https://www.nytimes.com/es/article/libros-gabriel-garcia-marquez.html
https://www.panoramical.eu/america-latina-y-caribe/100-anos-soledad-jorge-zavaleta-alegre/
Lo imprescindible de Gabriel García Marquez
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Credit...P.W. Hamilton/Associated Press
El
novelista colombiano mezcló la ficción con la realidad para captar la inmensa
realidad de Por Miguel Salazar
·
7 de abril de 2023
Según sus padres,
Gabito llegó a este mundo cubierto de aceite de hígado de bacalao, con dos
cerebros y la memoria de un elefante. Nació en Aracataca, Colombia, en 1927,
aunque siempre insistió que fue en 1928, como un guiño a la historia
colombiana: ese fue el año de la terrible masacre cometida contra varios
trabajadores de las plantaciones de banano en su amada costa caribeña. Ese episodio,
dijo alguna vez, quizás fue su primer recuerdo.
Así empieza la
mitología de Gabriel García Márquez, el mago del realismo mágico, un premio Nobel que combinó la verdad con la
ficción para abarcar la inmensa realidad de la vida en América Latina. La
vastedad de sus trabajos era igual de universal. Su obra —al menos 24 libros,
incluyendo novelas, recopilaciones de cuentos y piezas de no ficción— abarca
casi todos los generos, desde potentes novelas policiales, así como romances
hasta comentarios políticos y ficción histórica. Si estás vivo, en sus libros
hay algo para ti.
Sin embargo, la
atracción principal es su ficción. En un artículo publicado después de su
muerte, la crítica de The New York Times, Michiko Kakutani, describió el universo de García Márquez como “un sueño febril donde el amor, el
sufrimiento y la redención giran sin parar alrededor de sí mismos en una cinta
de Moebius”. Al describir la condición humana como si fuera un evangelio,
García Márquez destilaba sabiduría cósmica en una sola línea con un movimiento
rápido de su muñeca. Casi toda su ficción tuvo raíces en su experiencia
personal —a su madre le gustaba recalcar que estaba escrita en código y ella
tenía la llave— y extrajo temas recurrentes de su obsesión por el amor, la
memoria, el poder absoluto y la búsqueda de una identidad colectiva.
Su vida no estuvo
libre de controversias. Su amistad con Fidel Castro desencadenó
la ira del FBI y facciones
de la izquierda desconfiaron de sus intenciones. Para la década de los noventa, García
Márquez ya no estaba a salvo en su propio país, y recorría las calles de
Colombia en un Lancia
Thema con ventanas blindadas y un chasis a prueba de
bombas. Eventualmente se fue a la Ciudad de México, donde murió en 2014.
Sin embargo, sigue
siendo una presencia gigantesca en la literatura latinoamericana, sirviendo
como una prueba de fuego en la región: las nuevas generaciones de escritores le
rinden homenaje o se rebelan contra su influencia. Sus libros se venden tan
bien que incluso las copias piratas siguen circulando ampliamente, difundiendo
su característico ingenio y humor, irónico y terrenal, con márgenes desiguales
y textos emborronados.
¿Estás listo? Es
hora de entrar al laberinto.
Su mayor obra
Respeto tu
ambición. Gabo también lo haría. Solo hay una respuesta correcta y es Cien años
de soledad (1967). El autor siempre tuvo grandes
planes para esa novela que toca los temas principales que desarrollaría en el
resto de su obra. Es una historia de su ciudad natal, en la costa colombiana, y
del Caribe, donde los españoles fueron derrotados por primera vez y donde empezó
el proyecto de Latinoamérica. Es Gabriel García Márquez en su esencia.
La novela cuenta
la historia de la mítica familia Buendía, liderada por José Arcadio Buendía, y
del pueblo de Macondo, una alegoría al lugar de nacimiento de García Márquez y
a Latinoamérica en general. El libro, publicado en vísperas de una época de
terror y represión en América del Sur, es una parábola inequívoca del
imperialismo: tiene catástrofes naturales, guerras civiles y plagas de
insomnio. Macondo sobrevive a un desastre tras otro —incluida una versión
ficcionalizada de la masacre de las bananeras en 1928— hasta que el poblado
finalmente es arrasado por un huracán, como lo profetizaba un manuscrito
descifrado por el último descendiente de los Buendía.
