oro de la zona.
Para los arqueólogos, el descubrimiento de  la Tumba del Señor de Sipán  es el descubrimiento  de un personaje. Es la dimensión humana. Es
el impacto que ha tenido en la comunidad. Es un eslabón  entre 
lo preinca y el virreinato, el enlace entre pasado y el presente.
UN MODELO DE GESTION
Sipán es un Proyecto de 
Desarrollo Continuado, una arqueología de largo aliento, que involucra
comunidades, distritos, provincias, regiones, Al principio no fue grato, porque
la gente estaba acostumbrada a huaquear, a tal punto que afirmaba que el mérito
de lo  avanzado no es de los arqueólogos
sino de los huaqueros.
Sipán es un producto cultural que ha motivado el interés de
los principales medios de comunicación, que consideran al Museo como  uno de los 10 más importantes del mundo.
Entre la producción cinematográfica, destaca el 
filme de Novoa, estrenado en Perú y la Casa de América en Madrid.  En este documental participaron   actores peruanos como Reynaldo Arenas, Mónica
Sánchez y 300 extras. También    la
recreación de una pirámide. Pronto será inaugurado el Paseo Cultural, que a lo
largo de un kilómetro y medio se muestra  la cultura Lambayeque. 
La idea es multiplicar los productos culturales para
ponerlos  a disposición de las escuelas y
colegios, para que los niños y jóvenes encuentren fuentes de conocimiento sobre
el Perú.  Se necesita Museos Dinámicos.
Este ejemplo es parte, sin duda, de un indispensable  retorno a la educación del arte, la historia,
las humanidades, como parte de la formación integral y con participación
multidisciplinaria,  incidiendo en los
valores  de nuestras  regiones, inmerso en el conocimiento del
mundo. 
La experiencia de Sipán 
debe ser replicada en otras ciudades, como las puestas en valor de los
hallazgos de la Señora de  Cao, las
Huacas del  Sol y de la Luna, en la
provincia de  Trujillo. Otras ciudades
del país están muy ligadas al pasado colonial.
Definitivamente,  el
Estado  no debe postergar más su
responsabilidad de invertir en investigación arqueológica. La cooperación  internacional,  que se ha alejado porque el Perú ha sido
declarado por las  multilaterales como
país de renta media alta, no afecta  al
país en tanto  cuenta con reservas por
más de  60 mil millones de dólares. El
país tiene dinero, goza de solvencia. Menos del 1% de su presupuesto anual se
dispone a la cultura. “El Perú tiene  el
futuro en su pasado”.
GRUPO DE PROTECCION
ARQUEOLÓGICA
Walter Alva -Contumazá, Cajamarca, 28 de junio del 1951-
graduado en la Universidad Nacional de Trujillo, ejercía el cargo de director
del Museo Brünning de Lambayeque, cuando 
fue alertado por la policía del saqueo de una tumba moche en la
localidad de Sipán.
Este aviso fue el punto de partida para crear GRUPA,  una organización civil que ha recibido el
respaldo de diferentes latitudes. Es una especie de rondas campesinas que  visitaba a las comunidades para dialogar  sobre la necesidad de proteger el patrimonio.
Emprender labores de arqueología de rescate implicó un esfuerzo
especial del equipo compuesto, entre otros, por los arqueólogos Luis Chero
Zurita y Susana Meneses.
Susana Meneses(+),  esposa de Walter Alva,  arriesgó su vida al proyecto Sipán, tarea que han continuado sus
dos hijos, igualmente arqueólogos. Reconocida por su especial capacidad de  comunicarse  con los pobladores,  logró articular esfuerzos para proteger  lo que quedaba de la tumba  del Señor de Sipán y rechazar,   con el conocimiento, la razón y la pasión,  las peligrosas voces  de huaqueros y de la prensa amarilla. 
La Zona de Batán Grande, 
depositario  de un tesoro de oro y
plata, muy cerca a Sipán, fue  
violentado por bandas que 
operaban al margen de la ley y en algunos casos con la indiferencia  de las autoridades de instituciones
públicas.
La labor de los GRUPA permitió encontrar evidencias  de una riqueza inusual en los entierros moche.
Aquello que empezó como una campaña de arqueología de rescate  se convirtió en un proyecto arqueológico
permanente.  El milagro de la arqueología
comprometida con el Perú permitió los hallazgos de las tumbas intactas de dos
reyes moche, (conocidos "El Señor de Sipán" y "El viejo Señor de
Sipán") enterrados con sendos acompañantes, punto de partida para empezar
a innovar las   facultades y escuelas
universitarias de ciencias humanas.   
jorgez@telefonica.net.pe


 
 