A García Márquez
le tomó 18 meses escribir Cien años de soledad, pero pasó casi dos décadas rumiando la historia en su cabeza. Mientras
leía las pruebas de su novela La hojarasca, una aproximación temprana a Macondo y sus personajes, le dijo a su
hermano: “Esto es bueno, pero yo voy a escribir una vaina que se va a leer más
que El Quijote”. No estaba tan
equivocado.
Soy un romántico
perdido
Es la década de
los treinta. Han pasado cincuenta y un años, nueve meses y cuatro días desde
que el amor de su vida, la bella Fermina Daza, lo rechazó por un doctor
adinerado. Pero cuando su rival, Juvenal Urbino, muere de una súbita y absurda
manera (tratando de perseguir a un loro en un árbol de mango), Florentino
vuelve a retomar su pasión.
Así empieza El amor en
los tiempos del cólera (1985), una
novela en la que, como el novelista Thomas Pynchon escribió en su reseña para El Times, “el voto eterno del corazón se enfrenta con los
términos limitados del mundo”. Nos trasladamos a fines del siglo XIX, al
comienzo de un brote de cólera que invadirá esta ciudad caribeña ficticia
durante el próximo medio siglo. En el camino, somos testigos del cortejo y el
amor floreciente entre Florentino y Fermina, que se desenvuelve a través de
cartas y telegramas, hasta que el padre de ella lo finaliza abruptamente al comprometerla
con el irresistible doctor Juvenal Urbino. Como un poeta condenado a la
búsqueda eterna del amor, Florentino espera su momento, mientras trabaja como
operador de telégrafo y se enreda en 622 “amores continuados” mientras reserva
su fidelidad para su único y verdadero amor.
García Márquez se
inspiró en su hogar. Su padre, Gabriel Eligio García, era un seductor experto
con fluidez en poesía y canciones de amor, que cortejó a Luisa Santiaga durante
su tiempo libre en la oficina pública de telégrafos, para gran molestia de su
familia. Es como si García Márquez le diera la vuelta a la historia de sus
padres en su cabeza y simplemente la contara desde allí.
Deja tu teléfono y
lee estas historias ágiles y potentes. Después puedes enfocarte en mejorar tu
capacidad de atención.
La selección
de Doce cuentos peregrinos (1992) sirve como una sala de juegos y una especie de apéndice de la
obra de García Márquez. Una clarividente usurpa lentamente la propiedad de una
distinguida familia vienesa vendiéndoles los sueños que ella les interpreta.
Una pareja caribeña pobre se apiada de su depuesto presidente cuando lo
encuentran viviendo en la miseria y el exilio en París. Una mujer es admitida
por error en un sanatorio cuando su auto se avería en el desierto de Los Monegros,
en España, y su esposo, un mago en apuros, la abandona allí en represalia por
una infidelidad imaginaria. Hay bromas astrológicas e insultos brutales: tener
un Sol en Piscis o un signo ascendente no es excusa para la estupidez, se nos
dice; en Nápoles, hasta Dios se va de vacaciones en agosto; y un grupo de
turistas ingleses se describe como “uno solo muchas veces repetido en una
galería de espejos”.
Todos estos
relatos siguen a latinoamericanos en Europa, animados por la preocupación de
García Márquez por la historia, la identidad y el destino de su región.
Creo que podría tener una maldición
¿Te sientes perdido?
¿Tu vida está en ruinas? Puedes leer El general
en su laberinto (1989), un relato de ficción
sobre Simón Bolívar, el político y revolucionario conocido como el “Libertador”
de Sudamérica. Bolívar, debilitado por la enfermedad y rechazado por el gobierno
que ayudó a crear, se embarca en un último viaje por el río Magdalena, donde
hace un balance de su vida mientras vuelve a visitar los campos de batalla de
las glorias pasadas y las traiciones. La corona española ha sido vencida, pero
la Sudamérica unificada que anhelaba se dividía por intrigas y celos,
asesinatos y golpes de Estado.
“El destino de la
idea bolivariana de la integración parece cada vez más sembrado de dudas, salvo
en las artes y las letras”, recalcó García Márquez en un discurso de 1995. Esta
novela histórica es un lamento por el pasado de su continente a través de los
ojos de su primer soñador desilusionado. El epígrafe del libro, tomado de una
carta del Libertador de 1823, lo resume así: “Parece que el demonio dirige las
cosas de mi vida”.
Me encanta el chisme
Todos en el pueblo
de Sucre sabían que Santiago Nasar, el protagonista de Crónica de
una muerte anunciada (1981), iba a ser
asesinado en la mañana de la llegada del obispo, excepto el propio Nasar. Sus
asesinos, los gemelos Vicario, se lo habían dicho a todo el mundo y afirmaban
que lo iban a matar por arruinar el matrimonio de su hermana con un hombre de
dinero. Veinte años después, el narrador, un sucedáneo del propio García
Márquez, regresa a su ciudad natal para reconstruir el asesinato. Entrevista
tras entrevista, lo que al principio parece ser un misterio se convierte en una
historia de clase, intriga y movilidad social en un pueblo pequeño que
finalmente acusa a toda la comunidad.
¿Qué es lo más raro que escribió?
Hay muchas
posibles respuestas para esta pregunta. Mi favorita, sin embargo, es Memoria de
mis putas tristes (2004), su
última novela.
Para marcar el
comienzo de su cumpleaños noventa, un hombre hace una visita de rutina a su
burdel favorito, pero con una petición especial: quiere celebrar el hito con
una virgen. Para eso, elige a una niña de 14 años. La diferencia de edad es
ciertamente desconcertante —“No me importa cambiar pañales”, bromea con la
madam— y probablemente única en las novelas de García Márquez. Sin embargo, en
vez de consumar la transacción, la niña se derrumba en la cama, exhausta por
cuidar a sus hermanos y trabajar en una fábrica de botones. Se enamora de la
noche a la mañana y se despierta con una revelación trascendental: la vida no
es efímera como el río siempre cambiante de Heráclito, “sino una ocasión única
de voltearse en la parrilla y seguir asándose del otro costado por noventa años
más”. La naturaleza mojigata y cíclica de la vida, representada aquí una última
y excitada vez por García Márquez.
Cuéntame más de su trabajo de no ficción
García Márquez se
fogueó trabajando en salas de redacción en todo el continente americano y como
corresponsal en Europa, Estados Unidos y otros lugares. Publicó libros notables
de no ficción, incluido un relato de suspenso de una serie de secuestros en la
era de Pablo Escobar en Colombia, pero El
escándalo del siglo (2019), una
colección póstuma de sus artículos publicados entre 1950 y 1984, ofrece una
muestra más diversa de su obra. La antología —no todas las piezas son
estrictamente de no ficción— abarcan desde los primeros despachos que hizo para
varios medios cuando tenía 20 años hasta las columnas que escribió para El País
cuando era un novelista de éxito. La antología incluye un colorido informe
sobre la idolatría en el pueblo de La Sierpe en la Colombia rural, una crónica
surrealista de una sequía en Caracas, y su breve y espontáneo encuentro con
Ernest Hemingway cuando tenía 28 años y vivía en París.
Quiero explorar los rincones de su mente
¿Listo para
sumergirte en su mente? García Márquez escribió una autobiografía de sus
primeros años, y Gerald Martin también compiló una biografía ejemplar en 2008.
Pero si lees detenidamente, El otoño del patriarca (1975), un paisaje onírico de un tirano novelesco, verás que funciona
como una biografía alternativa, aunque más metafísica.
Lo que le falta a
la novela en la trama lo compensa con detalles grotescos y despiadados,
narrando la historia de un dictador anciano que aterroriza a un país caribeño
anónimo. Un amigo sospechoso de traición es asado y servido en un banquete. Los
miembros del círculo íntimo del dictador son ametrallados después de que finge
su propia muerte. En un momento, le vende el mar Caribe a los Estados Unidos,
que lo reparte y lo envía poco a poco a Arizona. Todo lo que queda atrás es un
cráter gigante.
García Márquez se
refirió a este libro como un “poema sobre la soledad del poder” y también lo
calificó como su mejor novela. Es amorfa, decadente, lírica, y se inspira en
una multitud de innumerables dictadores de América Latina y más allá. Es
posible que también haya liberado algunos de sus demonios personales. “Soy el
patriarca”, le dijo una vez a Martin. “Si no entiendes eso… ¿cómo vas a ser mi
biógrafo?”.
https://www.nytimes.com/es/article/libros-gabriel-garcia-marquez.html
El novelista colombiano mezcló la ficción con la realidad para captar la inmensa realidad de América Latina. Aunque nunca hayas visto a un sacerdote levitar, una alfombra volar o un hilo de sangre en movimiento, en sus libros hay algo para ti.
Credit...P.W. Hamilton/Associated Press
Por Miguel Salazar
7 de abril de 2023
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Según sus padres, Gabito llegó a este mundo cubierto de aceite de hígado de bacalao, con dos cerebros y la memoria de un elefante.
Nació en Aracataca, Colombia, en 1927, aunque siempre insistió que fue en 1928, como un guiño a la historia colombiana: ese fue el año de la terrible masacre cometida contra varios trabajadores de las plantaciones de banano en su amada costa caribeña. Ese episodio, dijo alguna vez, quizás fue su primer recuerdo.
Así empieza la mitología de Gabriel García Márquez, el mago del realismo mágico, un premio Nobel que combinó la verdad con la ficción para abarcar la inmensa realidad de la vida en América Latina.
La vastedad de sus trabajos era igual de universal. Su obra —al menos 24 libros, incluyendo novelas, recopilaciones de cuentos y piezas de no ficción— abarca casi todos los generos, desde potentes novelas policiales, así como romances hasta comentarios políticos y ficción histórica. Si estás vivo, en sus libros hay algo para ti.
Sin embargo, la atracción principal es su ficción. En un artículo publicado después de su muerte, la crítica de The New York Times, Michiko Kakutani, describió el universo de García Márquez como “un sueño febril donde el amor, el sufrimiento y la redención giran sin parar alrededor de sí mismos en una cinta de Moebius”.
Al describir la condición humana como si fuera un evangelio, García Márquez destilaba sabiduría cósmica en una sola línea con un movimiento rápido de su muñeca. Casi toda su ficción tuvo raíces en su experiencia personal —a su madre le gustaba recalcar que estaba escrita en código y ella tenía la llave— y extrajo temas recurrentes de su obsesión por el amor, la memoria, el poder absoluto y la búsqueda de una identidad colectiva.
Eventualmente se fue a la Ciudad de México, donde murió en 2014.
Sin embargo, sigue siendo una presencia gigantesca en la literatura latinoamericana, sirviendo como una prueba de fuego en la región: las nuevas generaciones de escritores le rinden homenaje o se rebelan contra su influencia. Sus libros se venden tan bien que incluso las copias piratas siguen circulando ampliamente, difundiendo su característico ingenio y humor, irónico y terrenal, con márgenes desiguales y textos emborronados
¿Estás listo? Es hora de entrar al laberinto.
Respeto tu ambición. Gabo también lo haría. Solo hay una respuesta correcta y es Cien años de soledad (1967). El autor siempre tuvo grandes planes para esa novela que toca los temas principales que desarrollaría en el resto de su obra. Es una historia de su ciudad natal, en la costa colombiana, y del Caribe, donde los españoles fueron derrotados por primera vez y donde empezó el proyecto de Latinoamérica.
Es Gabriel García Márquez en su esencia.
La novela cuenta la historia de la mítica familia Buendía, liderada por José Arcadio Buendía, y del pueblo de Macondo, una alegoría al lugar de nacimiento de García Márquez y a Latinoamérica en general. El libro, publicado en vísperas de una época de terror y represión en América del Sur, es una parábola inequívoca del imperialismo: tiene catástrofes naturales, guerras civiles y plagas de insomnio. Macondo sobrevive a un desastre tras otro —incluida una versión ficcionalizada de la masacre de las bananeras en 1928— hasta que el poblado finalmente es arrasado por un huracán, como lo profetizaba un manuscrito descifrado por el último descendiente de los Buendía.
A García Márquez le tomó 18 meses escribir Cien años de soledad, pero pasó casi dos décadas rumiando la historia en su cabeza. Mientras leía las pruebas de su novela La hojarasca, una aproximación temprana a Macondo y sus personajes, le dijo a su hermano: “Esto es bueno, pero yo voy a escribir una vaina que se va a leer más que El Quijote”. No estaba tan equivocado.
La carátula de “El amor en los tiempos del cólera” con el sello de Penguin Ediciones. Florentino Ariza también.
Es la década de los treinta. Han pasado cincuenta y un años, nueve meses y cuatro días desde que el amor de su vida, la bella Fermina Daza, lo rechazó por un doctor adinerado. Pero cuando su rival, Juvenal Urbino, muere de una súbita y absurda manera (tratando de perseguir a un loro en un árbol de mango), Florentino vuelve a retomar su pasión.
Así empieza El amor en los tiempos del cólera (1985), una novela en la que, como el novelista Thomas Pynchon escribió en su reseña para El Times, “el voto eterno del corazón se enfrenta con los términos limitados del mundo”. Nos trasladamos a fines del siglo XIX, al comienzo de un brote de cólera que invadirá esta ciudad caribeña ficticia durante el próximo medio siglo. En el camino, somos testigos del cortejo y el amor floreciente entre Florentino y Fermina, que se desenvuelve a través de cartas y telegramas, hasta que el padre de ella lo finaliza abruptamente al comprometerla con el irresistible doctor Juvenal Urbino. Como un poeta condenado a la búsqueda eterna del amor, Florentino espera su momento, mientras trabaja como operador de telégrafo y se enreda en 622 “amores continuados” mientras reserva su fidelidad para su único y verdadero amor.
García Márquez se inspiró en su hogar.
Su padre, Gabriel Eligio García, era un seductor experto con fluidez en poesía y canciones de amor, que cortejó a Luisa Santiaga durante su tiempo libre en la oficina pública de telégrafos, para gran molestia de su familia. Es como si García Márquez le diera la vuelta a la historia de sus padres en su cabeza y simplemente la contara desde allí.
Portada de “Doce cuentos peregrinos”. El fondo es verde con una carta de corazones y tréboles salpicada de negro. Aparece el sello de Literatura Random House
Deja tu teléfono y lee estas historias ágiles y potentes. Después puedes enfocarte en mejorar tu capacidad de atención.
La selección de Doce cuentos peregrinos (1992) sirve como una sala de juegos y una especie de apéndice de la obra de García Márquez. Una clarividente usurpa lentamente la propiedad de una distinguida familia vienesa vendiéndoles los sueños que ella les interpreta. Una pareja caribeña pobre se apiada de su depuesto presidente cuando lo encuentran viviendo en la miseria y el exilio en París. Una mujer es admitida por error en un sanatorio cuando su auto se avería en el desierto de Los Monegros, en España, y su esposo, un mago en apuros, la abandona allí en represalia por una infidelidad imaginaria. Hay bromas astrológicas e insultos brutales: tener un Sol en Piscis o un signo ascendente no es excusa para la estupidez, se nos dice; en Nápoles, hasta Dios se va de vacaciones en agosto; y un grupo de turistas ingleses se describe como “uno solo muchas veces repetido en una galería de espejos”.
Todos estos relatos siguen a latinoamericanos en Europa, animados por la preocupación de García Márquez por la historia, la identidad y el destino de su región.
Carátula de “El general en su laberinto”. El nombre de Gabriel García Márquez aparece de forma destacada sobre un bloque morado, con la leyenda “Ganador del Premio Nobel”.
¿Te sientes perdido? ¿Tu vida está en ruinas? Puedes leer El general en su laberinto (1989), un relato de ficción sobre Simón Bolívar, el político y revolucionario conocido como el “Libertador” de Sudamérica. Bolívar, debilitado por la enfermedad y rechazado por el gobierno que ayudó a crear, se embarca en un último viaje por el río Magdalena, donde hace un balance de su vida mientras vuelve a visitar los campos de batalla de las glorias pasadas y las traiciones.
La corona española ha sido vencida, pero la Sudamérica unificada que anhelaba se dividía por intrigas y celos, asesinatos y golpes de Estado.
“El destino de la idea bolivariana de la integración parece cada vez más sembrado de dudas, salvo en las artes y las letras”, recalcó García Márquez en un discurso de 1995. Esta novela histórica es un lamento por el pasado de su continente a través de los ojos de su primer soñador desilusionado. El epígrafe del libro, tomado de una carta del Libertador de 1823, lo resume así: “Parece que el demonio dirige las cosas de mi vida”.
Portada de “Crónica de una muerte anunciada”, edición escolar de Debolsillo. Todos en el pueblo de Sucre sabían que Santiago Nasar, el protagonista de Crónica de una muerte anunciada (1981), iba a ser asesinado en la mañana de la llegada del obispo, excepto el propio Nasar. Sus asesinos, los gemelos Vicario, se lo habían dicho a todo el mundo y afirmaban que lo iban a matar por arruinar el matrimonio de su hermana con un hombre de dinero. Veinte años después, el narrador, un sucedáneo del propio García Márquez, regresa a su ciudad natal para reconstruir el asesinato. Entrevista tras entrevista, lo que al principio parece ser un misterio se convierte en una historia de clase, intriga y movilidad social en un pueblo pequeño que finalmente acusa a toda la comunidad.
Portada de “Memoria de mis putas tristes” de Mondadori. Aparece un hombre canoso de espaldas vestido de guayabera y pantalón blancos.
Hay muchas posibles respuestas para esta pregunta. Mi favorita, sin embargo, es Memoria de mis putas tristes (2004), su última novela.
Para marcar el comienzo de su cumpleaños noventa, un hombre hace una visita de rutina a su burdel favorito, pero con una petición especial: quiere celebrar el hito con una virgen. Para eso, elige a una niña de 14 años. La diferencia de edad es ciertamente desconcertante —“No me importa cambiar pañales”, bromea con la madam— y probablemente única en las novelas de García Márquez. Sin embargo, en vez de consumar la transacción, la niña se derrumba en la cama, exhausta por cuidar a sus hermanos y trabajar en una fábrica de botones. Se enamora de la noche a la mañana y se despierta con una revelación trascendental: la vida no es efímera como el río siempre cambiante de Heráclito, “sino una ocasión única de voltearse en la parrilla y seguir asándose del otro costado por noventa años más”. La naturaleza mojigata y cíclica de la vida, representada aquí una última y excitada vez por García Márquez.
Portada de “El escándalo del siglo” con prólogo de Jon Lee Anderson. Aparece una ilustración del rostro de García Márquez en primer plano y al fondo una máquina de escribir y vegetación tropical.
García Márquez se fogueó trabajando en salas de redacción en todo el continente americano y como corresponsal en Europa, Estados Unidos y otros lugares. Publicó libros notables de no ficción, incluido un relato de suspenso de una serie de secuestros en la era de Pablo Escobar en Colombia, pero El escándalo del siglo (2019), una colección póstuma de sus artículos publicados entre 1950 y 1984, ofrece una muestra más diversa de su obra. La antología —no todas las piezas son estrictamente de no ficción— abarcan desde los primeros despachos que hizo para varios medios cuando tenía 20 años hasta las columnas que escribió para El País cuando era un novelista de éxito.
La antología incluye un colorido informe sobre la idolatría en el pueblo de La Sierpe en la Colombia rural, una crónica surrealista de una sequía en Caracas, y su breve y espontáneo encuentro con Ernest Hemingway cuando tenía 28 años y vivía en París.
Quiero explorar los rincones de su mente
Portada de la edición Debolsillo de “El otoño del patriarca” donde aparece una vaca sobre un gran damero.
¿Listo para sumergirte en su mente? García Márquez escribió una autobiografía de sus primeros años, y Gerald Martin también compiló una biografía ejemplar en 2008. Pero si lees detenidamente, El otoño del patriarca (1975), un paisaje onírico de un tirano novelesco, verás que funciona como una biografía alternativa, aunque más metafísica.
Lo que le falta a la novela en la trama lo compensa con detalles grotescos y despiadados, narrando la historia de un dictador anciano que aterroriza a un país caribeño anónimo. Un amigo sospechoso de traición es asado y servido en un banquete. Los miembros del círculo íntimo del dictador son ametrallados después de que finge su propia muerte. En un momento, le vende el mar Caribe a los Estados Unidos, que lo reparte y lo envía poco a poco a Arizona. Todo lo que queda atrás es un cráter gigante.
García Márquez se refirió a este libro como un “poema sobre la soledad del poder” y también lo calificó como su mejor novela. Es amorfa, decadente, lírica, y se inspira en una multitud de innumerables dictadores de América Latina y más allá. Es posible que también haya liberado algunos de sus demonios personales. “Soy el patriarca”, le dijo una vez a Martin. “Si no entiendes eso… ¿cómo vas a ser mi biógrafo?”.
Papel de Arbol
Creado en el 2006 por July Balarezo en Lima. Historiadora y Taller de Pintura Mestres Lima-Madrid.
Desde 2012 a 2016 Jorge Zavaleta Balarezo, PHD en Literatura por la Universidad de Pittsburgh PA-US.
Desde 2017..... se Edita en Maryland y Washington EEUU
Julia Zavaleta Camerieri Psicologa y Administracion por The Mount St Mary Univesity de Emmitsburg, MD.
Asociado a El Mercurio Digital de Europa - Panoramica de Milan - Bruselas.
Informacion de The New York Times y DPA de Alemania.